Este 6 de abril, el tenis mundial contó con una grata noticia: Roger Federer jugará el Masters 1000 de Madrid, en la gira de tierra batida previa a Roland Garros. Es el primer torneo que se confirma del suizo tras su presencia en marzo en el ATP 250 de Doha.
Después de su participación en Catar, decidió bajarse del torneo de Dubái, que tuvo lugar la semana siguiente, para preservar el físico con vistas a la segunda parte del año. El ex N°1 del mundo había deslizado que jugaría un puñado de torneos sobre ladrillo en Europa.
La capital española le sienta bien a Federer. Allí ganó 37 partidos y perdió 9 en Madrid, logrando tres títulos: en 2006, cuando venció a tres latinoamericanos: Nicolás Massú en segunda ronda, David Nalbandian en semifinales y Fernando González en la final, en 2009, donde vencería en la instancia definitoria a Nadal y en 2012, el año del polvo de ladrillo azul y en la definición se impuso ante Berdych.
A los 39 años, tras dos años sin jugar en canchas lentas, el suizo pisará la Caja Mágica. El último torneo que disputó fue Roland Garros 2019, edición en la que se despidió en semifinales tras caer ante Rafael Nadal.
La intención del actual N°7 del mundo es llegar en óptimas condiciones a la temporada de hierba, su superficie favorita, para ir en busca de su noveno título en Wimbledon, así lograría conseguir su Grand Slam N°21 y poder quitarse la espina de la dolorosa derrota ante Djokovic en la última edición que se disputó.