Los grandes jugadores saben cuándo es el día de brillar y cuándo es preciso olvidar que se es superior al rival y ponerse el mono de trabajo para sacar adelante el partido. Nishikori tuvo la humildad de hacerlo, y de no dejarse distraer por las dos largas interrupciones por lluvia que hubo a lo largo del encuentro. A base de consistencia física y mental y, sobre todo, una gran concentración, el nipón logra espantar los fantasmas que parecieron amenazarle.
Y es que Khachanov está en franca progresión y se erigió en un rival realmente fuerte. Tuvo opciones de victoria en todos los sets, aunque tan solo en uno pudo certificar su aparente dominio en la pista. Y es preciso matizar lo de aparente, ya que no siempre que se ataca con precisión se lleva la manija del partido. Nishikori tuvo la batuta aunque experimentó algún ligero despiste por culpa de un brillante e insolente solista.
Nishikori se mostró muy inteligente
Si no puedes frenar a un camión, trata de entorpecer su avance. Con esta máxima afrontó Kei Nishikori un partido en el que se vio atacado por todos los flancos. Khachanov asumió el papel ofensivo en todos los tramos del encuentro y lo hizo con más acierto del esperado. Estuvo muy vivo de piernas y ágil de mano, lo que le permitió romper el servicio de Kei en recurrentes ocasiones.
Sin embargo, Nishikori parecía frenar las aspiraciones del ruso después de hacerse con la primera manga. Se podía esperar un cierto hundimiento moral del joven ruso pero nada más lejos de la realidad. La lluvia pareció inspirar al ruso, que salió con energías renovadas y aprovechó sus oportunidades en el segundo parcial para equilibrar el partido.
El rival de Nishikori por un puesto en octavos de final será Nicolas Mahut
Nishikori reaccionó como solo un gran campeón sabe hacer. Fue mejor de inicio a fin de la tercera manga y adquirió las riendas del encuentro no solo en lo mental, sino también en lo táctico. Parecía el partido resuelto pero Khachanov aprovechó una cierta displicencia del nipón para ponerse 3-0 por arriba. Dio la vuelta por completo al marcador el japonés y definió el partido terminando henchido de confianza.