El retorno de algo que parecía perdido genera unas expectativas y una alegría difícilmente alcanzables en cualquier otra circunstancia. Es lo que está ocurriendo en el mundo del tenis con Caroline Wozniacki en el circuito femenino. La danesa parecía fuera de circulación de manera definitiva tras sus dos últimos años realmente grises, pero en Flushing Meadows está encontrando su mejor versión de nuevo.
A pesar de ser la 74ª del ránking, la danesa está superando rondas sin complejos y ya está en cuartos de final. "Suena mal, pero no me importa nada ahora mismo qué ranking tengo. Si estoy la 5, la 20 o la 100, no importa porque tendría que seguir jugando contra las mismas jugadoras. Lo más importante para mí es disfrutar lo que hago y mantenerme sana" declaraba la de Odense para continuar haciendo gala de una gran confianza en sí misma y ambición. "Cuando estoy sana, puedo jugar a mi más alto nivel. Lo importante es creer en uno mismo. Sé que puedo hacerlo. Sé que puedo derrotar a cualquiera. Pienso que lo jodido lo tienen ellas, que tienen que enfrentarse a mí en las primeras rondas", señaló una Wozniacki que con estas declaraciones da una lección de psicología deportiva.
Por su parte, Angelique Kerber volvió a referirse a la posibilidad de ser número uno en el inicio de la próxima semana, tras ganar a Petra Kvitova de manera brillante. "Cuando era pequeña, soñaba con ganar Slams y ser número 1 y ahora puedo hacerlo realidad. Intento no poner demasiada presión sobre mí porque aun me quedan un par de partidos. Paso a paso", afirmó la teutona.
Otra de las triunfadoras del día fue Anastasija Sevastova, que se mostró exultante con su rendimiento, que le ha sorprendida incluso a sí misma. "No me esperaba llegar tan lejos, sobre todo después de retirarme. No sé realmente qué decir. Quizá haya madurado, personal y físicamente. Hay una vida sin el tenis, y eso me ha ayudado", dijo la letona que se enfrentará a Wozniacki en la siguiente ronda.