Siempre sobrevolará sobre Nick Kyrgios la sombra del escepticismo y de la polémica. Sus declaraciones hacen que se hable más de él por eso que por su juego, a pesar de tener potencial más que suficiente para estar entre los mejores del mundo. Nick no ama el tenis, casi ni le gusta a tenor de sus declaraciones en los últimos meses, y eso dificulta mucho su progresión y le pone en el disparadero de la opinión pública.
Kyrgios ganó en esta temporada en Atlanta y Marsella
Sus locuras han dejado de hacer gracia para ser consideradas faltas de respeto severas ante público y afición, pero Kyrgios parece estar algo más calmado en Tokio. Si juega mínimamente concentrado y con cierta intensidad, se antoja realmente complejo ganar a este jugadora en una pista rápida e indoor. Ya está en semifinales y quiere alzarse con el tercr título de su carrera y de la temporada.
Superioridad manifiesta de Kyrgios
No hubo color desde el inicio. Kyrgios comenzó con un break de salida ante Gilles Muller, mucho menos intenso y preciso de lo que estuvo en los partidos anteriores. El luxemburgués pudo derrotar a Berdych y Baghdatis haciendo gala de un gran nivel de juego pero se vio desamparado ante el tenis incisivo del joven australiano. Kyrgios no solo mantuvo la tendencia inicial, sino que mejoró sus prestaciones poco a poco.
Muller cometió la friolera de ocho dobles faltas
Muller acabó hundiéndose ante la solidez inesperada de Kyrgios, y fue una escopeta de ferias con su saque, su mejor arma. Eso hizo imposible que fuera adquiriendo la confianza necesaria para dar la vuelta a un partido en el que no se vio con opciones en ningún momento. Hacía tiempo que no se veía jugar tan bien a Kyrgios, que tiene ante sí la oportunidad de recuperar la tendencia positiva.
Su rival en semifinales será el ganador del duelo que disputan Gael Monfils e Ivo Karlovic, lo que hace pensar en que Nick habrá de estar a su mejor nivel para tener opciones de victoria.