Capaz de lo mejor y de lo peor. Así es Fabio Fognini, un jugador volátil y carismático donde los haya, rebosante de talento pero también de una actitud díscola que le mantiene un escalón por debajo de lo que su tenis podría alcanzar. Sin embargo, el de San Remo parece feliz con la vida elegida, y cuando está inspirado y todos los astros se alinean para que su tenis fluya, es un jugador tremendamente difícil de batir.
Fognini ganó en Umag y busca en Moscú su segundo título de la temporada
En el torneo de Moscú, Fognini ha recuperado la motivación que parecía haber perdido en meses anteriores. Desde que se proclamara campeón en Umag, los resultados del italiano no estaban siendo ni mucho menos destacados, pero Fabio no se da por vencido. Está en la final de Moscú y lo hace con la gran confianza que le da haber vencido a un jugador correoso como Philippe Kohlschreiber.
Fognini fue mejor de principio a fin
Partía como favorito pero más debido a la falta de ritmo del alemán que a su solidez. Sin embargo, Fabio cuajó un partido realmente bueno, concentrado desde los compases iniciales y sometiendo a Kohlschreiber a un castigo constante con sus golpes angulados desde fondo de pista.
El alemán no tiene la fortaleza de piernas y mental necesarias para jugar a ese ritmo en estos compases de la temporada, y eso lo acusó en una primera manga en la que careció por completo de opciones. Fognini dominaba también en la segunda manga, pero hubo una reacción inesperada de Kohlschreiber que llevó el set al tiebreak. Allí, volvió la mejor versión del de San Remo, lo que le permitió llevarse el partido.
Carreño o Robert será el rival de Fognini en la final
Victoria de mucho mérito y realmente importante para Fognini, al que un título podría devolverle la motivación necesaria para cerrar el año siendo un quebradero de cabeza para cualquiera. El italiano es un jugador especial y actúa como tal. En Moscú puede tener el premio a su carácter particular.