Restallan los vítores y el graderío se convierte por unos días en una amalgama multicolor y ensordecedora, una olla a presión para la última eliminatoria de la Copa Davis, en la que se dirime qué país se lleva a casa la ansiada ensaladera.
Son Argentina y Croacia, dos selecciones con un enorme potencial y especialistas en pista rápida. El combinado croata cuenta en sus filas con grandes jugadores, pero entre todos ellos asoma un campeón con armas para decidir la final y convertirse en el héroe de su país: Marin Cilic, el hombre de la mirada de águila.
El croata, que sabe lo que es alcanzar las rondas finales de los grandes torneos y competir contra los mejores, se encontrará en la final nada menos que con Juan Martín Del Potro, en lo que promete ser el duelo decisivo de la Copa Davis. Dos grandes pegadores, sin complejos y tremendamente competitivos que protagonizarán uno de los partidos del año.
Cilic ha llegado en forma a esta final, completando un buen final de temporada, aunque con una participación algo más discreta en la Copa de Maestros, donde la suerte lo encuadró en el "grupo de la muerte".
Marin Cilic cuenta con multitud de argumentos a su favor. Su poderoso servicio, su tremenda derecha - que le permite jugar bolas con peso al fondo de la pista y conseguir winners desde posiciones inverosímiles- y su sólido revés hacen de él uno de los mejores jugadores del circuito capaz de derrotar a cualquiera si muestra su mejor nivel. Sus golpes desbordan a los jugadores más rápidos, y ha demostrado ser capaz de mantener su fortaleza mental en partidos grandes, sobre todo durante su consecución del US Open hace un par de temporadas.
Marin Cilic deberá mejorar su confianza para la finalSin embargo, a lo largo de este año Cilic ha vivido momentos difíciles en el aspecto mental, como el partido de Wimbledon en el que Roger Federer levantó un 2-0 a sets en contra para vencerle. Su desempeño a lo largo de la temporada ha sido destacado, pero tuvo que apurar hasta el final para meterse en la Copa de Maestros, y esto fue en parte culpa de su flaqueza mental en algunos momentos decisivos de la temporada.
Cilic y Del Potro, decisivos
Enfrente, un rival renacido de sus propias cenizas y pleno de confianza, Juan Martín Del Potro, que adolecerá del ritmo de competición que sí tiene Marin. Sea como fuere, las dos torres cargan sobre sus espaldas con el peso de la ilusión de sus naciones, pues suyo es el partido que dirimirá el destino de la ensaladera, y la gloria de una selección.