El número 13 del mundo llegó a su país a disputar por primera vez en su carrera el ATP de Sofía luego del excelente paso por el primer Grand Slam del año, el Abierto de Australia, en el que llegó a semifinales y cayó en un partidazo a cinco set con Rafael Nadal. Por supuesto que las expectativas estaban puestas en él: desde la llegada de Vallverdu a su banco, el búlgaro está mostrando un alto nivel de tenis y el reto desde ahora, es mantenerlo a lo largo de la temporada.
La primera prueba la tuvo en su propio país. Sin embargo, se enfrentó con un peligroso Jerzy Janowicz –actual 267 del mundo- que lejos estuvo de simplificarle la tarea y lo obligó a traspirar más de la cuenta para avanzar a la siguiente ronda. Con un alto porcentaje de primeros servicios, el polaco mostró un buen tenis y estuvo cerca de dar el batacazo del torneo.
El primer set comenzó con varias imprecisiones por parte del búlgaro, que no se encontraba seguro con su derecha y no lograba meterse dentro de la cancha para controlar el partido a su manera. Por su parte, el ex 14 del mundo, se mostraba con mucha calma y una enorme confianza para sacar adelante sus juegos de saques a puro aces y saques ganadores.
En el 2-2, Dimitrov cometió tres errores no forzados, entre ellos una doble falta, que le permitió a Janowicz quebrar el servicio del búlgaro y sacar distancia en el primer set. Esa ventaja fue suficiente para llevarse el primer set por 6-4 y sin ceder oportunidades de quiebre.
Luego del descanso y tras rescatar dos break point en el primer juego, el tercer preclasificado del torneo comenzó a mostrar algunas de sus reliquias y el encuentro se hizo mucho más atractivo. Con peloteos más largos y con mayor variedad de golpes por las dos partes, el partido iba tomando mayor dramatismo.
Dimitrov con el marcador 2-1 a su favor, salió decido a conseguir el primer quiebre en el partido y lo consiguió luego de una volea corta que Janowicz dejó en la red. Manteniendo con buenos primeros saques se quedó la segunda manga por 6-3 y llevó el encuentro a un tercer set.
Fue el polaco quien tuvo las primeras oportunidades para quebrar el saque de su rival y apropiarse de una importante ventaja. Estando Janowicz 3-2 arriba en el marcador, impactó una excelente derecha para tomar la red y quedar a un solo paso de romperle el servicio. Sin embargo, apareció la calidad del búlgaro para levantar un sobre pique de revés y meter un passing paralelo que le permitió salvar el juego y acrecentar su confianza.
El partido siguió vibrante, ambos generando oportunidades de quiebres pero si ser capaces de aprovecharlas. Ya en el 5-5, con todo el público a su favor, que cada vez jugaba un rol más importante, Dimitrov asumió el papel de candidato y logró romper el saque de su adversario para luego con su servicio, cerrar el partido y meterse dentro de los ochos mejores del certamen.
Lejos de parecerse al Dimitrov del Abierto de Australia pero sí, con algunos tintes de calidad, superó por 4-6, 6-3, y 7-5 a Janowicz y avanzó a la siguiente ronda donde se jugará el pase a semifinal contra el serbio Viktor Troicki.