Nueve derrotas y tres victorias son los negativos resultados cosechados por el español en lo que va de la temporada 2017. Luego de seis encuentros perdidos de forma consecutiva y de hacer agua en el Masters 1000 de Montecarlo, Granollers llegó con toda la ilusión a Barcelona, su lugar de origen, para disputar uno de los torneos de mayor prestigio de España y sobre la superficie de polvo de ladrillo, su pista predilecta. Su nivel no ha sido nada bueno, las lesiones tampoco lo han beneficiado y, sin dudas, su objetivo es reencontrarse con el juego que lo llevó a ocupar la décima novena posición en el año 2012.
En la primera ronda del Barcelona Open, un torneo muy especial y respetado en el circuito por su familiaridad, Marcel Granollers debió afrontar un duro partido ante el tunecino Malek Jaziri, un jugador peligroso y que ha obtenido buenos rendimientos en los últimos torneos disputados: alcanzó la cuarta ronda en Indian Wells y la tercera ronda en Miami. Sin embargo, el nacido en Barcelona jugó un buen partido, rompió con la seguidilla de derrotas y eliminó al número 60 del ranking ATP por 7-6 (3) y 6-3.
Marcel Granollers se hizo eco de su una chance de quiebre en el set
El primer set no fue del todo bueno para el catalán: tardó en concentrarse en el partido, no hizo daño con su servicio y, a costa de varios errores no forzados, debió lidiar con un tempranero quiebre en su contra en el primer game del encuentro. Jaziri no supo aprovechar esa ventaja, mantuvo un bajo porcentaje de primeros servicios y le permitió a su adversario reponerse rápidamente para nivelar el partido 2-2. La falta de efectividad y las malas decisiones en puntos claves por parte del 60 del mundo fueron factores determinantes que hubiesen cambiado el rumbo final del partido de primera ronda.
El tunecino se mostró más seguro, tomó el control de los puntos y puso en peligro al español en la gran mayoría de los games. A su vez, solo fue capaz de concretar una chance de quiebre en siete oportunidades, mientras que Granollers se adueñó de la única chance que se le presentó. El español caminó por la cornisa en el 4-4, rescató cuatro break point y obligó a definir la primera manga en el tie break. Por 7-3 y después de una hora y cinco minutos, el catalán se quedó con un vital set por 7-6.
El español cortó la racha de seis derrotas consecutivas
El trámite del partido cambió sustancialmente en el segundo set. El número 65 del mundo aprovechó el desahogo y la importante ventaja otorgada por la definición del primer parcial y dominó de principio a fin el encuentro. Puso en aprietes en varias oportunidades al tunecino, convirtió buenos tiros ganadores y finalizó redondeando una correcta actuación que vale oro por el complicado momento que está atravesando en su carrera. Rompiendo el servicio de su contrincante en tres oportunidades, Granollers se quedó con el partido por 6-3 y avanzó a la segunda ronda en el Conde de Godó. En esa instancia, el catalán deberá chocar con el francés y número cuarenta y nueve del ranking ATP, Benoit Paire.