El búlgaro Dimitrov gritó fuerte en el Western and Southern Open en Cincinnati luego de derrotar al favorito del estadio principal, el local Isner, en un encuentro parejo por dónde se lo mire, 7-6 y 7-6. Ambos jugadores sabían en la previa del partido que el arma principal para llevarse el encuentro era el saque. Si estaban firmes en ese aspecto, iba a ser muy difícil que su rival logre quebrar. Y así fue. Solamente se crearon tres situaciones de quiebre en las casi dos horas de juego y ninguno supo aprovecharlas. Dos fueron para el norteamericano, mientras que el búlgaro malgastó la restante.
La primer manga comenzó con un Isner muy concentrado con su servicio, ganando y jugando todo con su primer saque, ante un Dimitrov que era un espectador más cuando el estadounidense sacaba. El búlgaro también se hacía fuerte pero le costaba más que al local cerrar sus juegos. En el séptimo game, Isner tuvo dos chances de quiebre estando 15-40, pero no logró quedarse con ninguna. El trámite continuó por el mismo camino y el set se definió en el tie break. Allí el búlgaro fue más preciso y con dos mini quiebres logró sacar esa pequeña ventaja en la definición para llevarse 7-4 el tiebreak y el primer set por 7-6, en 50 minutos de juego.
El partido se jugaba intensamente, ninguno regalaba nada y ponían todas las fuerzas en sus juegos de saque, donde los dos sacaron con un promedio muy alto y a más de 120 mph. Dimitrov pudo haberse quedado con el partido en el décimo game del segundo set, cuando Isner sacaba 4-5 y 30-40 donde tuvo su primer match point. Pero tres saques ganadores pusieron al local nuevamente en rumbo para que no le quiebren el servicio. Los games siguientes fueron para cada uno con su saque y nuevamente el set llegaba al tiebreak.
Pudo ser para cualquiera, ya que los dos tuvieron las chances para quedarse con esta definición. Se jugó punto a punto, Isner malgastó tres oportunidades de llevar el partido a un último capítulo y Dimitrov al tercer match point que generó, no lo desperdició y se quedó con el segundo tiebreak por 12-10 para cerrar el marcador por 7-6 y 7-6. Será la primer definición en un Masters 1000 para el búlgaro que ingresó al torneo como séptimo preclasificado. Ahora esperará por el ganador del encuentro entre el australiano Kyrgios y el español Ferrer.