Los nervios propios de cuando un título está en juego se notaron al inicio del partido. Los dos equipos no veían aro con claridad, y las defensas se imponían a los ataques.
Especialmente atascado empezó Valencia Basket, que abusaba sin éxito del pick and roll entre Vives y un grande, ya sea Pleiss o Dubljevic. La segunda opción, triples lejanos de Green, desacertado. Gran Canaria les tenía estudiado, y el equipo isleño logró agotar varias posesiones de sus rivales.
En el otro aro no llegaban las buenas noticias. Varios errores llevaron desconfianza en el equipo de Luis Casimiro, hasta que Paulí abrió la lata desde el exterior. Herbalife abría la pista y Oliver empezaba a repartir con elegancia. Así llegaron las primeras ventajas amarillas.
Vidorreta reaccionó con un tiempo muerto y sus chicos respondieron después. Uno por encima del resto, Fernando San Emeterio, quién si no. Cuatro puntos del ex del Baskonia igualaban la contienda al término del primer cuarto.
Viejos rockeros nunca mueren
El que había sido el mejor del Gran Canaria en el primer acto lo fue también del segundo. Albert Oliver tuvo cuatro minutos mágicos, donde asistió y anotó a partes iguales. Bajo su dirección, el conjunto de Casimiro amplió diferencias ante un Valencia descolocado (23-15 min 14). De paso, el público se activó y también jugó su partido. El Granca iba en serio a por su segunda Supercopa.
Valencias Basket: solo 23 puntos al descanso
Y aunque Valencia Basket no hacía nada por remediarlo, la defensa local rozaba niveles muy altos. La rotación de las ayudas estaba perfectamente aprendida y los valencianos sufrían hasta para dar cuatro pases consecutivos. Sus 23 puntos al descanso así lo sentenciaban.
Herbalife Gran Canaria, lejos de desplegar un juego brillante, era mucho más efectivo y práctico. Con dominio claro en los rebotes, Paulí era el protagonista inesperado que desarbolaba la defensa valenciana. Ocho puntos para el alero al descanso daban nueve de ventaja a Gran Canaria en la primera mitad.
Si Oliver había liderado a su equipo al inicio del segundo cuarto, San Emeterio hacía lo propio tras el descanso en vestuarios. Él lideró un parcial de 0-12 en los que Dubljevic anotó dos triples (35-35 min 24). Valencia Basket carburó en un instante, ya con fluidez y movimiento en ataque. Partido nuevo, título en juego.
3Q: Gran Canaria 14 - San Emeterio 14
Además, el conjunto de Vidorreta cerraba espacios al Gran Canaria, que se había quedado sin ideas en ataque. Todo lo contrario que San Emeterio, dueño y señor del tercer cuarto, con el que el parcial a favor de Valencia Basket seguía creciendo. El internacional español estaba dando todo un máster de baloncesto, con canastas trabajadas y muy complicadas. Logró 14 puntos en menos de siete minutos. Y le daba igual el rival enfrente. Posteaba tanto a Oliver como a Rabaseda, con magnífico resultado. Un jugón. Lástima para el espectáculo que se resintiera de sus molestias en los isquios tras otro canastón y le obligará a abandonar el banquillo e irse con un fisio a los vestuarios.
Con San Emeterio fuera Herbalife Gran Canaria volvió a tomar las riendas del partido y del mercador. Otro nacional, Pablo Aguilar, fue el encargado de anotar cinco puntos de manera consecutiva y desatar a las masas isleñas. Su equipo mandaba de nuevo y dejaba el encuentro a expensas de lo que ocurriera en el último periodo.
Con más cabeza ahora, Valencia jugaba más en estático. Y ahí encontraba a Pleiss y Dubljevic, muy superiores a sus pares. Posteo, giro y gancho. Lo hacían parecer fácil. Además, Will Thomas dominaba en los rebotes. Un 0-6 de parcial obligaba a Casimiro a parar la final a ocho minutos de su final.
A pesar de que Oriol Paulí seguía infalible -literalmente-, Valencia Basket mantuvo sus ventajas con su superioridad en la pintura. Dubljevic anotaba con absoluta facilidad en su emparejamiento con Fischer.
Los visitantes controlaron las últimas acometidas del Gran Canaria. Si Erikson anotaba dos triples consecutivos, Green contestaba con cinco puntos consecutivos. Sangre fría de los dos cuando más apretaba el encuentro.
Ahí se terminó. La miel en los labios para Herbalife, pero el trofeo se va a la capital del Turia.