No hay lugar a dudas que esta es la época de Hindú, siendo nuevamente bicampeón del torneo de la URBA y sumando este año la coronación en el Nacional de Clubes, el equipo de Torcuato se alza como claro superior a sus competidores porteños. Además, suma con este, 6 torneos de Buenos Aires en los últimos diez años.
En un deporte lógico, se dio una final lógica (si se permite la redundancia). Desde la primera fecha, los dirigidos por los Fernández Miranda fueron superiores a sus rivales y lo demostraron hasta el último partido del torneo. Los de Don Torcuato se hicieron fuertes desde la, ampliamente, ganada batalla de los forwards para a partir de ahí abrir el juego, no solo, para darle las oportunidades a su pateador, Severiano Escobio, sino también también mostrar su superioridad en los tres cuartos sobre CUBA.
El primer tiempo fue batallado por demás por el lado de los forwards. Sin embargo, Hindú dominó la cocina del juego y a través de la gran efectividad del segundo centro y goleador, Escobio, se fue al descanso por 16 a 0. El try para el equipo de Torcuato lo apoyó Sebastián Cancelliere.
En el complemento se vio la confirmación de todo lo bueno que estaba haciendo Hindú en la primera parte del partido. El pack del elefante se volvió a hacer fuerte desde las formaciones fijas pero también dominando al equipo de Villa de Mayo en los rucks y mauls. Si bien los backs de Torcuato no tuvieron una tarea fácil, se vieron ampliamente beneficiados por el juego de sus forwards y solo debieron dedicarse a cuidar la pelota y explotar los espacios dejados por los de CUBA. Con el doblete de Cancelliere y un penal agregado de Escobio, el partido finalizó 24 a 0.
Festeja el elefante que nuevamente se ve en lo más alto de Buenos Aires. Con un eterno Chori Senillosa, con los pibes como Bautista Álvarez y Felipe Ezcurra haciendo diferencia, gracias a la voz de mando de Belisario Agulla como capitán, la efectividad de Escobio a los palos y a Cancelliere que no para de llegar al Ingoal. Como olvidarse claro del triunvirato técnico compuesto por Lucas Ostigilia y los hermanos Fernández Miranda, innegables artífices de todas las últimas conquistas hindúes.