Minuto 80. Últimos instantes del partido. La bocina ya sonó en el Estadio José Amalfitani y los jugadores saben que es la última posesión del partido. La guinda le pertenece al elenco visitante, de gran producción colectiva más allá del resultado adverso. Buscan atacar desde atrás de su línea de veintidós metros pero, de repente, aparece un tal Matías Moroni, quien atornilla sus brazos contra la ovalada y genera el penal. La victoria ya es un hecho y todos celebran dentro del terreno de juego. Detrás de la línea de cal, el resto del plantel se emociona y comienza a abrazarse. Lo mismo con los integrantes del staff. En las tribunas, el público no para de gritar ni de saltar. Mientras tanto, en uno de los tantos palcos que tiene el bonito recinto ubicado en la zona oeste de la Capital Federal, Gonzalo Quesada se levanta de su asiento y festeja en solitario. Señoras y señores, Jaguares está entre los cuatro mejores del icónico certamen del hemisferio sur, que, para muchos, es el más importante del mundo rugbístico (en lo que respecta a las competiciones de equipos, claro).
De todos modos, para llegar a ese momento inolvidable pasaron muchas, muchas cosas. Si bien la contienda inició de manera soñada, gracias al try de Pablo Matera antes de que se cumpla el primer minuto de juego, luego el dueño del trámite fue el representativo de la isla Norte de Nueva Zelanda. Con muchísima vehemencia en el contacto, dominio en el scrum y un buen manejo de sus medios (Brad Weber y Jack Debreczeni) fueron sometiendo poco a poco a los conducidos por Gonzalo Quesada. Al entretiempo, la ventaja de los kiwis era de 10-8. Posteriormente, en los primeros instantes del complemento, volvieron a sumar seis puntos más gracias a la puntería de Debreczeni y del ingresado Marty McKenzie.
Con el 16-8 en contra, el elenco de la UAR, con Jerónimo de la Fuente como capitán, parecía abatido. No tanto por el tanteador, sino por cómo se estaba dando el desarrollo del cotejo. Iban para atrás en el juego ofensivo, no podían quebrar la defensa adversaria, no generaban volumen… En fin, nada hacía presagiar lo que acabaría ocurriendo minutos más tarde. Y el protagonista, una vez más, Moroni: primero, con un gran tacle para no permitirle al oponente salir con tranquilidad. Luego, ya con la pelota recuperada, para terminar zambulléndose al ingoal y, más la conversión de Joaquín Díaz Bonilla, dejar el luminoso 16-15 en favor de los neozelandeses. Pero dicha brecha duraría poco: en un lapso de cinco minutos, el mismísimo Tito, una de las leyendas vivientes de Hindú, transformó dos penales en más seis puntos para pasar al frente por 21-15.
Sobre el cierre, con más amor propio y fiereza en el contacto que ideas para jugar, los argentinos tuvieron que aferrarse a la victoria parcial. Los minutos finales transcurrieron con los nervios a flor de piel, pero, por fortuna, con mayor protagonismo en campo contrario. Y así llegaron a la secuencia final, que, en este artículo, se vivió en el primer párrafo.
¿Qué fue lo mejor de Jaguares? Sin duda alguna, la efectividad en el lineout (14/15 en lanzamientos propios y cinco robados), la bravura en el tacle, el manejo de los momentos por parte de Cubelli y Díaz Bonilla, el avasallamiento físico de Pablo Matera, la seguridad de Guido Petti en la hilera y en el suelto… pero sin olvidarnos del gran héroe, Moroni, una bestia indomable en defensa con una ganas de jugar palpables desde cualquier punto de la Tierra. Aun así, el premio al jugador del partido (MOTM, por sus siglas en inglés) se lo queda el plantel en sí. Y no solo por lo rugbístico, que no fue lo más sobresaliente, sino por la fenomenal cabeza que han demostrado tener para sacar adelante un desafío con muchísimos palos en la rueda. Doblegaron a unos Chiefs con sus mejores hombres y en gran nivel. Primera semifinal en la historia de estos Jags, quienes el próximo viernes, a las 20, recibirán a Brumbies o Sharks. Que pase el que sigue. Mientras tanto, a seguir disfrutando del triunfo entre los grandes triunfos.
Síntesis del partido:
Jaguares (21): 15- Emiliano Boffelli; 14- Matías Moroni; 13- Matías Orlando y 12- Jerónimo de la Fuente (C); 11- Sebastián Cancelliere; 10- Joaquín Díaz Bonilla y 9- Tomás Cubelli; 8- Javier Ortega Desio, 7- Marcos Kremer y 6- Pablo Matera; 5- Tomás Lavanini y 4- Guido Petti; 3- Santiago Medrano, 2- Agustín Creevy y 1- Mayco Vivas.
Ingresaron: 16- Julián Montoya, 17- Nahuel Tetaz Chaparro, 18- Enrique Pieretto, 19- Tomás Lezana, 20- Francisco Gorrisen y 23- Santiago Carreras.
No ingresaron: 21- Felipe Ezcurra y 22- Domingo Miotti.
Entrenador: Gonzalo Quesada.
Chiefs (16): 15- Solomon Alaimalo; 14- Shaun Stevenson; 13- Tumua Manu y 12- Anton Lienert-Brown; 11- Sean Wainui; 10- Jack Debreczeni y 9- Brad Weber; 8- Pita Gus Sowakula, 7- Sam Cane (C) y 6- Lachlan Boshier; 5- Tyler Ardron y 4- Brodie Retallick; 3- Angus Ta’avao, 2- Nathan Harris y 1- Atu Moli.
Ingresaron: 16- Samison Taukei’aho, 17- Aidan Ross, 18- Nepo Laulala, 19- Jesse Parete, 21- Te Toiroa Tahuriorangi, 22- Marty McKenzie y 23- Alex Nankivell.
No ingresó: 20- Mitchell Jacobson.
Entrenador: Colin Cooper.
Puntos en el primer tiempo: 0´ Try de Pablo Matera (Jaguares 5-0 Chiefs). 21´ Penal de Joaquín Díaz Bonilla (Jaguares 8-0 Chiefs). 27´ Try de Lachlan Boshier convertido por Jack Debreczeni (Jaguares 8-7 Chiefs). 36´ Penal de Jack Debreczeni (Jaguares 8-10 Chiefs).
Puntos en el segundo tiempo: 4´ y 8´ Penales de Jack Debreczeni y Marty McKenzie (Jaguares 8-16 Chiefs). 11´ Try de Matías Moroni convertido por Joaquín Díaz Bonilla (Jaguares 15-16 Chiefs). 15´ y 20´ Penales de Joaquín Díaz Bonilla (Jaguares 21-16 Chiefs).
Árbitro: Glen Jackson (Nueva Zelanda).
Jueces de touch: Nick Briant (Nueva Zelanda) y Federico Anselmi (Argentina).
Asistente de video: Santiago Borsani (Argentina).
Estadio: José Amalfitani (Liniers).