Philadelphia 76ers. Esos mismos Sixers que se han tirado cinco años en blanco, esperando al draft para conseguir buenos jugadores. Aquellos a los que les han llovido las críticas por todos los lados por su manera de actuar en temporada regular. Sin ninguna vergüenza hicieron oídos sordos a todo. Sabían lo que hacían, sabían dónde estaba el vacío legal y si nadie les paraba iban a continuar haciendo lo que tenían pensado: tanquear.

Cinco años y otras tantas noches del draft después, están rozando lo más alto de la liga. Con un final de regular season espectacular, batiendo el récord de triunfos consecutivos de la franquicia consiguiendo 16, por los 14 de aquellos 76ers de la temporada 1982-83 liderados por Moses Malone y Julius Erving. Además, son el primer equipo de la historia que termina la temporada con un 16-0, antes de jugar los playoffs.

Por si fuera poco, han vuelto ha llegar a las 50 victorias. Algo que no conseguían en Philadelphia desde la temporada 2000-01, cuando los Sixers de Allen Iverson llegaron a las grandes finales de la NBA.

El discutido 'Proceso' ha dado sus frutos inmediatamente. El primer año que han coincidido sanos Joel Embiid, Ben Simmons y Dario Saric, junto con Redick, Covington y un amplio banquillo ya asumen cifras históricas de la franquicia. Pero llegados a este punto solo cabe preguntarse: ¿a dónde llegarán en playoffs?

Complicaciones: empezarán sin Embiid

En un choque con Markelle Fultz, el center camerunés de Philly se fracturó la órbita del ojo izquierdo. Por lo que es muy posible que no regrese hasta después de la primera ronda de postemporada. Sin Joel Embiid en estos últimos ocho partidos, los Sixers acumulan un 8-0, jugando únicamente un encuentro 'serio' que fue contra Cleveland Cavaliers.

La pérdida de poderío interior es evidente con la baja de su estrella, tanto en ataque como en defensa. Joel Embiid lidera al equipo en puntos con 22.9 por partido, en rebotes capturando 11 por encuentro y en tapones poniendo 1.8 de media.

En el momento más caliente del año, alguien en el equipo tiene que suplir esa veintena de puntos y hacerse fuertes para que no pesen esos rechaces de menos que cogerá el equipo. En cuanto a intimidación también caerán, pero la solución estará en bajar el culo atrás y actuar como un equipo, para que no se den situaciones de canastas fáciles debajo de canasta, ni picks&rolls que agujereen la defensa.

Los esquemas de Brett Brown han cambiado, sobre todo en su ofensiva. Los Sixers mueven más la bola sin su center titular. Varios jugadores tienen un gran lanzamiento de tres puntos como JJ Redick o Marco Belinelli, y otros pueden asumir tiros desde esa distancia con bastante fiabilidad. Además, jugando con jugadores abiertos, como en el caso de que Ilyasova esté en pista, Ben Simmons podría penetrar con mayor facilidad y generar juego a raíz de su entrada a canasta.

Lo que ya ha dicho el head coach de Philadelphia 76ers es que no coincidirán en pista ambos guards. Ben Simmons y Markelle Fultz no jugarán juntos en la cancha. La razón es obvia: la enorme pérdida de amenaza exterior en el tiro.

Capaces de ganar a cualquiera del Este

Lo han demostrado a lo largo de la temporada regular, van en serio. Tienen talento de sobra para plantarle cara y ganar a cualquier franquicia de su Conferencia. Incluso sin Joel Embiid vencieron a los Cleveland Cavaliers, en un partido que ha sido decisivo para determinar quién se quedaría con la tercera plaza de la Conferencia Este.

Cuando ha salido a la luz que Kyrie Irving será baja lo que resta de temporada en Boston Celtics, muchos han pensado que Cleveland Cavaliers tiene el camino despejado hasta la final. Nada más lejos de la realidad. Cómo les toque cruzarse con estos Sixers lo van a pasar muy mal (Embiid ya estaría sano en un posible enfrentamiento contra Cavs, en teoría).

Los orgullosos verdes, con la baja de sus dos estrellas, no son ese temible rival de principio o mitad de temporada. Siguen siendo peligrosos, pero su objetivo ahora es otro. Con hacer un buen papel en postemporada sería suficiente. Este no ha sido su año a causa de las lesiones de Hayward e Irving. Factores externos. Su momento llegará la temporada que viene.

Toronto Raptors afronta unos playoffs en los que nadie puede augurar exactamente a qué aspiran. Hay dudas sobre si este año han dado un paso al frente definitivo o si, por el contrario, tropezarán inesperadamente como en las pasadas campañas. Sea como fuere, los de Philly tienen armas para acabar con ellos.

Los mencionados Cleveland Cavaliers sufrirán (o se beneficiarán) de su LeBrondependencia, como también viene siendo habitual. El monstruo se suelta más que nunca en los momentos calientes y en playoffs siempre saca todo el baloncesto que lleva dentro. Está por ver que sea suficiente para acabar con un conjunto bien engranado como los Sixers, que además tendría ventaja de campo en un hipotético enfrentamiento.

Finalmente, su primer rival en postemporada será Miami Heat. Totalmente asumible para los 76ers. El objetivo en este tramo del año debe ser pasar de ronda. A partir de ahí dar una buena imagen. Pero con Embiid sano, que nadie les descarte para pelear por la Final de Conferencia. Llegar ahí significaría un éxito para Philadelphia esta temporada.

Soñando a lo grande. Suponiendo que el equipo que dirige Brett Brown se metiese en la gran final de la NBA, algo que no es tan descabellado, sería una grandísima gesta que terminaran campeones. El anillo no parece una realidad hoy. Eso son palabras mayores. Rockets o Warriors están a un nivel que, de momento, no han alcanzado los jugadores de la franquicia de Pensilvania.

El factor de la experiencia, que no tienen.

Este es el principal punto negativo de Philadelphia 76ers para encarar estos playoffs (obviando la lesión de Embiid). Han sido capaces de batir récords históricos de la franquicia, e incluso de la liga, durante la regular season. Presumiblemente, jugadores como Joel Embiid o Ben Simmons terminarán su temporada con premios individuales o muy cerca de conseguirlos, como el de mejor defensor del año o el de rookie del año. Estarán entre los mejores quintetos de la liga y de novatos.

Pero hay algo que ningún premio te puede otorgar: la experiencia. No hace falta mencionar aquellas frases míticas de Michael Jordan sobre fallar, levantarse, aprender y vencer. Es un hecho. La experiencia es un factor y todo lo que ha sucedido hasta ahora no sirve de nada si te vas a casa a las primeras de cambio.

En playoffs los piques son de verdad. El ambiente se vuelve mucho más caldeado. Ganar y perder tienen un significado completamente diferente al de la temporada regular. Para Philadelphia 76ers esto es, a priori, una desventaja ya que sus dos grandes estrellas no han jugado nunca partidos de ésta índole. De hecho, no suman ni 200 partidos jugados entre Joel Embiid y Ben Simmons en la máxima competición del baloncesto estadounidense. Por lo tanto, hay que ver su rendimiento llegados a este punto.

Tienen un desafío por delante. De momento están rindiendo a gran nivel, debido al buen grupo que han montado en Philadelphia. Pero primero tienen que olvidarse de la baja de Joel Embiid en primera ronda, contra Miami Heat, para más tarde soñar con los ojos abiertos y los pies en el suelo. Cualquier avance en la competición supondrá acortar plazos de futuro en el proyecto de Sixers. Dar pasos hacia la culminación de 'el proceso'. Cuanta más información tengan, cuanto más vivan estos momentos, más preparados estarán para futuros retos.

Porque a día de hoy, tal y como se han dado las circunstancias, Philadelphia 76ers tiene opciones de llegar ya este año a la final de Conferencia. Incluso de superarla. Pero lo importante de verdad es almacenar información útil para retos mayores en las próximas temporadas.