Situémonos. Primeros días de julio de 2019 y toda la NBA pendiente de la decisión de Kawhi Leonard tras ganar el anillo con Toronto Raptors. Finalmente, el hasta ese momento equipo “pobre” de Los Angeles, los Clippers, consiguen hacerse con los servicios del último MVP de las finales. Con esta incorporación, pasaban ya a ser el equipo mas envidiado de toda la liga, pero por si fuera poco, Kawhi vino acompañado del fichaje de otra gran estrella para intentar competirle el anillo a sus grandes rivales, Los Angeles Lakers. Paul George se unía al conjunto de Doc Rivers desde Oklahoma City Thunder, a cambio de varias rondas del draft, Shai Gilgeous-Alexander y Danilo Gallinari.

A pesar de estas bajas, en el roster quedaban aun figuras importantes como Patrick Beverley, Lou Williams o el pivot Montrezl Harrell,  con el cometido de ser los “escuderos" de los dos fichajes ‘all star’. Automáticamente, las casas de apuestas daban como máximos aspirantes al titulo a los Clippers por delante de sus vecinos angelinos.

Las lesiones, el mayor problema del equipo

La franquicia llegaba al mes de octubre con las aspiraciones por las nubes y con la sensación de que este si que tenía que ser su año, el de su primer campeonato de la NBA. Aunque Paul George se sometió a una cirugía para arreglar sus problemas de hombro y no comenzó la temporada, esas sensaciones no hicieron mas que aumentar cuando derrotaron en la jornada inaugural a Los Angeles Lakers. Si, solamente era un partido, pero esta campaña cada encuentro entre los dos equipos esta siendo analizado como una pequeña batalla para la gran “guerra” que se espera en los Playoffs.

Tras un inicio bastante aceptable de los de Rivers, las malas noticias empezaron a llegar en forma de lesiones e irregularidad. A la baja de George, se sumaban intermitentemente las de Beverley, Williams o el mismo Kawhi Leonard, que solamente esta jugando esta temporada un partido en las noches de ‘back to back’, ya que la estrella angelina necesita descanso para llegar al tramo decisivo de la temporada con el punto de forma adecuado.

Estos problemas hicieron que incrementara la irregularidad del equipo y que empezaran a surgir las primeras dudas sobre la química y el potencial de los Clippers en esta temporada. Por contrario, Lakers y Bucks iban comenzando a demostrar que son otros dos conjuntos que aspiran absolutamente a todo.

Fichajes a mitad de temporada como solución a las dudas

Con todas estas dudas sobrevolando la cabeza de los mandatarios de los Clippers, la franquicia decidió hacer un esfuerzo mas y añadir así mas pólvora a la rotación del equipo con el fichaje de Marcus Morris procedente de los New York Knicks. Morris estaba cuajando una gran temporada con una media de 20 puntos por partido, pero ensombrecido por la mala trayectoria de la franquicia newyorkquina.

Tras este fichaje, y cuando la plantilla ya parecía cerrada, llegó la sorpresa de la firma de Reggie Jackson para unirse al proyecto, tras desvincularse de los Detroit Pistons. Un base mas anotador que pasador, pero que puede ser otra pieza mas que ayude a los Clippers en algunos momentos decisivos.

La segunda unidad debe ser clave

Además del excelso quinteto titular del que dispone Rivers para intentar alcanzar el gran objetivo, el banquillo es sin lugar a dudas, el mejor de todos los que compiten en la NBA, tanto por nombre como por datos. Esta ‘segunda unidad’ esta comandada por los ya mencionados, Lou Williams y Montrezl Harrell. El base de Memphis es todo un especialista en esto de salir desde el banco, ya que ha ganado tres veces el titulo de “mejor sexto hombre de la NBA”, sus 18.6 puntos y sus 5.7 asistencias por partido, hacen que sea todo un lujo contar con un hombre como el en momentos donde Kawhi o George puedan estar descansando.

Por su parte, Harrell aporta muchas cosas al equipo cuando se encuentra en cancha, tanto con balón como sin él. 18.6 puntos y 7.1 rebotes por encuentro se unen a su garra y energía que ayuda a solventar algunos baches en ataques de la franquicia angelina.

En la actualidad, los Clippers marchan segundos de la conferencia Oeste con un récord de 44-20 y demostrando un gran nivel cuando todos sus jugadores se encuentran disponibles para Doc Rivers. Todos estos argumentos y recursos, contrastan con la irregularidad que ha mostrado el equipo durante lo que llevamos de temporada, pero nos hacen ver que tenemos motivos suficientes para considerarlos el equipo a batir en playoffs, con permiso de LeBron y Giannis.

En unos meses, si el maldito COVID-19 nos deja, estaremos hablando del éxito o fracaso de Los Angeles Clippers, por que este equipo esta hecho para ganar y para triunfar solo les vale conquistar el primer anillo para la franquicia.