El maillot 'arcoíris' es aquel deseado y ansiado por tantos, pero que está al alcance de muy pocos. Como cada año por estas fechas los mejores ciclistas del panorama internacional se reúnen para intentar convertirse en el nuevo campeón del Mundo de ciclismo. En esta ocasión, la ciudad protagonista era Bergen, situada al oeste de Noruega y enclavada en un paisaje espectacular. Tras una semana cargada de emociones y numerosos vencedores y vencidos, entre los que destacan Tom Dumoulin y Chantal Blaak, llegaba la gran cita de los campeonatos, la prueba en ruta masculina.

De nuevo, un soberbio Peter Sagan, que ha ido tapado y resguardado durante todo el recorrido, ha vuelto a llevarse la victoria para sumar su tercer triunfo en un Mundial y entrar en la historia, si no lo estaba ya, por la puerta grande. El ciclista eslovaco es el primer corredor que logra el maillot 'arcoíris' por tercera ocasión de forma consecutiva, tras los logrados en Richmond 2015 y Doha 2016. El héroe local, y que llegaba con la vitola de uno de los grandes favoritos, Alexander Kristoff, no pudo ante el ímpetu de Sagan en el sprint y tuvo que conformarse con la segunda plaza ante su público. Michael Matthews completó el podio y suma su segunda medalla en un Mundial, tras la plata cosechada en Richmond hace dos años.

Fuga rápida, pero sin peligro

La fuga consentida de la jornada | UCI Cycling
La fuga consentida de la jornada | UCI Cycling

Nada más darse el pistoletazo de salida, y con 267 kilómetros por delante, diez hombres buscaron el protagonismo del día y se conformó la primera y única fuga que consiguió un ventaja importante con respecto al pelotón. Andrey Amador (Costa Rica), Eugert Zhupa (Albania), Connor Dunne y Sean McKenna (Irlanda), Alexey Vermeulen (Estados Unidos), Elçin Asadov (Azerbaiyán), Willem Smit (Sudáfrica), Kim Magnusson (Suecia), Salaheddine Mraouni (Marruecos) y Matti Manninen (Finlandia) formaban el grupo que durante los primeros kilómetros del Mundial comandaron la prueba con una diferencia máxima de hasta diez minutos.

Con una ventaja tan elevada, fue la selección de la República Checa quien decidió mover ficha para comenzar a reducir la diferencia. Con la ayuda de Bélgica, ya en el circuito que los ciclistas debían superar en once ocasiones, la ventaja fue reduciéndose poco a poco y el control comenzó a imperar en el pelotón. Cuando restaban 81 kilómetros (cuatro vueltas) para el final, la aventura de los diez valientes que lo probaron desde el inicio llegó a su fin y la carrera cogió un tinte diferente, pues el ritmo comenzó a aumentarse considerablemente.

Ataques desde lejos buscando sorprender

Tim Wellens lo buscó desde lejos | Fotografía: UCI Cycling
Segundo grupo que buscó el protagonismo desde lejos | Fotografía: UCI Cycling

Una vez todo el pelotón estaba compactado empezó el juego de las selecciones que no querían que la victoria se jugase en un sprint masivo. Entre ellas, la más combativa fue Bélgica, que no cejó en su empeño de romper el grupo e intentar llegar a meta en un grupo reducido. La subida al Salmon Hill fue decisiva, pues Tim Wellens lanzó un ataque potente y tan solo siete corredores pudieron seguirle el paso, entre ellos, David de la Cruz (España), Lars Boom (Países Bajos), Alessandro de Marchi (Italia) y Jarlinson Pantano (Colombia).

El entendimiento fue total durante los primeros kilómetros y consiguieron ampliar la diferencia hasta los 45 segundos, momento en el que Francia y Polonia, que no tenían ningún integrante en la fuga, decidieron ponerse el frente del pelotón y comenzar a reducir la ventaja. A falta de dos vueltas, el trabajo incesante de los franceses obtuvo sus frutos y gracias a un arreón final de Tom Dumoulin (Países Bajos), ya que Boom ya se había descolgado de la cabeza, consiguieron dar caza a los fugados.

Sagan apareció en el momento oportuno

Podio Bergen 2017 | Fotografía: UCI Cycling
Podio Bergen 2017 | Fotografía: UCI Cycling

Ya inmersos en la última vuelta, la subida final a Salmon Hill parecía crucial para el desenlace del Mundial. Todos querían estar bien colocados ante un posible ataque. Julian Alaphilippe (Francia), buscó su oportunidad y lanzó su órdago. En un primer momento Philippe Gilbert (Bélgica), Gianni Moscon (Italia) y Niki Terpstra (Países Bajos) pudieron seguir al francés, pero finalmente solo el joven italiano tuvo piernas para resistir las rampas y los ataques de Alaphilippe. Con diez kilómetros hasta la meta unieron fuerzas para evitar que el grupo de detrás pudiera darles caza. Finalmente, el dúo fue alcanzado y un numeroso grupo se jugó la victoria al sprint.

En este momento es cuando aparece Peter Sagan, completamente desparecido durante los 266 kilómetros anteriores. El eslovaco tan solo apareció por la cabeza en el kilómetro final para encontrar acomodo y poder lanzar el sprint en la mejor posición posible. Sagan cogió la rueda de Kristoff, que se precipitó, y le superó en un apretado sprint que tuvo que definirse por 'photo-finish'.

Clasificación