Pudo haber tocado el suelo más profundo hace solo dos semanas, cuando el duelo contra Boca Juniors, por la Supercopa Argentina, pudo haberle significado una derrota que lo llevara hasta los mismísimos abismos del infierno, motivando incluso una renuncia de Marcelo Gallardo ante el pésimo momento futbolístico del equipo.
Sin embargo, el triunfo por 2-0 logró cambiar completamente el ánimo del equipo y hoy River es otro equipo, absolutamente distinto. Solo ha conocido el triunfo desde ese resultado ante su acérrimo rival, venciendo incluso en un estadio donde nunca había conseguido quedarse con la victoria.
El estadio Norberto Tomaghello, hogar de Defensa y Justicia, fue siempre un escenario con suerte esquiva para los ‘Millonarios’, habiendo empatado y caído allí, pero sin haber podido sumar los tres puntos, hasta hoy, donde el equipo demostró su carácter y un ánimo renovado para sobreponerse a la adversidad de comenzar abajo en el marcador.
Marcelo Gallardo, entrenador de River Plate, decidió alinear a los mismos once jugadores que comenzaron el partido contra Boca Juniors, con Lucas Pratto y Rodrigo Mora como delanteros, Ignacio Fernández y Enzo Pérez por sectores completamente distintos, buscando sacar el mejor rendimiento de dos jugadores que pueden ser claves para el equipo, además de Gonzalo Martínez como enganche.
En un horario poco habitual para el fútbol argentino, a las once de la mañana, ambos equipos saltaron al campo de juego, con un rápido dominio de los visitantes, quienes llevaban el peligro hacia el arco rival. Pero fue el ‘Halcón’ el que logró ponerse primero en ventaja, gracias a una definición en solitario de Fernando Márquez, a solo diez minutos de comenzado el encuentro.
Pocos minutos después, River fue en busca del empate con un insolito fallo de Rodrigo Mora, a quien Lucas Pratto dejó completamente solo debajo de la portería y el delantero uruguayo estrelló su remate contra el travesaño. Pero unos instantes más tarde, un intento de Gonzalo Martínez en la frontal del área encontró la mano de un rival y el árbitro sancionó la pena máxima, la cual el propio Martínez cambió por gol.
Ya sobre el final de la primera etapa, una serie de rebotes dentro del área pequeña de Defensa y Justicia posibilitó que Javier Pinola convirtiera el segundo gol para River, yéndose al descanso con ventaja por 2-1, dando vuelta el resultado. Con ese golpe, el local salió visiblemente confundido al segundo tiempo, donde el ‘Millonario’ se aprovechó para concretar una muy buena jugada que definió el marcador.
Una serie de pases en el campo contrario, hechos con mucha paciencia, derivaron en una pausa de Gonzalo Martínez que le permitió asistir a Lucas Pratto, quien definió de forma magistral al ángulo superior izquierdo de un guardameta que se estiró al máximo pero no llegó a desviar el balón, que tuvo destino seguro al tercer gol del encuentro para River, el segundo para el ex Sao Paulo desde que arribó a la institución de Núñez.
Marcelo Gallardo decidió darle descanso a Leonardo Ponzio al reemplazarlo por Bruno Zuculini, al igual que a Rodrigo Mora y Lucas Pratto, reemplazados por Ignacio Scocco y Rafael Santos Borré. El colombiano no estuvo fino en las pocas aproximaciones que tuvo a la portería rival, mientras que el goleador de River en esta Superliga no pudo concretar las chances que generó.
Los últimos minutos se extinguieron y Néstor Pitana sentenció el final del partido, con el primer triunfo de River en Florencio Varela, venciendo 3-1 a un siempre difícil Defensa y Justicia, una victoria que le permite quedar a dos puntos de la zona de clasificación a la Copa Sudamericana y solo siete de la Copa Libertadores, algo que parecía imposible hace solo unas semanas atrás.