La tarde del sábado nos brindó un interesante duelo entre Foxes y Magpies en el King Power Stadium de Leicester. Ambos equipos acudieron a este encuentro con la victoria en mente, pero con intereses distintos.
Los visitantes buscaban los tres puntos para afianzarse en la zona media de la tabla, y de este modo dar un paso casi definitivo hacia la salvación. Por su parte, el Leicester necesitaba llevarse una victoria hoy para mantener viva la llama del sueño europeo.
A pesar de celebrar el cumpleaños de su propietario, finalmente la hinchada local no pudo disfrutar de las mieles del éxito. El Newcastle de Rafa Benítez, gracias al 1-2 final, se sitúa con 38 puntos, lejos de los puestos de descenso.
La efectividad premió a los visitantes
Hoy ganar era importante y ambos planteles lo sabían. Si bien en el partido los dos conjuntos mostraron iniciativa, los primeros compases del encuentro favorecieron notablemente a uno de los equipos. El Newcastle llevó a cabo un inicio fulgurante, logrando ya a los 3 minutos de partido una clara ocasión de gol, en la que Ayoze Pérez efectuó un remate próximo de cabeza; no obstante, ese balón no llegaría a entrar gracias a una maravillosa intervención de Kasper Schemeichel. El asedio Magpie, prolongado con un par de saques de esquina, duró hasta los diez minutos de encuentro, justo cuando el Leicester comenzó a apoderarse del balón y a aumentar notablemente sus porcentajes en posesión.
El Newcastle, por su parte, mostró un planteamiento defensivo muy correcto, que apenas permitió al Leicester generar peligro a lo largo de la contienda. De este mismo modo, ellos marcaron el ritmo de juego en los primeros 20 minutos. Así fue como en una contra llevada por Ayoze Pérez, Jonjo Shelvey logró con mucha clase crearse un espacio desde fuera del área para rematar a gol. Era el minuto 18, y el marcador se puso 0-1.
Tras el primer tanto, el ritmo del partido poco a poco fue cambiando a los pies del Leicester, que logró hacerse con la posesión de la pelota durante el resto de la primera parte, pero sin lograr ninguna ocasión clara de anotar. Forzaron numerosos saques de esquina, sin mucho éxito, pero no estuvieron brillantes en el juego frente al buen hacer de las líneas de los Geordies.
El centrocampista español Vicente Iborra, que arrastraba unas molestias en su pierna desde los primeros momentos del partido, tuvo que ser sustituido en el minuto 41, entrando en su lugar el joven Hamza Choudhury. En los últimos compases del primer asalto, el Leicester logró algo más de profundidad en su ataque, llegando a pisar área con más facilidad, pero sin alcanzar puerta. Al descanso, seguían por debajo en el marcador.
El que golpea primero, golpea dos veces
En la reanudación, los Foxes volvieron a medir el tempo del partido, gozando nuevamente del balón, y llevando la manija en el terreno de juego. Por su parte, el Newcastle siguió centrando sus esfuerzos en la defensa y el contraataque, otorgándole el rol de tocar el balón al contrario. Sin embargo, seguían sin haber llegadas claras por parte del Leicester, mientras caían incesantes los minutos en el reloj.
Claude Puel, teniendo en cuenta el dominio del balón de su equipo, dio entrada al delantero nipón Shinji Okazaki por el defensa Danny Simpson, buscando jugar un fútbol más abierto con otro punta, y arriesgando en la defensa. Los locales ganaron bastante profundidad, y el ritmo del juego aumentó considerablemente, pero fue algo que supuso a la postre un arma de doble filo.
En el minuto 74, tras un descuido de la defensa y una arriesgada salida de Kasper Schmeichel, Ayoze Pérez, protagonista del encuentro, puso el 0-2 con una maravillosa vaselina, y decantó el partido para los Magpies. A pesar del segundo gol, el Leicester no bajó los brazos. Mantuvieron el empuje hasta el final, logrando en el minuto 84 el 1-2, tras un cabezazo certero de Shinji Okazaki que terminó de empujar hacia la red el goleador Jamie Vardy.
Tras este tanto, las esperanzas de sacar algo en positivo volvían a la grada del King Power Stadium, pero para su decepción el resultado no se volvió a mover. Los de Rafa Benítez se hicieron con unos tres puntos que saben a salvación en campo contrario. El partido, a pesar de la disparidad en la posesión, repartió el mismo número de ocasiones para ambos lados, y los locales se vieron condenados finalmente por su falta de efectividad.
Este triunfo posiciona al Newcastle en la décima posición de la tabla, y los aleja por completo del farolillo rojo de la competición, mientras que el Leicester, que aspiraba a puestos europeos, quizá se haya despedido de sus últimas oportunidades de lograr esas plazas. A 8 puntos, y a la espera de lo que haga el Arsenal, esta derrota los deja todavía más lejos de ese objetivo, condenados al octavo puesto que albergan en la actualidad.