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Eléctrico derby entre Lazio y Roma al que solo le faltó el gol

Lazio y AS Roma brindaron un derbi de alta tensión por juego y pasión en el Olímpico. El empate no beneficia sobremanera a ninguno, pero ambos se midieron las fuerzas cual combate de boxeo. Una preciosa velada en el coliseo romano que acabó sin goles pero con mucho fútbol.

Eléctrico derby entre Lazio y Roma al que solo le faltó el gol
Eléctrico derby al que solo le faltó el gol. | Foto: asroma.com
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Por Dani Souto

Un derby siempre es un partido especial. Uno de esos encuentros donde tu habitual pasión por tu squadra se multiplica alimentada por la animadversión hacia el rival. Si además se trata de un enfrentamiento local, como es el caso del 'Derby della Capitale' la trascendencia es aún mayor. El de Roma es uno de los derbys más especiales que pueda haber. Con el Olímpico como testigo "neutral" de la contienda y la ciudad eterna a su espalda, Lazio y Roma dan todo durante los 90 minutos que dura el encuentro para impedir que sus hinchas vuelvan con los ojos vidriosos a sus casas. Una inyección de moral que solo consiguen citas como estas y que, independientemente de cómo haya transcurrido incluso el resto de la temporada, el honor es lo que está en juego en estos partidos, de una importancia superlativa. Aguantar a tu vecino hincha rival en tu trabajo puede ser muy duro si tu equipo ha salido derrotado, y en Roma la rivalidad es máxima.

Más pasión que ocasiones

La primera mitad fue evolucionando con el paso de los minutos, aunque desde que el colegiado indicase el inicio de la misma, ambos conjuntos salieron con todo a morder al rival, justo lo que se espera en este tipo de partidos. La Roma comenzó tirando la línea muy arriba, incluso de forma excesiva por el riesgo que ello conlleva, facilitando así la presión multitudinaria en campo contrario y obligando a la Lazio a buscar en largo a sus delanteros. Algo muy similar al guion que pudimos ver en la histórica remontada del conjunto de la loba ante el Barcelona. Los biancocelesti no tuvieron más remedio que optar por esa vía, buscando los espacios a la espalda de la línea de tres atrás que volvió a plantear Di Francesco, con las galopadas y desmarques de Immobile. Fruto de lo repetitivo de esta acción llegaron los 8 fueras de juego que le señalaron al conjunto de Inzaghi en tan solo 45 minutos, algo realmente llamativo.

Poco a poco la intensidad, aunque seguía patente, se iba reduciendo, y con ello el ritmo de partido. La Roma se fue adueñando del balón, aunque era un intercambio continuo de golpes en cuanto a la posesión del mismo, pero el juego se estaba desarrollando solo en 40 metros de campo. Aunque los giallorossi fueron estudiando a su rival, y vieron que cuando más sufría era cuando les tocaba correr hacia atrás. En transiciones defensivas la Lazio se mostró lenta y desorganizada, y por ahí trató de hacerle más daño la Roma, a través de contragolpes veloces que, dirigidos por Nainggolan, eran la mejor opción para llegar hasta Strakosha. Así llegó la única oportunidad clara de la primera mitad, cuando el belga asistió a un Bruno Peres que se incorporó con su gran velocidad por el costado derecho y definió cruzado ante el meta albanés al palo de la portería del Olímpico. Aunque poco más se pudo ver en las áreas en la primera mitad.

La Lazio venció a los puntos

Si esto se tratase de un combate de boxeo, en el que ninguno de los contendientes termina en KO, a los puntos la Lazio hubiera resultado vencedora. Y es que desde el inicio de la segunda mitad los de Inzaghi salieron mucho más determinados a por los tres puntos. Las revoluciones volvieron a incrementarse y el ritmo del partido fue in crescendo. La segunda mitad cogió rápidamente una tonalidad azul celeste. La defensa romana empezó a perder metros y poco a poco las ofensivas laciales le fueron acercando a su propio área. Aunque el técnico de Piacenza decidió sacar del terreno de juego a Felipe Anderson, que había sido de lo más activo en la primera mitad, Luis Alberto permitió al equipo del águila asentarse en la mitad de terreno rival, favoreciendo los eléctricos ataques locales personificados en un hiperactivo Milenkovic-Savic que trasladó toda su pasión al césped y la convirtió en fútbol, siendo el auténtico faro lacial en el entorno del área de Alisson. Los defensas romanos empezaron a cometer errores impropios de jugadores de su calibre y la Lazio cada vez disfrutaba de ocasiones más peligrosas.

Pero todo cambió con la expulsión de Radu. El rumano vio una tarjeta roja por doble amarilla muy clara que desequilibró la balanza hacia el lado romanista en los 10 últimos minutos de encuentro, a pesar de que en ese tramo Marusic tuviera la mejor ocasión para su equipo en una contra magistral.

Fue en estos momentos finales en los que la Roma puso de verdad en apuros a Strakosha, con Dzeko disponiendo de tres ocasiones clarísimas prácticamente sobre la bocina, pero con el albanés y el larguero jugando en favor de la Lazio. Al final reparto de puntos que dejó por igual de satisfechos a los conjuntos capitalinos que siguen empatados en la clasificación y de lleno en la lucha por las dos últimas plazas de acceso a la próxima Champions League en una batalla que comparten con el Inter.

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Sobre el autor
Dani Souto
Journalism. Economist. Writer on VAVEL Serie A and co-founder of Balón en Profundidad. Periodismo deportivo. Economista de formación. Redactor en VAVEL Serie A y director de Balón en Profundidad.