Análisis táctico de Irán 2018: sacrificio para ganar o aprender

La última obra de Queiroz como seleccionador iraní, tras hacer historia clasificándose por segunda vez consecutiva para la cita mundialista.

Análisis táctico de Irán 2018: sacrificio para ganar o aprender
abarrios
Por Adrián Barrios Merillas

La Irán de Carlos Queiroz fue la primera en clasificar del continente asiático y la primera en desembarcar en Rusia, pero seguro que no serán los primeros en irse. Un equipo competitivo, con ciertas calidades individuales y colectivas, que tienen muy claro su papel en esta cita mundialista: luchar, luchar y luchar.

En una reciente entrevista, el seleccionador abría de par en par el verdadero peligro de este combinado, no tienen nada que perder: ''Otros equipos tienen tres resultados, nosotros solo dos y en los dos salimos ganando: o ganamos o aprendemos. No tenemos otra alternativa'', palabras que denotan el plan iraní. Y continuó con otras explícitas declaraciones de intenciones: ''Tenemos que estar disponibles para luchar, no queda otra que el camino del sacrificio. Hay selecciones europeas que juegan contra España o Portugal y no superan el 30% de la posesión, por lo que a nosotros no nos quedará otra que luchar''.

Una Irán más joven y atrevida

La quinta vez que van al Mundial (1978, 1988, 2006, 2014 y 2018) y segunda consecutiva, algo que habla muy bien del estado actual del fútbol iraní, en pleno crecimiento. En Brasil, ya consiguieron dejar su sello vendiéndole muy cara su piel a la Argentina de Messi y sacando un empate a una de las potencias del fútbol africano, Nigeria. Ahora, encaran este nuevo Mundial con un equipo más joven con tan solo siete supervivientes de aquel, con menos experiencia, pero con un equipo más atrevido, y eso es un arma de doble filo.

Jugadores iranís intentando parar a Agüero en Brasil | Fuente: Agencias.
Jugadores iranís intentando parar a Agüero en Brasil | Fuente: Agencias.

A pesar de la comentada juventud, Queiroz dispone en sus filas de jugadores más que hechos como Dejagah, Shojaei, Hajsafi o Montazeri que podrán tirar con sus galones del prematuro talento de sus compañeros. Estos contrastan con las promesas, donde destacan nombres como Azmoun, Ezatolahi, Jahanbakhsh o Ghoddos.

Hasta 12 jugadores de los 23 seleccionados juegan en ligas europeas de cierta competitividad: Rusia, Inglaterra, Holanda, Grecia, Bélgica...Algo que habla de un equipo más adaptado de lo que parece a una cita como esta. 

Los 23 elegidos

Porteros: Alireza Beiranvand (Persépolis), Rashid Mazaheri (Zob Ahan), Amir Abedzadeh (Marítimo).

Defensas: Majid Hosseini (Esteghlal), Milad Mohammadi (Akhmat Grozny), Mohammad Khanzadeh (Padideh), Morteza Pouraliganji (Al Saad), Pejman Montazeri (Esteghlal), Ramin Rezaeian (Ostende), Roozbeh Cheshmi (Esteghlal).

Centrocampistas: Ehsan Hajsafi (Olympiacos), Karim Ansarifard (Olympiacos), Massoud Shojaei (AEK Atenas), Mehdi Torabi (Saipa), Omid Ebrahimi (Esteghlal), Said Ezatolahi (Amkar Perm).

Delanteros: Alireza Jahanbakhsh (AZ Alkmaar), Ashkan Dejagah (Nottingham Forest), Mehdi Taremi (Al-Gharafa), Reza Ghoochannejhad (Heerenveen), Saman Ghoddos (Ostersunds), Sardar Azmoun (Rubin Kazán), Vahid Amiri (Persépolis).

Sistema de juego: 1-4-1-4-1

Este auge en cuanto a atrevimiento que se está viendo en la forma de plantear los partidos por el seleccionador de Irán. En sus inicios, se trataba de un equipo más contragolpeador y de repliegue intensivo. Ahora, están optando por una propuesta más ofensiva, yendo más a buscar al rival a campo contrario y con un buen trato del balón.

Un 1-4-1-4-1 con mucho fútbol y trabajo; Jahanbakhsh y Azmoun, los peligros

De un inicial 1-4-2-3-1 la selección iraní ha ido mutando hacia un 1-4-1-4-1 muy de moda en el fútbol actual. Con un pivote organizador que será Ezatolahi a partir del segundo partido (se perderá el decisivo inicial ante Marruecos por sanción) o, en su defecto, Massoud Shojaei, que pasó por el fútbol español en Osasuna y Las Palmas. Luego presentan dos interiores de toque y llegada como Ansarifard (quizás el nombre más en duda del once, puede salir con la vuelta de Ezatolahi) y Hajsafi, y un punta de indiscutible talento y trabajo como Sardar Azmoun. En bandas, dos llegadores natos como Alireza Jahanbakhsh, máximo goleador de la Eridivisie con el Az Alkmaar, y Mehdi Taremi, el máximo goleador de los clasificatorios.

Y, por más que en estos amistosos pre-Rusia hayan mostrado una variante más atractiva, no hay que olvidar que este combinado llegó a encadenar 15 partidos del clasificatorios consecutivos sin encajar gol, todo un record internacional. Tan solo recibieron dos goles, ambos en el mismo y último partido clasificatorio. Algo muy a tener en cuenta, con un arquero de extravagantes formas como protagonista, Alireza Beiranvand. Eso sí, cuesta mucho creer que ante una selección como España no vuelvan a una versión más defensiva.

El destartalado pero seguro Alireza Beiranvand.
El destartalado pero seguro Alireza Beiranvand.

Los problemas llegan en la zaga, y es que por más que obtuvieran ese record defensivo en la clasificación asiática, aquí enfrentarán ataques de magnitudes muy diferentes. Sin duda, es la línea con menos experiencia en élite. En los centrales, el fijo es Pouraliganji, compañero de Xavi Hernández en Qatar, y la otra plaza se la disputan entre Montazeri y Cheshmi. Los tres, de un perfil más bien bajo con unas enormes dificultades para defender con metros a su espalda que deben preocupar para afrontar a jugadores como Diego Costa o Guedes. Los laterales están reservados para Rezaeian y Mohammadi, ambos con buena capacidad para incorporarse y centrar. En defensa, más de lo mismo: complicaciones.

En definitiva, tiene una seria disyuntiva el portugués Queiroz. Morir agazapado bajo palos o ser valientes y correr riesgos atrás. Se trata de un equipo que si le das terreno y balón, saben lo que hacen y tienen su peligro. Pero también cuanto más arriba van, más fácil puede ser abordarlos.

Los importantes de Queiroz

Jahanbakhsh y Azmoun, los mayores peligros del ataque iraní

Bajo un punto de vista objetivo, por más que los focos están puestos en la calidad de Sardar Azmoun, pero aquí el jugador peligroso de su ataque es Alireza Jahanbakhsh. Ser el máximo goleador de la liga holandesa (21 goles) con 24 años habla muy bien de su presente y de su futuro, donde varios equipos europeos ya le tienen en la agenda. Se trata de un extremo (que puede jugar en punta) con buen trato de balón, que parte siempre desde las bandas para atacar desde segunda línea y con muchos recursos para desbordar y combinar. Podríamos perfilarlo como un Stuani en sus primeras etapas más caídas en banda.

Jahanbakhsh celebrando un tanto | Fuente: Persian Football.
Jahanbakhsh celebrando un tanto | Fuente: Persian Football.

No podemos dejar de lado a Sardar Azmoun, el jugador estrella. Todas las esperanzas están puestas en que rompa en esta fase de grupos de Rusia, pero ya son muchos años en los que su talento sigue siendo enturbiado por su escasa capacidad goleadora. Hablando de jugadores más conocidos, sale el nombre de Dejagah, con un pasado muy europeo en equipos de nivel como Woflsburgo, Fulham o Hertha de Berlin. A sus 31 años, ya llega ciertamente apurado a la cita, pero seguirá aportando pausa y orden a la medular persa.

La creativa zurda de Hajsafi y la llegada de Mehdi Taremi

Otros de los importantes los tenemos por la medular, con los dos jugadores de la liga Griega: Ansarifard, segundo máximo goleador de la liga helénica con Olympiakos; y, sobre todo, el multiusos Hajsafi, que aún porta el '3' de su anterior y retrasada posición, pero que su creativa zurda le ha colocado más como un '10' a tener en cuenta. Por último, otro de los que puede ser 'destacados sorpresa' es Mehdi Taremi, que se destapó como un banda llegador en la Clasificación con ocho dianas.