La ciudad de Múnich junto con el Allianz Arena se vistieron de gala para recibir, por primera vez en esta temporada, al mejor fútbol europeo, la UEFA Champions League 2018/2019. El Grupo E era el encargado de exhibir un partidazo como el que se vivió hoy en Alemania, el temido Bayern Múnich recibió al Ajax en el segundo partido de la fase de grupos de la actual liga de campeones.

Con el estadio a reventar, la afición alentando hasta la saciedad y los jugadores dándolo todo en el terreno de juego, ninguno de los dos equipos lograron superar el empate. Ocasiones claras, faltas a todo dar y muchos tiros de esquina fueron los aspectos del juego que más predominaron en este segundo compromiso de la fase de grupos de la UEFA Champions League.

Desde el minuto 1, el equipo dirigido por el técnico alemán, Niko Kovač, atacaría sin cesar al conjunto de Ámsterdam que le costó entrar de lleno en el partido. La primera ocasión clara de gol se daría en el segundo minuto de juego cuando Franck Ribéry falló un remate con la pierna izquierda que se fue rozando el palo izquierdo y que al final se marchó ligeramente desviado.

Los córners y las faltas sin parar comenzarían aproximadamente al minuto 4 junto con la llegada del gol del Bayern. Tras una falta recibida por el habilidoso extremo francés, Franck Ribéry, Arjen Robben enviaría un centro perfecto desde el tiro libre conseguido previamente para que Hummels, conectara el balón con su cabeza mandándolo así a guardar para asegurar el 1-0 en el marcador.

El partido mantendría la línea que todos esperábamos, los de Múnich atacarían a mansalva como siempre mientras que el Ajax esperaría cualquier error que pudiera cometer en la transición el equipo alemán para así contraatacar e intentar conseguir un resultado positivo. El guión no cambiaría en lo absoluto hasta el minuto 22. Un pase en profundidad de Dusan Tadić habilitaría a Noussair Mazraoui para que este marcara el único gol del equipo holandés en el partido, el cual significó el empate permanente en este duelo tan disputado por ambas plantillas.

Para comprender el partido solo hay que ver las estadísticas del mismo. Más de doce disparos a puerta por parte de cada equipo, más de 30 faltas en total y más de 10 tiros de esquina. Es decir, un partido que en muchas ocasiones tuvo que ser detenido por las faltas pero que, sin embargo, todos esos factores no detuvieron el afán por querer ganarlo desde el inicio. Fue un duelo donde predominó el liderazgo de cada capitán en la cancha y donde las defensas de ambos equipos tuvieron un trabajo exhaustivo, detener a los atacantes que hoy, especialmente, tenían mucha hambre de gol.

En el segundo tiempo pocas cosas hay por destacar. Entre los aspectos que más resaltaron están las tarjetas y los cambios realizados por cada estratega. Las continuas faltas obligarían al colegiado del partido a actuar de manera contundente. Hasta 5 tarjetas amarillas tuvieron que mostrarse en el compromiso correspondiente a la segunda jornada de la fase de grupos de la actual edición de la UCL.

Los cambios llamarían la atención debido a que un equipo buscaba mantener el resultado (Ajax), y el otro metería a toda la “artillería” para intentar llevarse los 3 puntos, era un contraste poco habitual.

A pesar de todo el partido nos deja una gran demostración de futbol europeo de primer nivel y, como triste noticia, la lesión del goleador bávaro, el central Mats Hummels, que tuvo que salir sustituido por Niklas Süle tras resentirse de un dolor percibido en la mitad del segundo tiempo.