
Stamford Bridge albergaba el que prometía ser el gran partido de la jornada... y no decepcionó en absoluto. Un partido lleno de goles, emociones y dinamismo se ha resuelto con reparto de puntos entre ambos bandos.
Tras estar a punto de llevarse la victoria, el City se deberá conformar con un punto en un encuentro que le generó muchas complicaciones. El Chelsea desnudó las falencias del equipo de Guardiola y debilitó algunos puntos fuertes habituales, como lo es Rodri, que hoy no fue capaz de proteger a su equipo en la presión.
Por su parte, el Chelsea vuelve a protagonizar una noche emocionante de Premier League, como ya lo hizo el pasado lunes ante el Tottenham. A pesar de seguir ubicados en la mitad de la table, los blues presumirán de seguir invictos en duelos directos contra el resto del Big Six y tienen razones para ilusionarse.
Primer tiempo
El encuentro arrancó con un Chelsea que quería ser protagonista. Los locales n bloque alto para incomodar la salida de balón del Manchester City y se plantaron en campo celeste a partir del dominio del mediocampo; desde el primer minuto, Enzo y Moisés Caicedo se hicieron sentir y dominaron el partido. El ecuatoriano cortando y sacando el balón desde la bases, y el argentino apareciendo y liderando en todas las zonas de la cancha; ambos se sentían cómodos y, por tanto, también el Chelsea.
Con el paso de los minutos seguía dominando el Chelsea, aunque no podía traducirlo en situaciones de peligro. Al Manchester City le costaba asociarse en campo contrario. Los centrales, tanto por virtud del posicionamiento del Chelsea como por errores propios, estuvieron especialmente desacertados en el primer pase, fallando envíos o entregando el balón en posiciones que retrasaban el avance del equipo.
Aún así, fueron los visitantes quienes rompieron el cero -al 25'- gracias a un polémico penal. Haaland intentó llegar a rematar un centro procedente de la banda izquierdo, pero cayó por un agarrón de Marc Cucurella, que Anthony Taylor consideró suficiente para cobrar la pena máxima. El mismo noruego se encargó de patear desde los once metros y puso a los suyos por delante en el marcador.
Pero la ventaja les duraría poco a los dirigidos por Pep Guardiola, pues cuatro minutos más tarde Thiago Silva igualaría el resultado con un cabezazo ajustadísimo al segundo palo desde un córner. Y luego, al 37', los blues tomaron la delantera con un gol de Sterling y un error muy grave de Josko Gvardiol; el Chelsea atacaba por banda derecha y filtraron un balón para Reece James; el pase fue directamente a los pies del croata, que se desubicó en el giro y se la dejó servida a Reece James, que encontró a Raheem completamente solo en el área chica.

La alegría sería fugaz también para los londinenses, que perdieron la ventaja en el primer minuto de agregado por una destanción en un tiro libre que dejó a Akanji liberado frente al arco, y el suizo sacó un cabezazo potente y esquinado, dejando a Robert Sánchez sin opciones de evitar el 2-2.
Pep Guardiola tenía mucho por corregir en el descanso. El Chelsea superó con mucha facilidad la presión de los cityzens durante todo el primer tiempo; la clarividencia de Enzo llevó a los capitalinos a atacar constantemente el carril central, y a él se sumaban por bandas un inspirado Raheem Sterling -que también cabía por el medio- y Reece James y Cole Palmer formando una sociedad de constante peligro por la derecha.
Segundo tiempo
Los locales salieron con demasiada pasividad tras el descanso y los mancunianos no perdonaron. En una de las primeras jugadas de la segunda parte, Erling Haaland recibió de espaldas un balón largo en el mediocampo y se pudo girar ante un intento fallido de anticipación de Moisés Caicedo; el noruego se la dejó a Foden por banda derecha y éste esperó a que Julián Álvarez le pasara por la espalda; el argentino, cerca de la línea de cal, mandó un pase raso al área chica que empujó Haaland para el 2-3.
Como ya se podía prever en la primera parte, en la segunda el juego se rompió por completo. Ambos equipos encontraban espacios para correr y hacer daño. El City puso en varias ocasiones a Jeremy Doku en situaciones de 1vs1, pero no pudo superar nunca la marca de Reece James; por su parte, el Chelsea se acercaba con Sterling y, sobre todo, Cole Palmer como líder del ataque azul; el joven inglés incluso estuvo a punto de cumplir la 'ley del ex', con una conducción que superó a los centrales celestes, pero el -flojo- remate terminó en manos de Ederson.

Llegada la media hora de juego, Mauricio Pochettino sorprendió sacando del campo a dos de los mejores jugadores del Chelsea en el partido, Enzo y Reece James, para que entraran Mudryk y Malo Gusto. El ucraniano tardó poco en hacerse sentir y en su primera conducción por banda conectó con Caicedo y éste dejó a Gallagher de cara al arco; el inglés remató fuera del área y Ederson pudo detener el balón, pero el rebote quedó en el medio y Nico Jackson fue el más rápido para cazarlo y volver a empatar el marcador.
El ritmo del juego nunca bajó. El mediocampo no existía, se jugaba por bandas y cerca de las áreas. El Manchester City volvió a tomar la ventaja al 86', cuando, tras un disparo bloqueado, el rebote le quedó a Rodri, que remató de zurda y, con la ayuda de un desvío en Thiago Silva, mandó el balón al fondo de la red para darle a los suyos una victoria que parecía definitiva.
Sin embargo, el Chelsea no se rendiría en su casa. Mauricio Pochettino metió a Armando Broja a la cancha en lugar de Moisés Caicedo y el albanés tardaría poco en hacer valer la confianza de su entrenador; al 93' recibió un centro dentro del área, controló y recibió una entrada de Rúben Dias que Anthony Taylor no dudó en decretar falta. Fue Cole Palmer quien se encargó de cobrar el penal y, en el tiempo agregado, mandó el balón al ángulo, marcando ante su exequipo y dándole un meritorio punto al Chelsea.
