El paso del tiempo, situación que ocurre sin más, sin necesidad de buscarla, ciclo natural de la vida en el que cada milésima de segundo se trata de un nuevo y completamente irrepetible regalo, fenómeno tan mágico como inadvertido para los ojos humanos, observándolo de manera objetiva, pero que, vislumbrado subjetivamente, adopta posturas totalmente contrarias.
¿Cuánto tiempo son cuatro meses y medio? Si se pregunta a cualquier persona que tome como perspectiva su propia vida te dirá que no se trata de una gran cantidad de tiempo, es relevante pero no una cantidad enorme. Pues bien, si esa misma pregunta se le hiciese a un aficionado del Inter la respuesta sería totalmente distinta, pues para ellos cuatro meses y medio son una absoluta eternidad.
El punto a tener en cuenta para poder fijar el inicio de ese interminable periplo interista de menos de medio año es el partido de la séptima jornada de Serie A jugado el 2 de octubre frente al mismo rival con el que se verá las caras el próximo domingo. En ese encuentro el equipo perdió por 2-1, aunque dio una muy buena imagen e incluso llegó a dominar en algunos tramos del partido; y ese fue el partido que inició la decadencia del conjunto dirigido en aquel momento por Frank de Boer. Cuatro meses y medio después la historia se repite, pero el tiempo ha hecho que todo sea distinto.
La odisea ha terminado, van a por la gloria
Poco más de un mes tras el punto de inicio del periplo duró el holandés De Boer al cargo de la plantilla, un mes que para los aficionados del Inter parecía no tener fin, pues los malos resultados se encadenaban uno tras otro siendo descalificados en la fase de grupos de la UFA Europa League con derrotas frente a equipos como el Hapoel Be’er Sheva, pero la luz al final del túnel apareció en Milán una semana después y como si de un milagro caído del cielo llegó el hombre que sería la salvación del equipo, una salvación con nombre y apellidos: Stefano Pioli.
El partido del debut del nuevo entrenador era ni más ni menos que el derbi de Milán, que logró saldar con un empate a dos en el úlimo minuto gracias a Perisic. A partir de ese encuentro el Inter ha disputado 12 más con un saldo de 10 victorias y dos derrotas –frente a Juventus y Nápoles-, pasando de estar clasificados en la novena posición a marchar quintos y con posibilidades de seguir creciendo.
Desde el 2 de octubre de 2016 se lleva esperando en las gradas del Giuseppe Meazza una oportunidad de demostrar que ese partido con el que empezó la decadencia del equipo debería haberse teñido de nerazzurro. Ahora, aunque con caras nuevas tanto en la plantilla como en el banquillo, el equipo tiene la oportunidad de demostrar que la enorme racha cosechada desde la llegada de Pioli no es mera casualidad.
Siguiendo la estela del liderato
La lucha del conjunto de Spalletti está un poco por encima de las expectativas del Inter para la temporada, pues son el único equipo que parece seguirle el ritmo al imparable Juventus de Turín acompañados en muchos tramos de la temporada por el Nápoles de Sarri. Marchan segundos a siete puntos de los de Allegri sabiendo que solo los tres puntos en el feudo interista serían de utilidad ya que el conjunto bianconero no acostumbra a fallar.
Si en el caso de los locales su nuevo entrenador es el meritorio del éxito –ayudado por toda la plantilla- el que se cuelga el equipo a las espaldas partido sí partido también es el ariete bosnio Edin Dzeko, que con sus 27 goles esta temporada -19 en Serie A y ocho en Europa League- es la máxima referencia atacante de los giallorossi, ayudado del egipcio Mohamed Salah, también a un excelente nivel.
Convocatorias
La lista de los locales es la siguiente: Handanovic, Carrizo, Berni, Andreolli, Ansaldi, Medel, Sainsbury, Santon, Murillo, Medel, D’Ambrosio, Nagatomo, Gagliardini, Joao Mario, Kondogbia, Banega, Brozovic, Palacio, Icardi, Biabiany, Eder, Perisic, Candreva, Barbosa y Pinamonti.
Los visitantes viajarán con: Alisson, Lobont, Szczesny, Manolas, Emerson, Mario Rui, Fazio, Vermaelen, Bruno Peres, Juan Jesus, Rüdiger, Gerson, De Rossi, Perotti, Strootman, Grenier, Paredes, Nainggolan, Salah, El Shaarawy, Dzeko y Totti.
Posibles alineaciones
