Paso en falso muy importante de la Juventus, que ve como la Lazio la alcanza con 19 puntos en la clasificación, pero sobre todo, y tras el pinchazo en Bergamo de la anterior jornada, ve como el Napoli se escapa cinco puntos por encima y pone muy difícil la lucha por el campeonato. Además el Inter, que se enfrentará al Milán en el derby de la capital lombarda de Italia, también puede coger ventaja respecto a los de Turín, si logra imponerse en el encuentro.

Los de Massimiliano Allegri chocaron contra una muy buena Lazio, que demostró que su posición en la parte de arriba de la tabla no es para nada casualidad. Y es que el equipo dirigido por Simone Inzaghi, cuenta con una plantilla muy equilibrada, con además ciertos jugadores cada vez más consolidados internacionalmente. Entre ellos, el autor de un doblete esta noche, Ciro Immobile, que ya suma 11 goles en estas primeras ocho jornadas (números 'Messianicos'); o Milinkovic-Savic, el jugador más talentoso del equipo, que hoy volvió a dar una clase magistral de cómo adueñarse del medio del campo en todos sus sentidos. Si a eso le sumas jugadores de gran compustura como Lucas Leiva, Parolo, Luis Alberto o De Vrij, te encuentras un equipo que para batirlo tienes que hacer las cosas muy pero que muy bien.

La Juventus, lejos de ésto, disputó un partido muy espeso, haciendo notar la cada vez más dependencia de Dybala y mostrando su orgullo solo al final del encuentro, donde quizás incluso mereció empatar finalmente. Ya lo ha repetido Allegri hasta el infinito: "la temporada de la Juventus depende de que no perdamos la cabeza". Pues bien contra la Lazio la ha perdido totalmente. Nunca tuvo el partido controlado, mostrando lo que no realizaba hacía mucho tiempo, una vulnerabilidad defensiva, precisamente fruto de dar pié ha un partido roto, de esos que la Juventus ni suele ni le gusta conceder. Se confirma el equipo romano bestia negra de esta temporada hasta el momento, ya que ya salieron vencedores en la Supercopa Italiana, que valía el primer título de la temporada en el mes de agosto.

Primer tiempo

Allegri decidió no alinear a Dybala, que venía de largos viajes con Argentina, y apostar por un 4-3-3, que tiene pinta de ser el futuro de la plantilla, especialmente viendo lo rápido que crece Betancur y que permitiría liberar a Pjanic (ausente por lesión) y acercarlo al área rival, más cerquita de Dybala para juntar el talento. La respuesta de Inzaghi era un muy ordenado 3-5-1-1, donde el todo terreno Milinkovic-Savic, permitía el equilibrio entre la medular guiada por Parolo y la tres cuartos, donde Luis Alberto asistía a Immobile.

Esperaba con orden el equipo de Roma, ante una Juventus que no encontraba la manera real de hacer daño, y que veía como su rival creaba peligro siempre que se acercaba a las inmediaciones de Buffón. Pero fue Douglas Costa, que tras una acción en dudoso fuera de juego, que tuvo que validar el VAR, quién puso en ventaja a su equipo: Bastos mantenía en línea al extremo brasileño.

Se venían los mejores minutos de la Juventus, que con la inercia del gol, veía como el portero laziale negaba el gol a Khedira con una inmensa estirada; y como el mismo guardameta se dormía ante la presión de Higuaín, y su rechace rebotaba en el argentino, que finalmente veía como el balón se estrellaba en el larguero y botaba muy cerca de la línea de gol. Se salvaba el equipo romano, que estuvo a punto de irse de un partido que a la postre demostró tener muy bien preparado.

Segundo tiempo

Bernardeschi ocupaba el sitio de Douglas Costa, y posteriormente Dybala por Khedira, donde Allegri volvía a abrazar el 4-2-3-1 que precisamente experimentó por primera vez la temporada pasada ante la Lazio. Pero no había tiempo ni para que los espectadores volvieran a ocupar sus butacas que Immobile, tras una pared con el español Luis Alberto, ponía el empate en el marcador. Décimo gol en Serie A, igualando a Dybala en esa faceta. Él mismo, sería quién se procuararia un penalti, donde Buffón, según el árbitro, arrolló al delantero de la selección italiana. Él se lo guisaba y él se lo comía. Segundo gol en su cuenta particular y undécimo en la competición, colocándose como máximo goleador de la misma, en solitario.

Immobile chuta a portería | Foto: SS Lazio
Immobile chuta a portería | Foto: SS Lazio

A partir de este momento, solo se vió confusión por parte de la Juventus, que empujaba con más corazón que cabeza y eso lo aprovechaba la Lazio para contragolpear con constante peligro. Eso sí, apareció Dybala para con uno de sus zurdazos estrellar el balón en la madera, cuando todo el Allianz Stadium cantaba el empate. Antes de todo esto, Higuaín desperdició un mano a mano con el portero de la Lazio, que dejaba claro que no es el año de Higuaín (de momento).

Parecía que el partido llegaba a su fin, pero Todavía quedaba una llegada más y el partido no se había cerrado: Buffón lo había impedido minutos antes con una buena intervención mano a mano con el delantero rival. Bernardeschi encaraba en la frontal del área y era derribado. El árbitro no pitaba nada, pero el VAR hacía desquiciar a los jugadores laziales, decretando la pena máxima. Parecía la misma escena que semanas antes en Bérgamo, Toda la Juventus en manos de su número diez (Dybala), esta vez para arañar un empate. Corría el minuto 96 y el argentino volvía al punto de penalti. Misma situación, mismo desenlace. Paró Strakosha y la Juventus volvía a perder en casa más de dos años depués (última derrota en agosto de 2015 contra Udinese en la primera jornada). La Lazio por su parte, sigue soñando con algo grande en esta temporada.