El hombre responsable del primer título de la selección de Portugal, Fernando Santos, es uno de los favoritos para llevarse el premio 'Mejor Entrenador' de 2016 de la FIFA. El seleccionador llegó al banquillo luso en octubre de 2014 y transformó por completo al equipo, hasta el punto de convertirlo en el campeón de la Eurocopa. Cogió al combinado das Quinas tras el Mundial de Brasil, donde los portugueses no fueron capaces de superar la fase de grupos, y tras el primer encuentro de la fase de clasificación para la Euro 2016, donde el equipo entrenado en ese momento por Paulo Bento cayó derrotado ante Albania. Es después de este partido frente a la selección albanesa el momento en el que Bento es destituido y llega Fernando Santos.

Santos sorprende con su primer convocatoria

El 23 de septiembre de 2016 fue presentado oficialmente por la Federación Portuguesa de Fútbol como entrenador de la selección absoluta de Portugal. Santos se hizo cargo de Portugal después de terminar contrato como técnico de Grecia, logrando alcanzar los octavos de final en un Mundial por primera vez en la historia del país. El 3 de octubre de 2014, con motivo del encuentro con Dinamarca en la fase de clasififcación para la Euro 2016, Fernando Santos divulgó su primera convocatoria con muchas sorpresas. De los 24 futbolistas convocados, solamente la mitad de ellos habían entrado en la última convocatoria de Paulo Bento e hizo debutar a cinco de ellos, como fueron Ivo Pinto, José Fonte, Cédric Soares, João Mário y Adrien Silva, alguno de ellos se acabaría convirtiendo en piezas fundamentales del equipo.

A pesar de estas caras nuevas en la plantilla, lo que más sorprendió de la primera convocatoria del antiguo técnico de Benfica, Sporting y Porto fue la vuelta de jugadores con los que apenas había contado Paulo Bento: Ricardo Carvalho, Danny, Ricardo Quaresma, Eliseu o Tiago. Mientras Paulo Bento intentó confiar en los jóvenes tras el desastre del Mundial de Brasil, con una plantilla repleta de jugadores de las categorías inferiores, Fernando Santos prefirió llamar de vuelta a viejas glorias del fútbol portugués (Carvalho, Quaresma, etc.) combinado con algunos futbolistas que estaban empezando a destacar en la Liga NOS (Cédric, Adrien, etc.) y así complementar la base habitual del equipo (Patrício, Pepe, Moutinho, Cristiano, etc.) con la experiencia y juventud de los recién llegados.

Portugal cumple pero no brilla

El seleccionador luso debutó el 11 de octubre ante Francia en un amistoso que terminó en 2-1 a favor de los franceses, quién le iba a decir que sería precisamente ante Francia cuando Portugal y él mismo tocarían el cielo. Fue puesto en prueba oficialmente tres días más tarde ante Dinamarca en un partido de fase de clasificación donde en el primer once inicial de Santos había cinco futbolistas novedosos (Cédric, Carvalho, Eliseu, Danny y Tiago). A pesar de no superar a su rival de una forma brillante, Portugal fue superior y terminó venciendo en el descuento con un gol de Cristiano Ronaldo. El juego de la selección portuguesa no ilusionó pero sí cumplió con su obligación y sumó los tres puntos. Y así sería el resto de la fase de clasficación para Portugal, en ningún momento desplegó un juego brillante pero sí cumplió siempre con su objetivo y acabó venciendo los 7 partidos restantes. Fernando Santos hizo pleno en sus siete encuentros de la fase de clasificación venciendo a Armenia, Albania, Dinamarca y Serbia, con 21 puntos en siete partidos. Los lusos se clasificaron como primeros de grupo con 11 goles a favor y solamente cuatro en contra, demostrando la seguridad defensiva que dio Santos al equipo. 

Durante dichos partidos clasificatorios para la Euro, llegaron a defender la camiseta de la seleçao das Quinas viejos rockeros como Hélder Postiga, Miguel Veloso o José Bosingwa, además de los nombrados anteriormente. A su vez también debutaron de la mano de Santos algunas de las perlas del fútbol portugués: Raphael Guerreiro, Renato Sanches, Anthony Lopes, Bernardo Silva o Nélson Semedo.

Experiencia y juventud, la fórmula perfecta

El entrenador luso combinó en todo momento la experiencia de los veteranos con la juventud de los debutantes, formando un grupo seguro y compacto atrás con frescura y rapidez en las bandas. Fernando Santos recuperó el carácter competitivo que le faltaba a Portugal en los últimos años y consiguió que el equipo fuese un bloque con las ideas claras y que no dependiese de ciertas individualidades. 

Con la lesión de Danny antes de la Eurocopa, el técnico tuvo que modificar su esquema y se presentó al torneo con un 4-3-3 clásico, con Cristiano Ronaldo en punta. De esta forma Portugal dejó de depender tanto del futbolista del Real Madrid en la creación de juego y ocasiones, y apareciendo más bien en los últimos metros como goleador puro. Detrás del madeirense se colocaban Nani, João Mário o Quaresma como extremos puros, donde destaca su movilidad y facilidad de combinar rapidamente.

En el centro del campo se colocaban tanto Danilo como William Carvalho como pivote, acompañado de Moutinho, André Gomes, Adrien Silva o Renato Sanches. Con el pivote más atrasado haciendo que el paso de defensa a ataque sea más corto y con un perfil más defensivo, serían los otros dos centrocampistas los encargados de combinar y crear el juego junto con los tres de arriba. A esto hay que sumarle las constantes subidas de Guerreiro, Cédric o Vieirinha por las bandas que tanto daño llegaron a hacer a los equipo rivales. Por último, Pepe, Ricardo Carvalho o José Fonte formaban junto con Rui Patrício en portería una auténtica muralla, tal y como demostraron en toda la fase de clasificación.

Portugal intenta hacerse un hueco entre las favoritas

Portugal llegó a la Euro sin hacer mucho ruido, aunque siempre entre las posibles sorpresas, lejos de las favoritas como España, Alemania o Francia. Con un grupo muy asequible con Islandia, Austria y Hungría, parecía clara la clasificación de Portugal para la siguiente fase. Sorprendentemente no fue así y los lusos no fueron capaces de vencer ningún partido en la fase de grupos, sumando tres empates y pasando a la siguiente ronda como tercero de grupo. En estos tres primeros partidos, la selección portuguesa no terminó de brillar como algunos esperaban, a pesar de ser superiores y de jugar mejor que sus rivales no lograron vencer ninguno de los tres encuentros.

Santos no logra vencer y cambia de idea

Ante esto, Fernando Santos prefirió cambiar de táctica y Portugal se convirtió, con el mismo esquema y los mismo jugadores, en un equipo defensivo que buscaba salir al contraataque. Esto se vio en el partido de octavos de final frente a Croacia donde el conjunto de Santos aguantó durante todo el duelo los ataques y las ocasiones generadas por los croatas. Finalmente, un gol de Ricardo Quaresma en la prórroga permitió el avance a los cuartos de final. Allí el actual campeón de Europa se encontró con Polonia, un conjunto con un potencial de talla mundial en ataque por lo que Santos no dudó en retrasar a los centrocampistas formando un bloque compacto en defensa. Sorprendentemente Portugal sumó otro empate más y logró superar a Polonia en los penaltis.

Imagen: Getty Images
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Ya en las semifinales se veía como posible ganadora del torneo a la Seleçao das Quinas y ante Gales ganó por fin su primer encuentro del torneo en los 90 minutos. En el duelo de semis se enfrentaron dos equipos que estaban acostumbrados a dejar al rival tener la posesión y buscar hacer daño a la contra pero en el Portugal - Gales se fueron turnando portugueses y galeses en tener el balón y generar las ocasiones. Los primeros lo consiguieron con mayor éxito y esto se reflejó en dos goles en el arranque de la segunda parte que sirvieron para pasar a la final de la Eurocopa.

Portugal se presentaba en una final de una Copa de Europa por segunda vez en su historia queriendo olvidar lo sucedido en la primera. Se enfrentaban al anfitrión y buscaban amargarle la noche, tal y como Grecia les hizo a ellos en 2004. Por si no era suficiente disputar la final en París ante la selección francesa, Cristiano Ronaldo cayó lesionado a los 17 minutos y, tras intentar seguir, salió del campo en el 25'. Con todo en contra, los lusos aguantaron llegada tras llegada de los franceses y en alguna ocasión lograron llegar al área rival. Los minutos iban consumiéndose y entre Rui Patrício y la defensa hicieron que fuese imposible encajar un gol. Llegó la prórroga otro partido más y ya en la segunda parte, cuando todo parecía que iba a terminar en la lotería de los penaltis, Éder, en una gran jugada individual, marcó el gol más importante de la historia de Portugal. 

Siempre con un as en la manga

Si hay algo en lo que acertó en todo momento Fernando Santos durante la Eurocopa de Francia fue en las substituciones. Siempre con el equipo bien compacto, con las ideas claras, dejando pocos huecos a los rivales, dejándoles poco espacio para pensar, lo que fallaba en muchas ocasiones durante los encuentros era la ejecución arriba de las pocas ocasiones que generaba el equipo. Esto lo resolvió el seleccionador luso acertando siempre con los cambios.

En octavos de final, a los 87 minutos, metió a Ricardo Quaresma en lugar de João Mário y fue el actual jugador del Besiktas quien metió en gol de la prórroga que dió la victoria a Portugal. Ante Polonia en la siguiente ronda metió a João Moutinho en el 73' y a Quaresma en el minuto 80, dos entradas que cambiaron por completo el ritmo del partido y el segundo fue quien marcó el quinto penalti en la tanda. En semis no fue necesario ninguna substitución para alcanzar la victoria, sino que fueron los cambios en el once inicial los que marcaron la diferencia y es que el centro del campo formado por Danilo Pereira, Renato Sanches y Adrien Silva carburó a la perfección ante Gales.

Imagen: Getty Images
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Por último, en la gran final con Francia en frente fueron determinantes las entradas de Joaõ Moutinho y Éder, ya que por los pies del primero dependió la creación de las pocas ocasiones lusas y gracias a la bota derecha del segundo llegó el gol de la victoria. Con esto Portugal demostró ser un equipo, tanto los once en campo como los 12 del banquillo, todos formaban parte del gran bloque que construyó Fernando Santos. Un Fernando Santos que aterrizó en Lisboa tras ganar la Eurocopa con cero derrotas en sus primeros 14 partidos en competiciones oficiales.

Entre los diez nominados a 'Mejor Entrenador' 2016

El técnico nominado a Mejor Entrenador de 2016 ha demostrado saber trabajar con los pocos recursos que tenía y aprovecharlos para llegar a ser campeón, con las ideas muy claras y sabiendo transmitir a los jugadores el papel de cada uno. Portugal ha pasado de ser una selección repleta de individualidades a convertirse en un bloque con un sistema de juego efectivo y definido, donde todos cumplen. El galardón será entregado el próximo 9 de enero en Zúrich y el ganador se determinará mediante un votación en dos partes, en la que una mitad de la decisión se basará en votos emitidos por los capitanes y entrenadores de las selecciones y la otra mitad por la votación pública de aficionados junto a las votaciones de unos 200 periodistas de todos los continentes.