Esta noche se enfrentaron el Os Belenenses y el Porto en el juego que cerraba la jornada sabatina de la Liga NOS. Un juego que prometía en la previa pero que en la realidad decepcionó bastante.
Noche gris, muy gris y no sólo en el cielo, desde la misma tribuna se esperaba un mejor ambiente pero la lluvia y el frío terminaron ahuyentando a la gente de Belém.
Los de Nuno lo tenían claro; una victoria sanadora que les diera optimismo para afrontar lo que les queda con mayor confianza, pero esta no llegó. Empate sin goles en el Estadio do Restelo y con pocas emociones vividas.
Concierto de errores
Muy pocas emociones en el primer tiempo, contadas las ocasiones de gol para ambos equipos. La primera del juego fue para el equipo local al minuto 13 donde André Sousa sacó un potente disparo pero el balón se estrelló en el poste.
La única jugada de peligro que llevó el Porto a la portería de Pereira fue al minuto 22. Jesús Corona brindó una gran asistencia para el español Oliver, pero este no pudo definir, no decidió rápidamente y cuando lo hizo, ejecutó de mala forma.
Tomar las decisiones correctas constituye la parte más importante de este juego y esta premisa básica la omitieron esta noche.
Los azules de Restelo se pararon bien el campo poblando la mitad de la cancha dejando solo en el ataque a Camará. Al minuto 32 Sturgeon tuvo el gol que marcara la diferencia tras una mala salida aérea de Iker Casillas pero su disparo lo mandó a volar.
Un Porto sin ideas y pantanoso en el primer tiempo, la pertinaz lluvia que caía sobre el verde poco ayudaba para ver un mejor accionar de ambos conjuntos.
André Silva y Diogo Jota apenas y tocaron la redonda, se perdieron en la oscuridad de su equipo. Corona no desbordada, Oliver no decidía y Otavio no traía el toque de otras noches.
Sobre el primer tiempo el juego se tornó ríspido y friccionado, tal vez por la frustración e incapacidad de poder controlar el juego. Con abucheos y silbidos terminó la primera parte.
Mayor determinación del Porto, pero sin eficacia
El complemento inició de mucha mejor manera, los dragones se mostraban más incisivos y estuvieron cerca del gol, primero Felipe y posteriormente Marcano con un sólido cabezazo que fue salvado en la línea tras un tiro de esquina.
El Porto mostraba una cara más agresiva, estaba más rápido y de inmediato se hizo dueño del juego, parecía ser cuestión de tiempo para que el gol hiciera acto de presencia. La determinación del visitante era clara y movían la pelota de un lado a otro.
Nuno dio entrada al delantero Belga Depoitre tratando de aprovechar la fragilidad defensiva por lo alto de los locales, su lugar lo dejó Diogo Jota quien lució desconocido.
Continuaba el trámite del juego y el Porto no contaba con la creatividad para abrir a los pasteles, quienes aprovechaban los espacios y en jugadas aisladas Camará pudo sorprender a Casillas, quien respondió bien a los destellos del Belenenses.
Nuno agotó sus cambios y mostró su cara más agresiva; pasó a jugar de su clásico 4-1-3-2 a un clavado 4-2-4, clara evidencia de la desesperación por anotar y acabar con la sequía de goles de su equipo.
La última gran chance del juego fue por parte de André Silva al minuto 89´pero el portero Joel Pereira atajó muy bien tras un desborde a línea de fondo del uruguayo Maxi, quien fue el jugador que mayor actitud mostró por el Porto.
Recién terminó el juego Maxi Pereira resumió el juego: “No hay excusas, regalamos el primer tiempo y en el segundo tiempo nos faltó eficacia”
Con el empate el Porto ya suma tres igualadas de manera consecutiva y puede cerrar la jornada a siete puntos del Benfica y bajar hasta el quinto lugar. Por su parte el Belenenses se estaciona en la posición 11 con 13 puntos.
Ambos equipos se verán nuevamente las caras en tres días en juego correspondiente a la Copa de la Liga donde ambos coinciden en el grupo B, donde lo comparten con el Feirense y el Moreirense.
En lo que respecta a la Liga NOS, los de Restelo visitarán al enrrachado Estoril y el Porto tendrá una gran oportunidad de reivindicarse cuando reciban al SC Braga en el juego más destacado de la siguiente jornada.
Hoy no apareció la magia de Otávio, la definición de Silva, la electricidad de Corona, mucho menos el control de Herrera que no fue ni siquiera convocado y este Porto cada vez está más lejos de la punta; no le quedó de otra más que irse de Belém con la mirada clavada al campo y el orgullo machacado.