Como sucediera el día del Alcorcón, no se había terminado de sentar parte de la grada cuando el colegiado señaló una pena máxima por derribo dentro del área de David García a Trigueros. Marcos Senna ponía por delante al Villarreal con todo el encuentro por jugarse.
Sergio Lobera cambió el dibujo táctico poniendo en liza un claro y clásico 4-4-2. No solo el técnico aragonés modificó la distribución de sus hombres sobre el terreno de juego, también apostó por una manera diferente de jugar. La mala racha de resultados propició que el conjunto canario sacara de puerta en largo y cuando el esférico lo tenía el rival, los insulares esperaban en campo propio. Con el agua al cuello, la salida de balón limpia desde atrás y la presión en campo contrario pasaron a mejor vida en la primera parte de la jornada de hoy.
Las Palmas tropieza con la madera
Lo cierto es que el nuevo planteamiento le funcionó a los amarillos. El Villarreal (de negro) no inquietó en todo el primer tiempo a Barbosa y la Unión Deportiva se estrelló en dos ocasiones con los palos a disparos de Javi Guerrero y Vitolo. Marcos Senna y Bruno controlaban el centro del campo ante el respeto de los locales, pero nadie rompía en zona de tres cuartos para los castellonenses.
Nada más iniciarse la segunda mitad, el dinámico Thievy empataría la contienda. Sacaron de centro los de Julio Velázquez, el balón llega a Juan Carlos, que despeja de manera defectuosa a los pies de Guerrero para tras el disparo del madrileño y la parada del arquero visitante, llegar el cuero manso a los pies del delantero francés que anotaría a placer.
A partir de ahí, llegarían los mejores minutos de Las Palmas con un Nauzet Alemán incisivo, tanto a balón parado como desde la banda derecha. Sería sustituido antes de cumplirse el primer cuarto de hora de la reanudación. Juan Carlos, como si la jugada del gol recibido aún le pesara, se mostró inseguro a la hora de blocar disparos lejanos de Nauzet y Momo.
El Villarreal tuvo dos ocasiones para ponerse nuevamente por delante. La primera, tras revolverse a la media vuelta el Rifle Pandiani y la segunda, tras una contra donde Bruno llegó forzado ante Barbosa, terminando la jugada en córner. Sin embargo, sería Thievy quien llevaría la victoria provisional para los amarillos tras un gran control a un buen pase de Chrisantus, el cual había sustituido minutos antes a un ovacionado Javi Guerrero.
Dos maneras de ejecutar una misma jugada
Vitolo sería el protagonista de las dos jugadas siguientes, donde tomaría dos decisiones antagónicas con muy diferente resultado: en la primera, tras una buena jugada grupal, el 7 amarillo encaró a su defensor para soltar un disparo que se fue desviado, pero acabando la jugada como se suele decir; la segunda, en parecidas circunstancias trató de meter un pase a la frontal del área que propició un contraataque enemigo con el equipo descolocado (especialmente Corrales), desembocando en penalti por derribo de Barbosa a un Hernán Pérez que había entrado de refresco. Senna hizo el segundo de su equipo y de su cuenta particular. Las Palmas cometió en el segundo gol encajado uno de los pecados capitales del fútbol: no te pueden sorprender a la contra cuando vas ganando.
La UD tuvo tiempo para generar dos nuevas ocasiones de gol y conquistar los tan ansiados tres puntos. La mejor fue para Vitolo, donde tras un gran pase interior de David González, trató de picar el balón ante la salida de Juan Carlos, pero éste se redimió de la acción del primer gol canario abortando el tanto local. Prácticamente sobre la bocina, en una falta lejana botada por Momo, Chrisantus remató defectuosamente de cabeza solo en el segundo palo.
Con el empate, las rachas de ambas escuadras siguen impolutas; los de Lobera continúan sin ganar por quinta jornada consecutiva cayendo a puestos de descenso, y los de Velázquez aún no conocen la derrota en el campeonato nacional de Liga.
Foto: Thievy y Momo festejan el segundo gol del 16 amarillo. | Autor: CDR (udlaspalmas.es)