Una montaña rusa de fútbol. Quizás esa sea la mejor manera de ilustrar el partido que disputó la UD Las Palmas frente al Ibiza. Si el lector se fija únicamente en el resultado, todo son buenas noticias para el conjunto amarillo: mejor visitante de la categoría, una jornada más en puestos de ascenso directo y con la sensación de que el equipo tiene lo que hay que tener para mantener esa posición a final de curso. Sin embargo, la imagen que ha dejado el encuentro en Can Misses es más bien dubitativa. Se ganó, que a fin de cuentas es lo más importante, pero es más que evidente que la UD puede dar más de sí.

La escuadra grancanaria, que venía de pinchar en casa contra el Racing de Santander, salvó un matchball que podría haber resultado en la primera "minicrisis" tras un inicio de temporada arrollador. Son muchas conclusiones las que se pueden sacar de esta victoria y sobre todo hay algunas teclas que cambiar si el equipo pretende seguir en las posiciones más altas de Segunda División.

En el otro lado está un Ibiza que no encuentra la manera de ganar. Las sensaciones la pasada jornada en Ipurua fueron positivas pero el Eibar dejó los tres puntos en casa; este fin de semana el cuadro celeste firmó posiblemente la primera parte más completa de la temporada pero nuevamente se van de vacío. Desde el club se alude tanto a la mala fortuna como a decisiones arbitrales. Sea como fuere, el conjunto balear lo tiene ahora mismo realmente difícil conseguir la permanencia.

Revolución en el once de García Pimienta

Desde su aterrizaje en la isla, Pimi ha optado por la continuidad de su once tipo. Si la fórmula sale bien, no hay motivos para cambiar. Sin embargo, ya sea por las bajas, por la imagen que dio el equipo contra el Racing o por una mezcla de ambas, el técnico catalán sorprendió con el once inicial. Dos titulares a priori con la vitola de indiscutibles se quedaron en el banquillo y el entrenador planteó un duelo donde pretendía que la calidad individual se impusiera. Y pese a lo nefasto de los primeros 45 minutos, la estrategia dio sus frutos.

Los dos Cardonas, Sergi y Marc, partieron el choque desde el banquillo. Queda señalado sobre todo el lateral catalán, que fue quien cometió el penalti en la pasada fecha. El 3 amarillo no está en su mejor momento y Pimi optó por meter a Enrique Clemente, que contra el Racing había sido titular pero como central. El resto de la defensa fue la habitual, destacando el regreso de Eric Curbelo tras cumplir sanción.

En el centro del campo y las bandas, la UD juntó a todos los jugones. Se sabía la titularidad de Fabio por la lesión de Mfulu, pero sorprendió que García Pimienta pusiera toda la carne en el asador. Jonathan Viera, Enzo Loiodice, Alberto Moleiro y Pejiño. Posiblemente los cuatro mejores jugadores técnicamente hablando. En punta, Sandro Ramírez salía desde la partida.

Pincelada táctica en el esquema de Alcaraz

Por su parte, la UD Ibiza salió con el 4-4-2 clásico pero con un matiz importante. Lucas Alcaraz entendió que en Ipurua había que colocar dos refrencias: Ekain Zenitagoia y Kaxe. Sin embargo, para este partido cambió ligeramente el planteamiento: entró Mateusz Bogusz como atacante algo más atrasado. El polaco hizo de 10 y con ello se pretendía ganar más movilidad por el centro. 

De resto, el once esperado. Nolito y Christian Herrera por las bandas, Pape Diop y Kévin Appin en el doble pivote y primera vez que coinciden en el campo los dos nuevos centrales celestes: Fausto Grillo y Marcos Mauro.

Desde luego, el planteamiento de Alcaraz salió a las mil maravillas de la primera mitad. El Ibiza salió en tromba y, tácticas aparte, se vio al cuadro balear con mucha más hambre y ganas. La UD perdió prácticamente todos los duelos individuales, no conseguía hilar una posesión ni para atacar ni para defenderse con el balón. Las Palmas se presentó tarde en Can Misses y, tal y como pasó en Huesca, solo empezó a espabilar cuando se vio por detrás en el marcador.

Errores individuales pero sobre todo colectivos

Quizás lo decantó el partido fue cómo encajaron cada uno de los dos equipos los errores propios. En el caso de la UD, fue el fallo garrafal de Álex Domínguez lo que terminó de despertarles. Minutos atrás, un resbalón de Saúl Coco propició un mano a mano de Bogusz con el meta amarillo. A simple vista, el gol del Ibiza se resume en el error de concepto del portero de Las Palmas. Un centro bombeado al que ningún rival podía llegar y un balón a priori sencillo de atrapar. Sin embargo, la pelota se le escurre y Bogusz aprovecha el regalo. 

Pese a ello, hay otro fallo que el conjunto canario no pudo solventar ni en el gol ni durante el resto del choque. Y es que la clave del juego celeste pasaba sobre todo por el carril diestro. Joseda Menargues fue un dolor de cabeza para la UD durante todo el partido. Las mejores ocasiones del Ibiza llegaron a través de sus centros o de sus potentes saques de banda. Incluso con superioridad numérica y con un cambio en el lateral, los amarillos no fueron capaces de frenar esa sangría.

Con balón, solo Alberto Moleiro encontró algo de clarividencia en ataque. La UD estaba espesa y solo el talentoso jugador tinerfeño encontraba huecos en la zaga rival. Un gran filtrado pase suyo supuso la única jugada de peligro en el área. No estuvo acertado Sandro, al que por momentos se le veía frustrado. De resto, Las Palmas sólo encontró oportunidades desde la larga distancia. El plan de Alcaraz funcionó en la primera parte porque aprovechó los errores amarillos pero sobre todo porque no sufrió atrás.

García Pimienta agita el partido en el descanso

Consciente de la primera parte que habían realizado sus jugadores, Pimi no dudó en cambiar la pizarra antes de la reanudación. Dos cambios en el descanso y que cambiaron por completo la disposición táctica. Salió Álex Suárez por Álvaro Lemos. La intención estaba clara: dotar a su equipo de más profundidad por el carril diestro. Pero sin duda el que más sorprendió fue el de Marc Cardona, que entró por Enzo Loiodice. El francés, que había sido amonestado, salía por el delantero catalán. Tal y como pasó contra el Racing, Sandro fue la referencia ofensiva y Marc cayó a banda izquierda.

La UD empezó a asediar y prácticamente en su primera jugada de ataque casi logra el empate. Nuevamente Alberto Moleiro encontró el desmarque de Sandro y esta vez fue Daniel Fuzato el que evitó el tanto con una gran intervención en el uno contra uno. Ahora sí que Las Palmas se empezaba a parecer más a su mejor versión.

Expulsión y remontada en diez minutos

Uno de los debes de la UD en la primera vuelta era cómo el equipo gestionaba los partidos con estaba en superioridad numérica. Contra el Racing se fue incapaz de anotar estando durante más de una hora con un jugador más. Mismo caso contra el Cartagena, donde hubo que esperar a la última jugada del descuento para ver el gol. Frente a la Ponfe, dio la casualidad de que la expulsión y el tanto llegaron en la misma jugada, pero no se fue capaz de sentenciar y se acabó sufriendo más de la cuenta.

Ocurrió todo lo contrario en Can Misses. Tan solo diez minutos pasaron entre la expulsión de Gonzalo Escobar y la remontada amarilla. El cuadro grancanario fue consciente de la oportunidad que se le presentaba y se lanzó a por ella asumiendo riesgos atrás. Primero Sandro Ramírez con un golazo desde el pico del área. Fue la única jugada donde el 9 partió desde la banda y Marc se colocó como referencia. Instantes después, un error de concepto en la salida del balón lo aprovechó Jonathan Viera. Robo, internada en el área y calidad en el mano a mano.

Fotografía: La Liga
Fotografía: La Liga

Sin duda esa tarjeta roja fue una losa muy pesada de cargar para el Ibiza. Tanto los jugadores y cuerpo técnico como a nivel institucional, el Ibiza se quejó de esa segunda cartulina amarilla a Gonzalo Escobar. Se podría discutir durante bastante tiempo si esa acción con Pejiño es suficiente para una amonestación, pero hay dos puntos que objetivamente no se pueden rebatir. En primer lugar, un jugador de Las Palmas vio la tarjeta en la primera mitad por una acción idéntica. El francés estira el brazo en el salto con el rival y le impacta en el rostro. Nuevamente, se puede discutir si eso es suficiente para ser amonestado, pero lo que hizo Gálvez Rascón con el lateral del Ibiza fue mantener el mismo criterio que había establecido anteriormente.

En segundo lugar, sea una decisión justa o no, lo cierto es que el CTA no tiene dudas en esas acciones donde un jugador estira el brazo en una disputa por arriba. Es por ello que, teniendo ya una tarjeta, resulta un tanto imprudente que Gonzalo Escobar vaya de esa manera a un salto. El lateral argentino compró muchas papeletas para ser expulsado y además el colegiado estaba colocado justo enfrente de la accción.

Control tras la remontada y susto final

El esquema de la UD se vio alterado hasta en tres ocasiones tras el 1-2. Saúl Coco vio una amarilla y García Pimienta no quería arriesgarse a perder la superionidad numérica. Sacó al central ecuatoguineano y metió a Sergi Cardona. Enrique Clemente centró su posición y abandonó el lateral zurdo. Más adelante, Sandro dio paso a Óscar Clemente, por lo que Marc Cardona ahora sí que pasaba a la punta de ataque. Por último, para ganar contundencia en el juego áreo, Pimi dio entrada a Sidnei y Las Palmas jugó los minutos finales con otro defensa.

Casi que bajó los brazos el Ibiza cuando se vio por detrás del marcador pero llegó viva al tramo final del partido. Las Palmas ahora sí que monopolizó el balón y sí que dio un paso adelante para buscar el tercero, pero no quiso asumir tampoco demasiados riesgos. Con uno menos y a la desesperada, los baleares encontraron sus opciones a balón parado. Hasta en dos ocasiones subió Daniel Fuzato a rematar y en las dos el portero brasileño estuvo apunto de anotar.

En resumen, la UD amarró lo más importante, el triunfo. Pese a ello, los amarillos deben mejorar la imagen dada en Can Misses, sobre todo en los primeros 45 minutos. Los amarillos afrontan ahora dos encuentros seguidos en casa, donde desde luego no ofrecen la misma fiabilidad que fuera de la isla. Por su parte, el Ibiza ve cómo una jornada más deja buenas sensaciones pero se va de vacío. El cuadro celeste necesita un triunfo con urgencia porque poco a poco la permanencia se está alejando.