La SD Ponferradina afrontaba su cuarta temporada consecutiva en Liga Adelante con el objetivo de la permanencia pero sin dejar atrás los playoffs de ascenso, ya que la anterior campaña el equipo blanquiazul peleó hasta la última jornada con el Zaragoza por esa sexta posición y se quedó a un solo tanto de jugarlos, acabando en 7ª posición con 59 puntos.
La entidad quiso dar continuidad a este proyecto y anunció la renovación del técnico José Manuel Díaz de inmediato por una temporada más. Además, el club renovaba a uno de sus jugadores franquicia como el tinerfeño Acoran Barrera e incorporaba a sus filas la friolera de trece jugadores en el mercado estival. No obstante, solamente los fichajes en el mes de enero de Raíllo y Aguza funcionaron y aportaron contundencia y calidad al equipo.
En el apartado de bajas, a finales de agosto dejaba el club el delantero Rubén Sobrino, uno de los jugadores destacados de la pasada temporada, que fue traspasado al Manchester City a finales de agosto, aunque su destino sería finalmente el Girona en calidad de cedido.
Se esperaba una temporada ilusionante y de consolidación en la categoría y acabó siendo una autentica debacle, con salida de dos entrenadores, uno de los emblemas de la Deportiva como Yuri y como traca final el merecido descenso a Segunda División B consumado en la última jornada ante el Girona.
Una plantilla hecha para soñar
El mejor equipo de su historia por profundidad y por nombres. La Deportiva apostó muy fuerte durante el verano de 2015 con el objetivo de saborear de una vez los playoffs de ascenso que tan cerca se habían quedado las dos últimas temporadas. Nombres ilustres del fútbol español como Álvaro Antón, Ignasi Miquel o Jorge Casado llegaban al equipo en el que también recalaban jugadores de la talla de Vullnet Basha o internacionales como Luka Djordjevic y William Jébor además del habilidoso extremo David Caiado. En el capítulo de bajas no se pudo mantener a Kepa Arrizabalaga que recaló en las filas del Real Valladolid y tampoco se quedó Rubén Sobrino que mareó la perdiz hasta el último momento en el que fue fichado por el Manchester City para después ser cedido al Girona CF.
Por primera vez en su historia, la SD Ponferradina contaba con internacionales en su plantilla algo que, a la larga, ha resultado ser un lastre. Manolo Díaz contaba con dos hombres de garantía por puesto y todos coincidían a la hora de agradecer esa competencia. Durante este periodo de preparación previo al inicio de la liga, el conjunto berciano se centró en mantener la portería a cero y mejorar sus prestaciones defensivas. Prueba de ello fue su balance de esta pretemporada que se saldó con cinco victorias, un empate y dos derrotas por la mínima, dejando a Melero como el 'pichichi' con tres goles. Los refuerzos eran de calidad, se había mantenido el bloque que meses antes había luchado por llegar a los puestos de promoción y la afición estaba entregada. Pocos en Ponferrada se atrevían a vislumbrar el fatal desenlace que le esperaba a la Deportiva en la temporada 15/16 en Segunda División.
Dos versiones totalmente opuestas durante la primera vuelta
La Ponferradina comenzaría su andadura en esta Liga Adelante mostrándose muy solvente en El Toralín sacando sus partidos por victorias y a domicilio sin conseguir ni un solo punto en las primeras semanas de competición, aunque esta tónica se extendería toda la temporada, ya que los números de la escuadra berciana fueron bastante pésimos fuera de casa.
Sin mucha brillantez en su juego, pero efectiva de cara a puerta la Deportiva abrió la temporada 15-16 en esta Liga Adelante con una victoria ante el Elche con tantos de Yuri y Berrocal en la segunda mitad.
En la primera salida de la temporada, ante uno de los rivales con los que finalmente se jugó el descenso, el Mallorca, la Deportiva caería por la mínima, por una ingenua pena máxima cometida por Miquel al cuarto de hora de partido. Después de la primera derrota de la temporada los blanquiazules regresaban al Toralín y vencían con contundencia en el derbi ante el Valladolid por 3-0 gracias a la pegada del brasileño Yuri, que anoto un hat-trick, más que al buen hacer deportivista. Victoria en casa y derrota fuera por la mínima, esta fue la tónica de la Ponferradina durante las siete primeras jornadas de competición.
En la octava jornada liguera llegaría el primer pinchazo de la temporada como local de los blanquiazules ante el Nastic, pero desde ahí, la Deportiva logró encadenar siete jornadas consecutivas sin conocer la derrota, donde acumuló cuatro empates ante Huesca, Nástic, Mirandés y Almería y tres victorias ante Oviedo, Llagostera (primera y única fuera de casa) y Leganés. Sin duda fue el mejor momento de la escuadra blanquiazul en toda la temporada.
Esta buena racha de resultados tocaría a su fin en la Jornada 15, donde nuevamente fuera de casa, mostró su imagen más endeble y cayó por 2-0 ante un Zaragoza que llegaba en horas bajas al encuentro. Sin embargo, los bercianos se rehacían de este traspié con un sólido y contundente triunfo ante Osasuna por 3-0, donde la Ponferradina alcanzaba la buena cifra de 28 puntos.
A partir de aquí comenzaría el declive de resultados del equipo dirigido por aquel entonces por Manolo Díaz, que cerraría la primera vuelta con cuatro derrotas en cinco partidos, y solo fue capaz de puntuar en el Carlos Belmonte ante el Albacete donde igualó a dos tantos. Fue derrotado ante Lugo, Alavés (primera derrota en casa), Tenerife y concluyó la primera vuelta cayendo goleado en Girona por 4-0 donde la Deportiva cuajó una de sus peores actuaciones de la temporada.
Una segunda vuelta para olvidar hasta el último partido
Tras una primera vuelta sólida en la que la Deportiva fue de más a menos, la entidad berciana se vino abajo. Partido a partido fue encadenando derrotas, sumando a su endeble papel como visitante una imagen desastrosa como local. Apenas conseguía sumar puntos lejos de El Toralín y en casa se empezaron a suceder las derrotas ante Alavés, Tenerife y RCD Mallorca. Esta malísima racha de resultados supuso la destitución de Manolo Díaz al frente del equipo blanquiazul. Sumido en una vorágine autodestructiva, no quedaba ni rastro del conjunto que había sido capaz de estar entre los mejores en algunas jornadas durante la primera vuelta. El centro del campo se veía desbordado en cada ataque rival y apenas inquietaba a las defensas rivales.
La marcha de Yuri, entre lágrimas, los últimos días del mercado de invierno fue la gota que colmó el vaso. Su sustituto, Ian Hume, solo tuvo minutos en las últimas jornadas, con el agua al cuello, y se irá de Ponferrada sin haberse estrenado como goleador. Cayendo a plomo en la tabla, la derrota por 4-0 en Montilivi cerró los primeros 21 partidos de la Liga Adelante pero no sirvió para suturar una herida por la que la Deportiva se desangraba. Si acaso fue muestra del mal endémico que asolaba a la plantilla.
Berrocal, Jébor y Djordjevic no llegaban a diez goles entre los tres cumplida la primera mitad de la competición y en segunda línea solo Álvaro Antón podía presumir de haber estrenado su casillero como goleador. Rubén Vega asumió como interino el cargo de entrenador del primer equipo a la espera de que la directiva se hiciera con los servicios de un Fabri que tal como llegó, se fue. El técnico gallego aterrizó en el club berciano a finales de febrero y en su debut como entrenador de la SD Ponferradina cayó ante el ya por entonces colista Bilbao Athletic por 4-2. Un mal presagio. No obstante, la imagen del grupo cambió y poco a poco fue capaz de recuperar su solidez como local.
El equipo sabía que muchas de sus posibilidades de conseguir la permanencia pasaban por hacer de El Toralín un fortín y empezaron a sumar de tres en tres en casa. Numancia, Huesca y Llagostera perdieron por la mínima en el feudo berciano y permitieron a la Deportiva respirar durante algunas jornadas. A falta de diez jornadas la Deportiva sumaba 38 puntos y dormía fuera de los puestos de descenso.
El partido ante la UD Almería, en casa, se antojaba clave para amarrar la permanencia y ante un Toralín a rebosar el equipo no fue capaz de conseguir la victoria. Es más, perdió 1-3 de manera inexplicable y empezó a consumar su descenso. Los triunfos ante CD Lugo y Albacete las últimas jornadas hicieron soñar a la Ponferradina con lograr la permanencia. De hecho llegaron con opciones más que reales de asegurar su billete para la categoría de plata. Dependían de sí mismos pero no fueron capaces de vencer a un CD Tenerife sin nada en juego (1-1) y sellaron su descenso con una cruel derrota en casa ante el Girona. Un partido a vida o muerte, con los catalanes jugándose el acceso a los puestos de playoffs y que se decidió con un gol en los últimos minutos que mandaba a la Ponferradina al infierno.
Por el camino Fabri había sido destituido y de nuevo Rubén Vega había tomado los mandos del equipo pero nada pudo evitar que la Deportiva consumara su descenso. 15 goles en toda la segunda vuelta; 10 derrotas, seis empates y tan solo cinco victorias que suponen 21 puntos de 63 en juego. La SD Ponferradina bajó, con justicia, pero esto no es un adiós. Es un hasta pronto.
Yuri, Aguza y Raíllo, los únicos destacados de la temporada
Tres nombres propios brillaron con luz propia en la Ponferradina esta temporada y no son otros que Yuri De Souza, Antonio Raillo y Sergio Aguza.
El inicio de competición de la Deportiva en esta temporada en Liga Adelante se fue sustentando gracias a la pegada de Yuri, que fue decisivo para que la escuadra berciana fuese sacando adelante sus primeros compromisos adelante y logrando sus tres primeras victorias de la temporada ante Elche, Valladolid y Bilbao Athletic.
Desatascó el encuentro de la jornada inaugural ante el Elche con un zapatazo desde fuera del área, tuvo una actuación espectacular en el derbi ante el Valladolid donde anotó un hat-trick y ante el Bilbao Athletic, marcó el tanto de la victoria en los instantes finales, culminando una gran jugada colectiva dentro del área pequeña. Cinco goles en las primeras seis jornadas de liga para el brasileño, sus tantos tapaban las carencias de juego del equipo, suponiendo los primeros nueve puntos para la Deportiva.
Anotó su último tanto en la Jornada 16, ante Osasuna, noveno de la temporada. Su último encuentro con la Ponferradina fue en el Martínez Valero contra el Elche el 24 de enero de 2016. Cuatro días más tarde, tras seis temporadas y media en el club en las que anotó 94 goles, anunció su marcha al Qingdaoo Huanghai de la Segunda División china. Una pérdida terrible para el club supuso su marcha, ya que ninguno de los delanteros restantes dio un paso al frente en la faceta anotadora.
Otros dos nombres propios de la temporada, de los pocos refuerzos que aportaron al equipo, llegaron al club en enero, Aguza, procedente del Milton Keynes Dons, y Raíllo llegó en calidad de cedido por parte del Espanyol en los últimos días del mercado invernal. Este último, recién aterrizado en Ponferrada y apenas con dos entrenamientos realizados ya fue titular ante el Mallorca, partido en el que los bercianos cayeron y se produjo el cese del técnico José Manuel Díaz.
El joven central cordobés se asentó en la titularidad y disputó 16 de los 20 partidos que quedaban desde su llegada, solamente una lesión le impidió estar tres semanas de los terrenos de juego y el otro encuentro que se perdió fue por decisión técnica. Aportó mucha contundencia y empaque a la zaga blanquiazul, además era un constante peligro a balón parado, dispuso de innumerables situaciones para hacer gol y lo acabó haciendo en la penúltima jornada el tanto del empate ante el Tenerife.
El último jugador en el apartado de destacados fue Sergio Aguza, también llegado en el mercado invernal, el centrocampista catalán disputó trece partidos con la zamarra blanquiazul en los que dejó muestra de su elegancia y calidad sobre el terreno de juego. A pesar de no jugar en su posición ideal y hacerlo en banda izquierda en varios encuentros, dejó grandes destellos de talento, en un equipo muy falto de ello.
Fue clave en las victorias de la Ponferradina ante Huesca, Lugo y Albacete, donde anotó tres goles, este último ante los manchegos, en el último minuto del descuento, una autentica obra de arte, que mantuvo con vida a los blanquiazules una semana más.
Tanto Raíllo y Aguza fueron los hombres franquicia durante la segunda vuelta de la Deportiva sin lugar a dudas, sin embargo no fue suficiente la aportación de estos dos grandes jugadores para mantener al equipo en la categoría de plata.