El Sporting ha comenzado la temporada de la mejor manera posible. Aunque del primer encuentro los asturianos solo obtuvieron un punto, esto cambio en los dos enfrentamientos posteriores de los cuales lograron los tres puntos en ambos encuentros. La amplia victoria obtenida en el Nou Estadi da a los rojiblancos fuerza y seguridad para el próximo enfrentamiento, el cual será de los más esperados por enfrentar a los gijoneses contra los ovetenses después un largo tiempo.
Volviendo al encuentro de la tercera jornada de la competición, el Sporting comenzó el encuentro con gran energía. Una muestra de ello es que antes de cumplirse los diez primeros minutos del partido, llegó el primer gol. Después de dos saques de esquina, Rubén García remató el balón de cabeza desde el lado izquierdo, y fue Xavi Molina, jugador del Nàstic, el cual tocó la pelota para que esta se fuera dentro de su propia portería. Aunque los tarraconenses se intentaron levantar del golpe, no les fue posible debido a que a los pocos minutos los rojiblancos los volvían a castigar con otro tanto, esta vez de Šćepović. Carmona le puso el pase al pie al delantero serbio, para que este la cambiara al segundo palo. El Sporting remataría la primera parte del partido con otro tanto, este de Rubén García, el cual aprovechó un fallo de Bruno Perone y mandó el balón al fondo de la red.
Ya en la segunda parte, el Nàstic intentó cambiar el resultado, algo realmente difícil y que finalmente no solo no se dio, sino que fue a peor. Sería en el minuto 61 cuando Carlos Carmona fue derribado dentro del área por Perales, haciendo que el colegiado pitara penalti. Aunque Šćepović y Mikel Santos discutieron sobre quien sería el lanzador, finalmente fue el delantero uruguayo el que lanzó el balón hacía el fondo de la portería, anotando así el último tanto del encuentro.
Por otra parte, durante los últimos veinte minutos del enfrentamiento Paco Herrera realizó varios cambios: Moi Gómez, Šćepović, y Mikel Santos fueron sustituidos por Álex López, Carlos Castro, y Borja Viguera, respectivamente.
Así pues el Sporting vuelve a casa con una gran sonrisa en la cara, preparado para enfrentarse a su eterno rival.