Adiós, capitán

En la tarde del jueves se ha hecho oficial la marcha del capitán del Sporting de Gijón, Roberto Canella, que se ha despedido entre lágrimas tras 20 años defendiendo la elástica rojiblanca.

Adiós, capitán
Foto: Diego Blanco - VAVEL
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Por Ainoha Fernandez Estrada

Era casi un secreto a voces que en este mercado de verano el Sportinguismo iba a decirle adiós a su capitán. Roberto Canella se despediría de Gijón y del Sporting después de toda una vida.

El capitán del Sporting de Gijón llegaba a las filas de los alevines con a penas 11 años, y se convertiría en uno de los jugadores con más partidos en la historia del club, que crecería, maduraría y seguiría aprendiendo los valores sportinguistas, bajo las órdenes y las directrices de dos grandes figuras rojiblancas, las dos grandes figuras rojiblancas por excelencia. Manolo Preciado y 'Quini'.

La despedida de Canella irradió sentimiento de principio a fin. El jugador prefirió no improvisar y leer un pequeño comunicado interrumpido varias veces por la emoción de un adulto que tiene en su memoria a ese 'guaje' de Laviana que vio cumplido su sueño, y sus expectativas superadas, pues ya forma parte del club de su vida.

Roberto Canella llegó a Mareo en el año 1999 como un niño de 11 años con una maleta cargada de sueños que fue cumpliendo poco a poco. Llegó al primer equipo en la temporada 2006/07 y se va formando parte de la historia del club con más de 300 partidos a sus espaldas. Solo interrumpió su paso por el Sporting una breve etapa en el Deportivo de la Coruña en la temporada 2014/15.

En su mensaje se acordó de todas las personas que pasaron y coincidieron con él en el club, compañeros, entrenadores, utilleros… De su familia y amigos y también de la afición rojiblanca. El capitán se enorgulleció casi entre lágrimas de haber defendido siempre un club como el Sporting.

Se despidió dejando claro una vez más que el Sporting de Gijón es el club de su vida, y que, desde donde quiera que vaya, seguirá formando parte del club, ahora como un abonado más.

El Sporting se queda sin su capitán en un verano que será clave, una vez más, para construir un proyecto que ayude al equipo a volver a luchar hasta el final la temporada que viene.