Obligados a reaccionar

El Nàstic vuelve a caer derrotado y confirma su inicio atropellado de liga, con un punto de doce posibles. A pesar de tener buenos tramos de juego, el Cádiz mereció más y aprovechó sus ocasiones para hundir a los tarraconenses. El equipo está obligado a conseguir los tres puntos ante el Albacete para que no aparezcan fantasmas de la pasada temporada.

Obligados a reaccionar
Foto | LFP
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Por Alex Saltó

Carreras sabía que algo debía cambiar. En estos tres primeros partidos de liga, el técnico catalán ha optado por alineaciones parecidas, con un esquema fijo, el 4-3-3, que había funcionado a la perfección durante la pretemporada. Es por eso que en el Carranza decidió que cambiar el sistema. Un sistema familiar para muchos de los jugadores de la plantilla y para los aficionados, el 5-3-2. Una formación con una intención clara, protegerse en defensa e intentar aprovechar las ocasiones que se creen en los contrataques o las jugadas de estrategia. Blanco sigue en el once titular tras debutar en partido oficial hace solo 3 días en Lugo. Maikel Mesa, Xavi Molina y Eddy Silvestre fueron los engargados de sostener el medio del campo gaditano. Por último, una vez más, Barreiro quedó fuera del once titular después de estrenarse esta temporada en la eliminación del Nàstic en la Copa del Rey, dándole la titularidad a Delgado y Uche.

Inicio para los locales

La propuesta del Cádiz no puedo ser más ambiciosa, con jugadores talntosos en el medio del campo y dos flechas por las bandas como son Salvi y el recientemente renovado Álvaro García. Los primeros minutos del partido fueron única y exclusivamente para los visitantes, y de hecho Garrido habría podido abrir la lata en el minuto 3 en un córner, pero no se creyó el remate y Dimitrivski pudo quedarse con el balón.

Reacción grana

Tardó en llegar, pero a partir del minuto 25 el Nàstic sacó finalmente la cabeza. Poco a poco se fue soltando en el terreno de juego, y empezó a discutirle la posesión a los andaluces, incluso llegaron ocasiones claras. Primero fue Kakbadze, que en una de sus habituales incursiones, se zafó d etres defensas y remató desviado. Después fue Mesa el que cruzó el balón ante la parada de Cifuentes. Uche cogió el rebote pero la defensa bloqueó el balón. 

Se podría definir la primera parte como una reducción del partido que cuajó el equipo en Reus. Unos primeros minutos muy flojos, con dominio total del rival. Y de la misma manera, el conjunto fue sacándose el sueño y salió de la cueva poco a poco, llegando a ser el protagonista del encuentro a través de la posesión y las ocasiones.

La segunda mitad empezó otra vez con un Cádiz superior, aunque no tanto como en el inicio del encuentro, y sin crear peligro en demasía. Y así, en una oportunidad aislada, llegó el gol del Cádiz. En el 54', en un libre directo de Aitor García, Dimitrievski rechazó el balón, que rebotó en el palo y quedó perfecta para Barral, que demostró que todavía tiene mucho que dar al fútbol y voleó el esférico al fondo de la red. 

El Nàstic se pudo reponer solo seis minutos después en una combinación en el borde del área que acabó dejando a Mesa ante el portero, pero se precipitó y envió el balón directamente a Cifuentes. Lluís Carreras introdujo cambios para tratar de igualar la contienda. Barreiro y Muñiz entraron por un notable Molina y un desaparecido (otra vez) Delgado.

Cuando poco a poco volvía a volver el protagonismo de los grana llegó el segundo mazazo. Un mal control, o mejor dicho, inexistente, dejó a Álvaro García con una autopista por delante y un solo rival por delante antes de encontrarse con el portero. El extremo encaró a Suzuki y lo dejó en evidencia en una mini carrera de 20 metros. El siguiente rival ya era Dimitrievski, y tampoco tuvo problema en superarlo con un disparo ajustado al travesaño, contra el que quizás el macedonio habría podido hacer algo más, pero el guardameta ya estaba batido en el suelo. 

Omar fue el último cambio pero tuvo una presencia testimonial, ya con el partido muerto totalmente. Semana dura la que va a haber en Tarragona, con la obligación de de ganar en casa la semana que viene ante el Albacete, o el cargo de Lluís Carreras puede estar en peligro.