Tras un horroroso comienzo de liga, a la Sociedad Deportiva Eibar no le queda otra que encomendarse al retorno de los lesionados para afrontar la competición. Bajas muy sensibles, como la de Pedro León o el propio Iván Ramis. Piezas que fueron puestas en liza con asiduidad por José Luis Mendilibar la temporada pasada. El técnico vasco está siendo cuestionado, con algo de injusticia al no ser el máximo responsable del bajo rendimiento (bajo acierto, mejor dicho) del equipo. Los armeros no están viendo puerta con facilidad y por si fuera poco, están muy flojos atrás, concediendo metros y por consecuencia, goles a los rivales.

Un "León" como solución 

En los últimos metros o en alguna que otra acción a balón parado, Pedro podría ser clave. Su golpeo es impoluto. Trata el esférico con una delicadeza única, pero a la vez certera. Para certera su profundidad por banda, que tantas internadas al área a propiciado. Además de calidad y buen trato del cuero, es veloz y vertiguinoso. Es un jugador muy explosivo que puede romper líneas con su velocidad y calidad, para así, poder servir el gol en bandeja a alguno de sus compañeros. El de Mula, registró cuatro asistencias el curso pasado, además de anotar dos tantos, pero su incidencia en el juego del Eibar era inmensa. Es un jugador que marca la diferencia, y más ahora que el Eibar está necesitado. Es verdad que, los arietes no están enchufados, pero siempre es de gran ayuda contar con un extremo, con un hombre de banda como León, porque es ahí, en el costado derecho, donde se encuentra como Pedro por su casa.

A cerrar la hemorragia

Cuando la sangre sale del corte o cualquier tipo de herida, es difícil poder cerrarla, pero siempre es importante contar con algo para pararla o al menos, disminuir la cantidad de sangre. En este caso, la zaga del Eibar es una auténtica sangría defensiva, y es por ello que, la baja de Iván Ramis se nota más que nunca. El 5-3-2 de Mendilibar ha diminuido algo la cantidad de goles encajados, pero no obstante, la cifra sigue siendo un tanto abultada. El experimentado central puede ser la pieza que complete el puzzle que a Mendi le falta por culminar y perfeccionar. 

Al grito de: ¡Volved ya! ,la hinchada espera contar con sus jugadores franquicia en ataque y defensa para que el rumbo del equipo cambie y la zona roja se aleje. Es evidente que, la vuelta de ambos puede suponer todo eso, pero en el fútbol como en la vida, nunca se sabe lo que pueda pasar.