El Sporting de Gijón consigue una nueva victoria en este nuevo año en su casa, aunque tuvo que sufrir durante varios minutos por las continuas llegadas de su rival, pero los asturianos consiguieron vencer por tres goles a dos al Córdoba Club de Fútbol. El cuadro andaluz pudo haber conseguido el empate e incluso la victoria, pero una gran actuación de Mariño hicieron que los tres puntos se quedaran en El Molinón. Dos ocasiones aisladas de los cordobeses fueron los únicos causantes de los dos goles. El primer gol fue en una mala defensa de los rojiblancos y el segundo tras un centro raso donde apenas pudo hacer algo Mariño, ya que vio como el balón se le colaba entre las piernas. Los asturianos empezaron golpeando en el minuto 11 gracias a un buen centro del navarro Isma López, dejándole en bandeja el gol a Carlos Castro quien solo tendría que empujarla para batir al portero rival. El segundo gol llegaría tras un córner del rival, Mariño atrapa el balón, golpea hacia la banda viendo la gran carrera de Isma López, el navarro se haría con el balón, se regatearía a dos defensores rivales y sería el uruguayo Michael Santos el encargado, una vez más, de empujar el balón hacia dentro.
La segunda parte pasó muy lenta para todo el sportinguismo, ya que dos jugadas claras del Córdoba serían goles y el poco ataque del Sporting, siendo Michael Santos el autor del único gol de la segunda parte para los locales, harían que estos estuvieran pidiendo la hora en los últimos compases del partido.
Una primera parte casi cerrada
El partido empezaba con mucho dominio del balón de los visitantes, pero el Sporting tendría lo justo el balón para transformar dos ocasiones en gol. Los roles cambiarían y serían los pupilos de Rubén Baraja los que tendrían las ocasiones de gol y los que tocarían lo justo el balón para crear miedo en los defensores verdiblancos. Los visitantes también tendrían protagonismo ya que, de vez en cuando, tendrían ocasiones aisladas de gol, siendo estas las suficientes para poner los pies en el suelo a los rojiblancos.
El Córdoba mete presión arriba
La segunda parte parecía encaminada para los asturianos, pero el gol tempranero de Aguza hacía saltar las alarmas en la defensa, ya que ningún jugador del Sporting se interpuso en el tiro para intentar desviarlo. Michael Santos, en un gran remate de cabeza, puso algo de ventaja y permitió respirar a su equipo ya que estaban encerrados atrás con mucha ansiedad por subir el balón al área rival. Poco duró esta ventaja ya que esta vez sería Guardiola quien volvería a poner en alerta a los defensores rojiblancos, puesto que se coló entre Barba y Álex Pérez y remataría a placer el balón que le puso su compañero.
La defensa sportinguista un coladero
El problema de la mayoría de los goles en contra de los asturianos viene por la "pasividad" de sus centrales y laterales, ya que no intentar sacar el balón antes de que el rival tire, ocasionando así que suba un gol en su contra. Otro fallo son los pocos reflejos que tienen, ya que se les cuelan los atacantes y cuando se quieren dar cuenta ya es demasiado tarde para remediar la herida. En este partido no pasó factura, solo metió miedo, pero en muchos partidos anteriores que iban a acabar con los tres puntos para los rojiblancos no fueron así por fallos de este tipo. Si se sumaran todos los puntos que se perdieron por estos fallos, los asturianos estarían casi líderes o estarían segundos peleando por el liderato.