Adán Gurdiel llega a la entidad cántabra tras desvincularse del Lorca FC, equipo al que llegó el pasado verano para jugar en la Segunda División, disputando once partidos, nueve de los cuales fueron de titular.
El defensa leonés, que mide 1.78 y pesa 69 kilos, es un jugador que viene a ocupar el puesto de lateral derecho y se formó en las categorías inferiores de la Sociedad Deportiva Ponferradina, equipo con el que consiguió debutar en la división de plata, jugando cerca de 50 partidos en la categoría. También tuvo un paso fugaz por la Cultural Leonesa, antes de recalar en el Lorca.
Córcoles rescinde su contrato
Su fichaje ha sido posible gracias al acuerdo entre el Racing y David Córcoles para rescindir el contrato del defensa alicantino y dejar, de esta manera, una ficha profesional libre. Precisamente, Córcoles parece el gran damnificado de la derrota de la pasada jornada ante el Sporting de Gijón B, ya que quedó en evidencia en varias jugadas del partido que fueron decisivas para la victoria del equipo asturiano. Desde algunos sectores de la hinchada racinguista, no se entiende que un jugador que fue titular hace tres días, salga por la puerta de atrás para traer a un jugador que juega en su mismo puesto.
Córcoles deja Santander tras una temporada y media en la que ha disputado un total de cincuenta partidos y siendo uno de los capitanes del vestuario racinguista.
Plantilla cerrada
Con la llegada de Gurdiel, el Racing cierra una plantilla que queda muy descompensada en algunas líneas. Tal es así, que son cinco los delanteros de los que dispone el club verdiblanco: Juanjo, Aquino, César Díaz y los recién llegados Franco Acosta y Borja Lázaro. Por su parte, el centro de la defensa queda muy escasa de efectivos, ya que Ángel Viadero tan solo podrá contar con Gonzalo y Regalón, ambos con muchos problemas físicos desde que se inició el campeonato, y el joven canterano Miguel Gándara.
La crisis de juego de los santanderinos y los fichajes realizados en este período invernal han generado un gran debate en el seno de la afición racinguista que ve con dificultad la posibilidad de competir en una previsible promoción de ascenso ante la falta de calidad de una plantilla que presenta, jornada tras jornada, múltiples carencias.