Los partidos entre el Zaragoza y el Nàstic siempre han estado muy caldeados pero el de la primera vuelta de la liga fue el encuentro más caliente que se recuerda. Los maños lograron ponerse por delante en el marcador bien temprano. Toquero logró adelantar a los locales gracias a un gran testarazo a la salida de un córner en el minuto 19 de la primera mitad.
A partir de ese gol los aragoneses cerraron filas y trataron de salir al contraataque para sentenciar el encuentro. El Nàstic se hacía con la posesión del esférico pero no lograba superar la defensa ni el guardameta zaragocista. Pese a ir por delante en el marcador, las cosas se le pusieron de cara a los tarraconenses ya que justo antes de finalizar la primera mitad el Zaragoza se quedó con un hombre menos. Todo ocurrió tras un saque de esquina, Borja Iglesias andaba cerca de Dimitrievski y el guardameta del Nàstic aprovechó un gesto del delantero para simular una agresión. El árbitro, Figueroa Vázquez no se lo pensó dos veces y acabó expulsando al delantero del Zaragoza. Esta acción fue muy protestada por toda la Romareda y las críticas se centraron en el portero macedonio que tuvo que aguantar a los aficionados maños hasta días (sino semanas) más tarde del encuentro.
En la segunda mitad el Zaragoza, estando con inferioridad numérica, se protegió más las espaldas y el encuentro fue un monólogo de los tarraconenses. El Nàstic tenía el control absoluto del partido y disfrutaba de grandes ocasiones para empatar e incluso remontar el partido pero entre el portero y la defensa lograban mantener el resultado de uno a cero. Hasta el minuto 86 el Nàstic no logró marcar el gol del empate. Maikel Mesa fue el autor del tanto que daba un punto a los tarraconenses con un testarazo tras un centro por banda derecha.