Lorenzo Juarros es historia. El que era el director deportivo más longevo de toda la Primera División ha dado por finalizada su etapa en la Real Sociedad. Después de los malos resultados obtenidos últimamente y tras el desastre de temporada vivido en San Sebastián, los necesarios cambios se han precipitado.

Aunque el fin de ciclo había llegado, la idea era la de esperar a final de temporada para cambiar de aires. Pero tras la pitada monumental acontecida en Anoeta con la derrota ante el Getafe, Loren puso su cargo a disposición de la Junta, que el domingo decidió prescindir de sus servicios y los de Eusebio. De esta manera, finaliza una etapa llena de luces y de sombras.

Ascenso a Primera

Como director deportivo interino, entró en una situación complicada tras la renuncia de Ayestarán. El club se encontraba en Ley Concursal y hubo que apretarse el cinturón. Sus primeros fichajes fueron un fracaso, con la excepción de Abreu, que llegó cedido y metió 11 goles en 18 partidos. Los Dramé, Necati o Moha no aportaron nada al equipo.

En la siguiente temporada, su primera completa como director deportivo tras la llegada de Aperribay a la presidencia vino de la mano del ascenso. Los fichajes de Carlos Bueno o N'Sue salvaron la temporada y ayudaron a la vuelta a Primera, pero hubo otros fiascos como los de Songo'o o Estrada. Se apostó a su vez por la cantera, subiendo a jugadores como Griezmann o Zurutuza y se acertó de pleno.

Ilusiones y desengaños

En el regreso a la máxima división, se apostó por continuar con Lasarte como entrenador. Llorente Tamudo cuajaron una buena temporada, pero se volvió a errar en los fichajes de jugadores como SarpongSutil. También se trajo a Demidov e Ifrán, dos jugadores que sin llegar a ser sonoros fracasos no terminaron de cuajar.

La siguiente temporada llegarían Montanier, técnico que devolvió a la Real a Champions, y a Carlos Vela, uno de los mejores fichajes de la historia realista. Pero, a su vez, se falló en la contratación de Mariga. El acceso a Champions se conseguiría con el uruguayo Chory Castro como gran fichaje.

El cuadro vasco no supo manejar la situación y devaluó el equipo. Loren no acertó a encontrar el sustituto ideal ni de Montanier ni de Illarramendi, convertido en pieza clave. Granero, Seferovic, Finnbogason, Jonathas, Bruma... Ninguno de los fichajes de los años siguientes terminó de cuajar, y el equipo se fue devaluando con la pérdida de pilares como Bravo o Griezmann.

Vuelta a Europa

La temporada pasada al final se consiguió levantar el vuelo. Tras el fallido paso de Arrasate o Moyes por el banquillo, Eusebio fue la apuesta, y salió redonda. El de La Seca devolvió al club donostiarra a Europa con un juego que enamoró a todo el mundo. Se acertó a su vez con los fichajes de Willian José y Juanmi.

Pero esta temporada se ha vuelto a fracasar. Con la marcha de Yuri, Íñigo y Vela, sus recambios han reducido el nivel de la plantilla y el equipo ha naufragado, así como la idea del entrenador. Por lo tanto, el cambio de ciclo era ya necesario para intentar devolver la ilusión a una afición desencantada.

En conclusión, la labor de Lorenzo ha sido buena, pero ha tenido muchos borrones. Con él al cargo de la dirección deportiva el club ha pasado de deambular en Segunda División a escuchar el himno de la Champions. Sin embargo, cada vez que se ha tenido la oportunidad de asentar el proyecto en cotas más altas, ni Loren ni la Real han conseguido acertar en el paso.