Una reacción después del parón

El punto y seguido que supone la marcha de los internacionales con sus respectivas selecciones hace que el Athletic coja aire para volver con más fuerza. En los partidos posteriores a los tres parones que se han vivido en la presente temporada, el conjunto de Ziganda consiguió dos victorias y un empate.

Una reacción después del parón
Los jugadores del Athletic celebran el tanto de Vesga ante el Sevilla | Fotografía: UGS Vision
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Por Aitor Sánchez-Rey Larrea

Hay momentos en los que se necesita parar. Para reflexionar y coger aire. Para oxigenar la mente y adquirir nuevas ideas. En ese tramo parece estar el Athletic de Ziganda. Tras unas últimas semanas realmente malas, con eliminación europea de por medio, al conjunto rojiblanco le viene como anillo al dedo este parón por selecciones. Ya lo reconoció el técnico de Larráinzar en la rueda de prensa posterior al partido ante el FC Barcelona, pero lo cierto es que es un hecho que a pocos se les escapa. Es más, por tal y como viene el curso, al Athletic le merece la pena parar de una vez por todas. Terminar la temporada y olvidarse de un año futbolístico horrible. Es lo que todos los aficionados desean, pues no es del agrado de la parroquia zurigorri ver el nivel que muestra el equipo cada vez que salta al terreno de juego.

No obstante, para la esperanza está la estadística y esa habla que tras un parón por selecciones el conjunto de San Mamés parece reponerse. Precisamente, en San Mamés se han disputado los tres partidos inmediatamente posteriores a la vuelta de los internacionales, mismo guión que se seguirá este mes de marzo, pues el Athletic se mide al Celta de Vigo el sábado, 31 de marzo a partir de las 16:15 horas. Anteriormente, se vivieron pausas en el torneo liguero en septiembre, octubre y noviembre y, de todas ellas, los rojiblancos salieron airosos en cuanto a resultados.

En el primer mes completo de competición, los de Ziganda se marcharon al parón tras conseguir una victoria ante el Eibar en Ipurúa en la que Kepa Arrizabalaga, como ya acostumbra, resultó determinante para su equipo. El tanto de Aduriz en la primera mitad, junto a la gran actuación del guardameta de Ondarroa, supuso la victoria y los tres puntos para el casillero rojiblanco. Entonces la situación no apretaba, de hecho, los resultados mantenían con vida a un conjunto que ya dejaba entrever que el juego no iba a marcar la temporada. Tras la semana de descanso, el Athletic se presentó en San Mamés para intentar ganar a un Girona que no lo puso nada fácil. Los de Machín salieron peleones y solo los tantos de Muniain y Aduriz, uno en cada mitad, llevaron la alegría a la afición de La Catedral. A partir de ahí, cuatro partidos más de liga que supusieron tres derrotas y apenas un empate, ante el Málaga en La Rosaleda.

Los jugadores del Athletic celebran el tanto ante el Eibar | Fotografía: UGS Vision

Los jugadores del Athletic celebran el tanto ante el Eibar | Fotografía: UGS Vision

Precisamente, tras una de esas derrotas, frente el Valencia en Mestalla, el Athletic tuvo tiempo para volver a tomar aire. Llegaban los compromisos internacionales de octubre y el equipo se marchaba 13º, misma posición que tiene en la actualidad, con ocho puntos de 21 posibles. Volvieron a sumar de tres en tres después de la vuelta. Y es que consiguieron una victoria importante y meritoria ante el Sevilla en San Mamés. El tanto de Vesga y el poco acierto de cara a la portería contraria de los hispalenses dejó los tres puntos en un casillero vasco que volvería a detenerse tras este triunfo. Tres partidos más que acabaron en derrota ante Leganés, Barcelona y Celta de Vigo fueron los precedentes al último parón internacional del 2017.

Después del parón de noviembre el Athletic encarriló diez partidos sin perder

El compromiso perdido ante el cuadro vigués por 3-1 dejó una alarma encendida que no se ha vuelto a apagar desde entonces, a pesar de que el equipo de Ziganda parecía rearmarse tras los compromisos de las selecciones. Un empate ante el Villarreal a uno en Bilbao vino acompañado de otros nueve partidos en los que, si bien no se conoció la derrota, apenas se consiguieron tres triunfos. Se podría decir que ese tramo de temporada en los que se sumaron 16 de 30 puntos es el más fructífero de un conjunto que vuelve a marcharse con un sabor amargo a la pausa liguera.

La derrota ante el FC Barcelona, contra todo pronóstico, fue bien recibida en un Botxo que ya asumía la goleada de los dirigidos por Valverde. Sin embargo, un descenso de los catalanes, que tienen preocupaciones más importantes que golear al Athletic, y un buen rendimiento en la segunda mitad de los rojiblancos, dejaron el marcador en 2-0. Ahora vuelven a tener una oportunidad de agradar a una hinchada cansada de los vaivenes del conjunto de Ziganda. Ante el Celta de Vigo, rival que supera al conjunto vasco en la clasificación, el Athletic tiene la oportunidad de volver a reencontrarse con el triunfo.