Hasta los aficionados más optimistas llevan unas cuantas jornadas dando al Caudal por descendido. Y es que los de Mieres llevan nada más y nada menos que 26 jornadas consecutivas sin ganar, una elevadísima cifra que imposibilita mantener la categoría a cualquier equipo. Pero ahora sí, la derrota ante el Racing en El Sardinero por dos goles a cero la pasada jornada conlleva que el cuadro asturiano esté a solo un partido de consumar el descenso matemático a Tercera División.
A pesar de que cuajaron un buen inicio de temporada, su rendimiento cayó en picado a partir de la sexta jornada y, con solo 16 puntos, son el farolillo rojo del grupo. A falta de seis jornadas y, por consiguiente, 18 puntos por disputarse, el Caudal está a diecisiete tanto del puesto de play-out que a día de hoy ocupa el Izarra, como de la salvación que marca el Vitoria. Así pues, todo lo que no sea ganar a la Peña Sport el próximo domingo supondría para los de Mieres la pérdida de categoría.
No dependen de sí mismos
Por si esto fuera poco, el posible descenso del conjunto caudalista no pasa solo por el Hermanos Antuña. Una victoria tanto del Vitoria como del Izarra también mandaría a los de Josu Uribe a Tercera División, aunque estos consigan los tres puntos ante la Peña Sport. Aun así, el Caudal tratará de morir con las botas puestas ganando a los de Tafalla, a pesar de que eso no implique más que prolongar la agonía una jornada más.
Con los datos en la mano, la salvación del cuadro asturiano es una auténtica quimera desde hace mucho tiempo y ni el más iluso se atreve a sacar la calculadora en Mieres. Pero si algo está claro es que en el Hermanos Antuña la palabra resignación no existe y si tienen que morir matando, lo harán.