A ritmo de Gertrudis, y con un grandísimo ambiente de fiesta propia de un derbi, Girona y Espanyol se plantaban en el césped de Montilivi con objetivos muy dispares teniendo en cuenta la clasificación y la trayectoria de ambos durante la temporada. Mientras que los de Pablo Machín buscaban seguir firmes en su caza de los puestos europeos, los de David Gallego (que se estrenaba en el cargo tras el fulminante despido de Quique Sánchez Flores el viernes por la noche) intentaban amarrar una permanencia que todavía no está certificada en Cornellà-El Prat.
Tras sacudir el once ante el Alavés hace tres días, con muy buen resultado, Machín volvió a confiar en el once que Montilivi ya conoce de memoria. Además de Granell, que estaba sancionado, volvió a la convocatoria Ramalho, ausente en Mendizorroza por unas molestias. Por su parte, Gallego se decantó por la “vieja guardia” perica, con Gerard Moreno y Sergio García arriba y un centro del campo de contención, con Carlos Sánchez, Darder y Víctor Sánchez. Atrás, David López y Naldo formarían pareja de centrales, con Javi López y Aarón en las bandas.
Pau se agigantó
A pesar de su convulsa situación institucional y social, el Espanyol planteó un partido muy serio en el césped de Montilivi. Bien posicionado atrás, sabiendo qué hacer en cada momento e intentando sorprender a la contra, aunque siempre es difícil cuando el rival juega con tres centrales. De hecho, Sergio García se plantó en la frontal del área en el segundo minuto de partido pero su remate fue demasiado tímido.
El partido estuvo muy igualado hasta el minuto 20, con el Girona queriendo la pelota pero sin soluciones en tres cuartos de campo, y no por falta de intentos. A balón parado tuvo la más clara Portu, cuando remató fuera un balón desde el área pequeña que medio Montilivi ya cantaba el primero de la matinal. El conjunto local siguió insistiendo sobre la portería de Pau López, pero el cancerbero se hizo inmenso ante Juanpe cuando este remató a bocajarro un centro de Maffeo.
Sin embargo, y ya suele pasar, cuando mejor estaba el cuadro gerundense, una falta cerca del área de Bounou la aprovechó Gerard Moreno para batir al meta ante el asombro de Montilivi (0-1, min. 43). Portu y Pere Pons podrían haber vuelto a neutralizar el marcador justo antes del descanso, pero de nuevo encontraron la respuesta de un genial Pau López, que se hizo grande en la portería de gol sur.
Gerard golpea de nuevo
Era evidente que el Girona saldría a buscar el empate cuando antes tras el paso por vestuarios. En una jugada embarullada dentro del área, Portu no consiguió rematar de forma cómoda ante Pau en la primera aproximación clara de la segunda mitad. Sin embargo, un perfecto pase en profundidad de Darder para Gerard Moreno situó al de Santa Perpètua de Mogoda ante Bounou, al que sorteó con una perfecta vaselina que se coló en el fondo de las mallas (0-2, min. 55). Maffeo volvió a hacer lucir a Pau justo después del gol, pero lo cierto es que al conjunto rojiblanco, pese a intentarlo, se le hizo una montaña rusa remontar.
Incluso podría haber ampliado el marcador Leo Baptistao (que sustituyó a Jurado), a quien otro pase entre líneas de Darder dejó solo ante Bounou, pero el marroquí se lanzó sobre el brasileño para evitar el tercero. A partir del segundo gol se vieron los mejores minutos del Espanyol sobre el césped ante un noqueado Girona. Pablo Machín tenía que mover al equipo y sacrificó a Bernardo para dar entrada a Olunga y quitó a Borja para que entrara Aday. No había otro remedio. Con este cambio se animó el cuadro 'gironí' y Naldo evitó sobre la línea de gol el gol de Stuani. Olunga, un minuto después, remató arriba un centro perfecto de Portu.
El ritmo del partido volvió a decaer y la fiesta que era Montilivi al inicio del partido se fue apagando progresivamente mientras sus aficionados veían que la derrota sería inevitable. Aunque Europa se aleje casi definitivamente, absolutamente nada se puede achacar a una plantilla que sigue haciendo historia pase lo que pase. Y absolutamente nada puede empañar una temporada brillante de unos jugadores que se han convertido en héroes.