Una vez terminada la temporada para el Real Sporting, se comienza a echar la vista atrás, repasar, aceptar, cambiar y reconocer cosas. Y tras una campaña larga, dura y con altibajos, siempre se buscan protagonistas, para lo bueno y para lo malo.
En este caso para lo bueno, siempre hay un jugador que destaca entre los demás, que su temporada es regular, rinde siempre, te ayuda, hasta salva al equipo y es un gran favorito del respetable sportinguista.
En este caso, Diego Mariño, ha sido el jugador más regular, y uno de los más claves en las victorias y en los mejores momentos de la temporada para el Real Sporting, que quizás sin el meta gallego en la portería rojiblanca su destino habría sido diferente.
Comienzo a la sombra
Diego Mariño Villar llegaba a Gijón en 2016 procedente del Levante, y tras haber pasado por el Villarreal y sus categorías inferiores, y el Real Valladolid. El cancerbero vigués vivó a la sombra de Iván Cuellar su primera temporada en el Real Sporting, supo esperar su momento, y tras la marcha de portero emeritense y el descenso del club a Segunda División, llegó su oportunidad.
Mariño cogió la titularidad bajo palos y hasta la fecha no la ha soltado. El ya 'santo' de Gijón ha jugado prácticamente todos los partidos de la temporada, a excepción de alguno de Copa del Rey.
Sus paradas han significado puntos, a veces victorias. Las estiradas inverosímiles de Diego Mariño se han hecho ya habituales a orillas del Piles, el guardameta ha pasado a los libros de historia del Real Sporting de Gijón.
Una racha que parecía no tener fin
El Sporting salía del Carlos Tartiere muy tocado tras perder contra su eterno rival y verse en un pozo del que creían que no se saldría. Bien, no tuvieron en cuenta que un rival herido puede ser mucho mas duro y peligroso que uno con la autoestima alta.
'San Mariño' se propuso no encajar gol durante un largo tiempo, llegaba a donde nadie esperaba, salvadas sobre la línea que ponían al borde del ataque a los aficionados del Sporting y de su rival. Goles cantados sino fuera por Diego Mariño.
Siete partidos. Siete. 765 minutos, que se dice pronto, sin sacar el balón de su portería. La racha del portero sportinguista coincidía con los 12 partidos que el Sporting estuvo sin conocer la derrota. No puede ser casualidad. Únicamente tres goles encajados en doce partidos.
Números al alcance de pocos. Superó a los mejores porteros del club asturiano, como Juan Carlos Ablanedo, Jesús Castro, o Iván Cuellar. Se sitúa segundo en esta particular clasificación, por detrás de Roberto, se quedó a solo 66 minutos de superarlo.
La racha de imbatibilidad se vio rota por un penalti ante el Almería en el minuto 92, que transformaría Rubén Alcaraz, y que fue muy discutido por los de Rubén Baraja.
Y por esta gran temporada Diego Mariño se ha ganado con todo merecimiento reconocimientos individuales, como estar incluido en el once ideal de La Liga 1 2 3, y ser el mejor jugador de la temporada del Real Sporting de Gijón.