Tras algo más de dos meses de espera, el fútbol volvía a El Molinón. El Sporting se ha impuesto por dos goles a cero frente al Nàstic de Tarragona, en un partido relativamente cómodo para los de Baraja. Los goles de Hernán Santana y Robin Lod le han devuelto la sonrisa a un sportinguismo que ha demostrado, una vez más, que nunca deja creer y confiar en sus jugadores.
Las nuevas caras ilusionan
De los 14 jugadores que han jugado hoy con la camiseta rojiblanca, ocho aún no sabían lo que era jugar en El Molinón como local. Los nuevos nombres habían generado expectación entre La Mareona, como es lógico. No obstante, a los pocos minutos del inicio del encuentro, la grada ya parecía entregada a esos nuevos jugadores, quienes demostraron calidad y ambición, que es lo que pide el sportinguismo.
Cabe destacar la gran actuación de Cofie, quien interceptó infinidad de balones en el centro del campo, desde donde también se dedicó a organizar al equipo con una precisión y una tranquilidad asombrosas.
También merece mención especial el partido que llevaron a cabo ambos laterales. Tanto Molinero en banda izquierda, como Geraldes en la derecha, se mostraron solventes en defensa (sin apenas errores) así como muy participativos en la faceta ofensiva del equipo.
Por su parte Djurdjevic fue el jugador que más expectación generó. Algo comprensible, debido a que se trata del fichaje más caro de la historia del club. El serbio no tuvo su mejor partido, quizás por esa presión extra que supone el debutar ante El Molinón. A pesar de todo ello, la grada supo valorar su esfuerzo con una sonora ovación en el momento en el que fue sustituido.
Un Molinón enchufado
La afición del Sporting volvió a demostrar su fidelidad con un aforo de 21.500 espectadores en las gradas, la mejor afluencia vista en un estadio de LaLiga 123 en lo que va de temporada, y al nivel de muchos estadios de primera división.
El público de El Molinón empujó desde el primer momento, algo que tanto jugadores como el propio Baraja percibieron y agradecieron tras el final del encuentro. Muchos de ellos no se habían estrenado en el decano del fútbol español, y es evidente que la forma de hacerlo no pudo ser mejor.
Muy buen ‘fondo de armario’
Una de las mejores noticias para el sportinguismo se encuentra en el banquillo, donde se sientan jugadores de gran calidad, los cuales pueden mejorar el equipo en el momento en el Rubén Baraja lo considere oportuno.
Los tres jugadores que saltaron al césped desde ‘la banqueta’ fueron Neftali, Nacho Méndez y Lod. Todos ellos llevaron a cabo una magnífica actuación.
Robin Lod hizo el segundo y definitivo tanto, y también demostró que puede aportar mucho desde la banda izquierda. Por su parte, Nacho Méndez volvió a enamorar al público de El Molinón. A pesar de su juventud, el asturiano asume la responsabilidad de hacer jugar al equipo desde el centro del campo, y de una forma exquisita. Fue el encargado de dar la asistencia en el último gol, tras una muy buena jugada individual. Neftali también mostró de lo que es capaz de hacer en punta, aunque no obtuvo la recompensa del gol.