El nuevo Butarque apuntaba a ser el escenario perfecto para que los de Mauricio Pellegrino obtuvieran la primera victoria de la temporada, pero pareció resistirse. Un encuentro en el que las rotaciones y los cambios fueron habituales en ambos conjuntos. El dominio de los pepineros durante la primera mitad no fue suficiente para matizar la victoria, un ritmo que obligó al Villarreal a cerrarse y evitar el juego ofensivo del Submarino. Los cambios de Calleja se convirtieron en el ingrediente esencial para dar un giro al partido y llevarse los primeros tres puntos de la temporada.

Llega la victoria amarilla

A punto de arrancar la competición europea que obligará al Submarino a disputar un partido cada tres días y tras la vuelta de los internacionales amarillos, Javi Calleja expuso sobre el terreno de juego un once titular con cambios respecto a las primeras tres jornadas de la temporada. Un inicio de curso que está costando más de lo habitual a los castellonenses, que no terminan de acomodarse ante sus rivales.

El conjunto madrileño mostró un ritmo lento en el que trató de incomodar al Villarreal, aprovechando al máximo los pases largos y las jugadas a balón parado, obligando a los de Calleja a no arriesgar y cerrar atrás para centrarse en un juego más defensivo. Una primera parte en la que las pérdidas y el mal dominio del esférico pudieron castigar al Submarino. Los pepineros lograron hacerse con el control absoluto del encuentro, peligrando la portería amarilla en varias ocasiones en las que la actuación de la defensa y del guardameta fueron imprescindibles.

Mientras que, pasada la media hora de partido, Toko Ekambi y Miguel Layún protagonizaban la jugada más peligrosa por parte de los amarillos en la que no lograron matizar el primer tanto del encuentro, los de Pellegrino no se quedaron atrás. Con unas estadísticas favorables para los madrileños y perdonando la ventaja en el marcador en claras ocasiones de gol, llegaba el descanso con empate a cero en Butarque.

En busca de la reacción del Submarino, Javi Calleja se disponía a realizar el primer cambio del encuentro. Reanudando el partido, Pablo Fornals se incorporaba sobre el verde sustituyendo a Dani Raba. A menos de cinco minutos del inicio de la segunda mitad, el colegiado pitaba penalti tras las manos dentro del área de Mario Gaspar, pero el disparo fallido de Carillo, que mandaba el esférico rozando la escuadra derecha, salvó al Villarreal de convertirse en colista.

Sin bajar los brazos y con una mejora en la intensidad amarilla, Toko Ekambi abandonaba el terreno de juego, entrando en su lugar el delantero colombiano, Carlos Bacca. De la misma forma, Mauricio Pellegrino también decidió mover banquillo y entró el jugador cedido por el Málaga sin opción a compra, Michael Santos, sustituyendo a Eraso.

Carlos Bacca tan solo necesitó cuatro minutos para darle la vuelta al partido. Tras la cartulina amarilla de Allan Nyom, Miguel Layún colocó el esférico directo a la central del área dónde el colombiano remató de cabeza para anotar la ventaja en el electrónico.

Mientras que el Submarino se adueñaba de los últimos cuarenta y cinco minutos, Pellegrino protagonizaba la segunda sustitución en las filas del Leganés. Saltó al feudo madrileño el debutante Óscar Rodríguez sustituyendo a Diego Rolan. Una segunda parte en la que el Villarreal pudo doblar la ventaja en diversas ocasiones. Layún se convirtió en uno de los hombres del partido, protagonista en las jugadas a balón parado que estuvieron cerca de anotar un segundo tanto amarillo.

A falta de cinco minutos y el tiempo de descuento, Juanfran se convirtió en el último cambio de Pellegrino. Por su parte, el debut de Iturra no tardó en llegar. Manu Morlanes fue el tercer cambio de Calleja que abandonó el encuentro para darle minutos al jugador chileno. Pese a unos últimos minutos de infarto en los que podría haber pasado todo, la primera victoria del Villarreal tanto de la temporada como en Butarque antes del derbi ante el Valencia, colocaba al Leganés como colista.