Un Granada CF plagado de bajas visitaba Ipurúa con la misión de cerrar el año 2019, sin duda 365 días inolvidables para la escuadra rojiblanca, con una nueva victoria. Enfrente, una SD Eibar que se había precipitado a la zona baja de la liga tras cinco jornadas sin conocer la victoria, concretamente desde principios de noviembre, por lo que la sed de puntos era insaciable para los de un Mendilibar cuestionado por los suyos, que no disipaban el oasis en mitad del desierto.

A pesar de que ambos conjuntos tuvieron que disputar su eliminatoria copera con apenas 48 horas de diferencia, ninguno de los dos podrían disfrutar del lujo de renunciar a la intensidad, factor clave y definitivo en un duelo tan igualado como este. Tras un pasillo homenaje a la sección de los vascos de la Liga Genuine, el balón echaba a rodar sobre el césped de Ipurúa. Balón largo del Granada que moría en los pies de los hombres del Eibar. Estos rápidamente buscaban la portería de Rui Silva y la comenzaban a asolar con centros desde la banda derecha, comandada por Pedro León y por su escudero Tejero. Sin embargo, el primer susto se lo llevarían los locales. Soldado encontraba el espacio desde el flanco derecho y apuraba la línea de fondo para poner el balón al punto de penalti. Sorprendentemente, Carlos Fernández lo remataba en una posición inmejorable, con el guardameta armero vencido totalmente, pero el balón se marchaba a saque de puerta.

La aviación de combate comenzaba a despegar sobre el cielo del feudo vasco. Poco después le llegaría la oportunidad a Domingos Duarte, que se topaba con Dmitrovic. El central luso cabeceaba un balón parado colgado desde la izquierda y Dmitrovic se estiraba para evitar el primero de los rojiblancos, en esta ocasión de blanco puro, aunque el colegiado señalaba fuera de juego. Los armeros replicaban mediante Gonzalo Escalante. El argentino buscaba con la cabeza el gol también a balón parado, pero el remate se marchaba alto.

Los más bajitos se resignaban, pues la pelota pasaba más tiempo entre nubes que por el verde, mientras que las torres se frotaban las manos cada vez con más intensidad. Y así se inauguraría el marcador. El Eibar enviaba el balón hacia la derecha con un preciso desplazamiento en largo que acabaría en los pies de Escalante tras una dejada de Kike García. El ‘5’ no se lo pensaba y mandaba un teledirigido por control remoto a Sergi Enrich. El ‘killer’ lo recibía completamente sólo, al pie y aprovechaba el regalo para batir a Rui Silva. Ipurúa estallaba de júbilo a los 20 minutos de partido.

Primer derechazo directo al pómulo rojiblanco, y muy pronto recibiría otro que haría brotar la sangre. Cinco minutos después, Kike García recibía un magnífico envío filtrado entre la zaga granadinista de Expósito con el que conseguía batir con un tiro cruzado al portero portugués. El caos se había apoderado del Granada, al que le empezaban a temblar las piernas cada vez que se aproximaban los de Mendilibar. Pasaban los minutos y la escuadra dirigida por Diego Martínez no encontraba la fórmula para sobrevivir a la tormenta armera. De hecho, fue Rui Silva el que evitó el KO total deteniendo un remate de Escalante dentro del área que habría supuesto la entrada en la UCI de los suyos. El juego era rapidísimo y agotador, sin ningún respiro. Un auténtico barullo perfectamente ordenado para los locales. Llegaba por derecha y por izquierda, donde Inui estuvo a punto de hacer la jugada del año. Caño a Puertas y regate en una baldosa a Víctor Díaz antes de pasar la pelota, que acabó en saque de esquina. Más que el ‘22’ parecía el ‘10’ de Argentina.

TORMENTA ARMERA

Llegaba el descanso y la inundación había alcanzado más allá de la ciudad de Alhambra. El Granada había achicado agua como nunca esta temporada y, aún así, le llegaba al cuello. Para más inri, se iniciaba la segunda mitad con lluvia fuerte sobre Ipurúa. El conjunto granadino seguía con problemas para hacerse con la batuta del choque y parecía encomendarse a su principal baza: el balón parado, aunque sin aparente inspiración. Por parte de los locales, era Edu Expósito el que portaba el mejor chubasquero, impermeable tanto al agua como a los rojiblancos Eteki y Gonalons, inhibidos por completo, mientras que Escalante se movía como un pez sobre el césped casi acuático de Eíbar, danzando bajo la lluvia.

Diego Martínez se veía obligado a cambiar a defensa de tres para potenciar el ataque, sacrificando a Neva y Vadillo por Machís y Ramos, que podría haber jugado su último partido como jugador rojiblanco. El ritmo de los locales había disminuido, pero el campo contrario continuaba siendo zona prohibida para los rojiblancos. Los armeros recuperaban la posesión sin apuros en cuanto ejercían una presión intensa e incesante en todo momento. El Eíbar se encontraba cómodo sobre el terreno de juego, aguantando las tímidas acometidas de su rival que llegaban desde las bandas y esperando a poder salir al contraataque para cerrar el partido mediante Enrich y Charles, que había entrado en la primera parte sustituyendo al lesionado Kike García.

A falta de 20 minutos para el final, el Granada comenzaba a ganar algo de terreno a su contrincante, que aguardaba tranquilo jugando con el marcador a su favor. Se sucedían los saques de banda, de esquina y faltas que los granadinistas sacaban en largo, con la esperanza de que alguna cabeza salvadora los hiciera despertar de la pesadilla que les había tocado vivir antes de Navidad. Y podrían haber despertado si Darwin Machís hubiese alojado el balón en las mallas vascas mediante un potentísimo disparo tras una buena jugada individual del venezolano. Pero, en lugar de en las mallas, se topó con el larguero, que repelía el gol y el peligro. También se topó Álex Martínez con el palo en un libre directo desde el lateral derecho.

No era el día del Granada, que sobre el minuto 86 veía como Takashi Inui sentenciaba el partido tras culminar una gran contra armera comandada por Quique para poner el broche de oro a una gran actuación de los locales. Muy superior el Eibar, que coge aire tras mirar al descenso de cerca. Por su parte, el Granada celebra el parón navideño como agua de mayo, momento para descansar en lo físico y en lo psicológico, recuperar jugadores importantes y volver con fuerzas renovadas para culminar la primera vuelta y afrontar la segunda. Sin duda, un toque de atención, aunque los rojiblancos se comerán las uvas en mitad de tabla.

 

FICHA TÉCNICA

SD EÍBAR: Marko Dmitrovic; Tejero, Paulo Oliveira, Pedro Bigas, José Ángel Cote; Gonzalo Escalante (Pape Diop, min. 83), Edu Expósito, Pedro León, Takashi Inui; Sergi Enrich (Quique González, min. 73) y Kike García (Charles, min. 35).

GRANADA CF: Rui Silva; Víctor Díaz, Domingos Duarte, J. A. Martínez, Carlos Neva (Darwin Machís, min. 55); Max Gonalons, Yan Eteki, Álvaro Vadillo (Adrián Ramos, min. 55), Antonio Puertas (Álex Martínez, min. 75); Carlos Fernández y Roberto Soldado.

ÁRBITRO: González Fuertes (colegio asturiano). El colegiado amonestó con tarjeta amarilla a los locales Sergi Enrich, Gonzalo Escalante y Pedro León; y a los visitantes Max Gonalons y Domingos Duarte.

MARCADOR: 1-0, Sergi Enrich (min. 20); 2-0, Kike García (min. 26); 3-0, Takashi Inui (min. 85).

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 18 de la Liga Santander de Primera División, disputado en el estadio de Ipurúa ante 5.341 espectadores.