El Betis tenía muchas ganas de que llegaran las 21:00 horas del nueve de febrero. El ansia por dar un golpe en la mesa ante uno de los mejores equipos de la Liga, además de una alegría a su afición, ilusionaba en Heliópolis, y el respetable pronto recibió la primera buena noticia. Penalti cometido sobre Fekir, transformado por Canales en el minuto seis. Se repetía la historia de hace unos meses en el Camp Nou; los verdiblancos iban por delante en el marcador hasta que De Jong volvió a poner en tablas el luminoso poco después. El '8' bético, tras un zurdazo, puso el 2-1, pero de nada sirvió al filo del descanso, cuando en la última jugada, Busquets volvió a igualar la contienda. Con mucha polémica de por medio, en la segunda mitad sólo se vivió el gol de Lenglet, quien sería expulsado poco después. 2-3, y los locales volvían a quedarse con la miel en los labios.
Fekir, nombre propio del Betis - Barcelona
El auténtico protagonista de la noche del domingo en el Benito Villamarín fue Fekir, elegido por como el 'MVP' del partido en la encuesta planteada por @Betis_VAVEL con el 84,8% de los votos. Desde el primer minuto, la obsesión del galo era colarse hasta el fondo del área rival y marcar, y así llegó el primer penalti, que lanzó Canales a la perfección para poner el 1-0, pero la importancia del campeón del mundo no terminaría ahí.
Todo le salía, y cuando la confianza habita en Fekir, tiene calidad a raudales. Cogía el balón en velocidad, y se marchaba de todos los rivales que se le pusieran por delante gracias a regates, cambios de ritmo, paredes con compañeros… El terreno de juego parecía suyo. Sin duda, el mejor partido del galo desde su aterrizaje en Heliópolis. Todo el peligro que estaba creando en la zaga culé tenía que acabar en gol, y así fue en el minuto 26. El centrocampista, controlando el esférico, corría hacia la meta defendida por Ter Stegen, y lanzó un chut imparable al pisar el balcón del área; un zurdazo que ponía el 2-1 en el luminoso.
A pesar de haber marcado su gol y haber intervenido en el primero de la noche, Fekir quería seguir haciendo con los defensas rivales lo que le venía en gana. Era su momento. Dio muestras de calidad cada vez que tocaba el esférico, pero además de lanzar un centro muy peligroso de rabona, poco después de esta acción, cabe destacar el minuto 41 de partido, cuando se sentía dueño del balón, vaciló a Semedo y acabó haciéndole un regate espectacular, escondiendo la pelota para luego irse de él.
Como es habitual, Fekir recibe multitud de faltas cada partido, y muchas de ellas ni siquiera se sancionan. Ante el Barça, volvió a ocurrir algo similar. Entonces el galo, dolorido y agotado después de todo el esfuerzo que había hecho los 77 minutos que estuvo sobre el terreno de juego, intentó forcejear con Lenglet para arrebatarle el balón, una falta muy rigurosa que le costó la cartulina amarilla. El '8' vería una tarjeta más tras marcharse indignado, ya que según lo que el colegiado apuntó después en el acta: "En el minuto 77, el jugador (8) Fekir, Nabil fue amonestado por el siguiente motivo: protestar, de forma ostensible, levantando el brazo, a una decisión mía, en un gesto de desconsideración hacia mí, habiendo sido advertido previamente." Una sanción que, de no recurrir el Betis, supondría no contar con él para el compromiso ante el Leganés. Pero un borrón muy discutible, no va a manchar el gran espectáculo que dio sobre el césped del Villamarín, haciendo disfrutar a un público con ganas de verle triunfar y marcar la diferencia.