El Numancia se impuso con contundencia en aquella noche fría de febrero en Los Pajaritos. Era un viernes, noche cerrada en Soria, y un frío de estos que hiela la sangre al forastero pero llega hasta a reconfortar al soriano, que se siente como en casa. Esta escena se trasladó al césped. Los jugadores locales, que tuvieron que utilizar botas de multitaco y anticongelante para evitar resbalones, se adaptaron al césped de una manera muy eficaz, mientras el Córdoba luchaba por mantener el equilibrio.

Juanjo, Bedoya, Sunny, Julio Álvarez y Nano fueron los encargados de propinar el severo correctivo a un Córdoba que estuvo muy lejos de adaptarse a las condiciones del campo. Tras el partido, en rueda de prensa, Paco Jémez se quejó amargamente del estado del terreno de juego. Pataleta infantil del entrenador visitante, pues el césped en el fútbol puede variar su estado y es deber de ambos equipos adaptarse a él.

El soriano Pablo Machín, que por aquel entonces dirigía al Numancia, le respondió elegantemente, asegurando que las condiciones eran las mismas para ambos equipos y que en el partido de ida en el Nuevo Arcángel, el elevado calor había hecho que Txomin Nagore tuviera que ser ingresado en el hospital.

Salía el Numancia con Zabal en portería. Unai, Culebras, Cabrera y Nano como línea defensiva. Nagore y Julio Álvarez como pivotes con Del Pino y Lago Junior en las bandas. Bedoya, el hombre del partido, sería el enganche, con Juanjo arriba. En el Córdoba jugó aquel día el que posteriormente sería entrenador numantino, Aritz López Garai.

Primera parte igualada

El primer acto sirvió como toma de contacto de ambos equipos. La igualdad fue la nota dominante en cuanto a ocasiones, bastante escasas por parte de ambos equipos. Del Pino avisó con una llegada al punto de penalti pero sería al borde del descanso cuando Juanjo abriese el marcador. Fue en una falta lateral, servida por Julio Álvarez, que el delantero local cabeceó picada para superar a Alberto.

Festín soriano al son de Bedoya tras el descanso

El paso por vestuarios dio alas a los de Pablo Machín. El Córdoba desapareció del terreno de juego, incapaz de defender sobre el área del fondo sur de Los Pajaritos. Miguel Bedoya dio el primer aviso al rematar potente un centro de Nano. Pero sería posteriormente cuando el '21' rojillo conseguiría el segundo. Transición local bien llevada por Julio Álvarez, quien habilitó a Miguel Bedoya en la banda derecha. El mediocentro numantino se acomodó el balón y batió con la izquierda al portero visitante.

A partir del segundo gol el partido fue un monólogo del Numancia, que se dedicó a buscar con paciencia más goles, deleitando a su afición. El propio Bedoya sirvió en bandeja el tercero a Sunny, tras una jugada personal por la banda izquierda. Nano hizo el cuarto, también a pase de Bedoya, mientras los jugadores cordobesistas se caían como bolos en el área congelada de Los Pajaritos.

Poco después, el propio Bedoya pudo marcar tras irse de dos defensas en jugada personal, pero su disparo se estrelló en la madera. Julio Álvarez cerraría la goleada tras un gran pase de Txomin Nagore. El venezolano recortó ante Alberto y fusiló a placer para llevar la manita al marcador de Los Pajaritos.

La nota cómica la puso Paco Jémez en rueda de prensa. El entrenador cordobesista, acostumbrado a buscar excusas cuando sus equipos no rinden de la manera adecuada, criticó con dureza el estado del terreno de juego, indicando que "más que un encuentro parecía un circo, no se puede tolerar que jugadores profesionales tengan que disputar un partido en estas condiciones".

El entrenador numantino Pablo Machín le respondió indicando que las condiciones eran las mismas para ambos equipos y que en el duelo de ida, en la capital andaluza, el equipo soriano había acusado el elevado calor, teniendo incluso que acabar Txomin Nagore ingresado en el hospital por ello.