A pesar de que su debut oficial con el primer equipo se realizó un 25 de julio de 2012 en un partido amistoso contra el Atlético de Madrid cuando Paco Herrera le regaló la titularidad en su decimoséptimo cumpleaños pero, seguramente, guardará con más cariño lo que ocurrió hace 7 años cuando una lesión de clavícula del guardameta celeste, Sergio Álvarez, le obligó a viajar con el equipo hacia Valladolid en busca de una victoria que le permitieran seguir luchando por la permanencia.

Aquella tarde de mayo, en el estadio José Zorrillael Celta, dirigido por Abel Resino salia al campo con Javi Varas; Belvís, Cabral, Túñez, Roberto Lago; Augusto Fernández, Krohn-Dehli, Alex López, Borja Oubiña, Natxo Insa y Iago Aspas que se enfrentaban al Valladolid del exdeportivista Djukic.

El Celta se adelantaba en el marcador tras un centro al área de Krohn-Dehli que era peinado hacia el segundo palo por Augusto Fernández hacia Cabral que se imponía al resto de sus defensores para superar al portero del Valladolid con un remate de cabeza. Tras ese gol, los jugadores, decidieron ir a compartir su alegría con el resto de compañeros que les acompañaron aquel día.

El Celta, logro mantener la ventaja pero, no todo eran buenas noticias, pues tras un balón dividido entre Larsson y el guardameta céltico caía lesionado Javi Varas obligando a debutar a un joven canterano de 17 años de edad luciendo el dorsal 26, Rubén Blanco.

El guardameta céltico entraba al campo recibiendo los ánimos de sus compañeros donde, a los pocos minutos de entrar, se vió obligado a realizar su primera parada de mérito rechazando con las piernas el disparo de Manucho. Tras esa parada, la primera mitad llegó a su fin permitiendo al equipo llegar con la mínima ventaja tras el gol de Cabral.

A la salida del vestuario, Iago Aspas, pudo aumentar la ventaja al conjunto celeste pero Jaime se cruzó en su camino evitando el gol del Celta con una parada de mérito. Pocos minutos después, una nueva acción de ataque del delantero moañés acababa impactando en el brazo de Marc Valiente señalando el árbitro, Estrada Fernández, el punto de penalti permitiendo al Celta aumentar la ventaja con el​​​​​gol de Aspas tras engañar, de esta vez sí, al guardameta rival.

El partido aún no había acabado, quedaban 35 minutos de mucho sufrimiento. Ruben Blanco no acuso los nervios de su debut al realizar una parada de mucho mérito al reaccionar de forma espectacular al remate de Óscar. De esta forma, el partido llegó a su fin permitiendo al Celta llegar con vida al último partido en Balaídos.

Una semana más tarde de su debut oficial como guardameta celeste, Rubén Blanco, salía como titular dejando a su compañero de equipo, Sergio Álvarez, en el banquillo una vez ya recuperado de su lesión. Aquel partido empezó de la mejor forma posible con un gol de Natxo Insa a pase de Iago Aspas a los pocos minutos de empezar mientras que su rival directo por la salvación,el Deportivo, iba perdiendo ante la Real Sociedad en Riazor.

Aquel partido, como la semana pasada, necesitó de las intervenciones de mérito y de vital importancia de Rubén Blanco pues, un gol de Espanyol hacia descender al Celta. Dicho gol no llego y el partido acabó con​​​​ victoria celeste mientras, el Deportivo, caía derrotando en su propio campo llevando a las gradas y al propio campo la alegría ante un emocionado Rubén Blanco que salía en hombros de Balaídos.

Aquel día, Rubén Blanco, se convirtió en el héroe de la salvación del 4,01% y empezó a escribir su historia como portero del Celta al que aún le quedan muchos capítulos por escribir. El pasado mes de noviembre, Rubén Blanco, se convirtió en el portero del Celta más joven en completar sus primeros 100 partidos con la camiseta celeste en la historia del club a sus 24 años de años de edad y, actualmente, seguirá aumentando su cifra hasta que decida poner fin.