Bien sabía Julen Lopetegui que en el nuevo formato de la Copa no hay que subestimar a ningún rival, por ello, eligió un once de garantías para evitar sorpresas y eliminaciones inesperadas. En él, se encontraban jugadores fundamentales para el técnico de Asteasu, como Bono, Koundé, Fernando, Óliver o de Jong.

A decir verdad, el conjunto de Nervión sufrió más de lo esperado al inicio del encuentro para eliminar a un combativo y rocoso conjunto linarense. Y es que, el Linares Deportivo demostró nivel para la competición, planteándole al Sevilla un encuentro dónde los capitalinos no se encontraran cómodos en el terreno de juego, y donde el resultado se decantara por detalles.

Así fue, pocos minutos antes del descanso, Óscar Rodríguez se sacó un golazo de la manga mediante uno de sus mejores recursos, la falta directa. El talaverano fue el encargado de transformar una falta en la frontal del área del conjunto jiennense donde nada pudo hacer Razak, el portero local. El centrocampista, que no está contando con los minutos que desearía en el Sevilla, da un golpe sobre la mesa para contar con más oportunidades y demostrar el jugador que marcó diferencias la pasada campaña en el Leganés. Hasta el gol, los locales se mostraron firmes y no dudaron en luchar de tú a tú a pesar de la diferencia de categorías.

Al inicio de la segunda mitad, el equipo hispalense logró el 0-2 tras una gran carrera de Oussama Idrissi, que se marchó de su oponente tras un gran cambio de ritmo y puso un centro peligroso que remató en propia puerta Fran Lara. El ímpetu y las ganas de los de Jaén se fueron diluyendo con el paso de los minutos, y el Sevilla supo controlar bien el partido hasta el pitido final.

Con partidos como el del martes, Lopetegui sabe que puede empezar a contar más a menudo con los menos habituales, y que estos pueden brindarle al equipo aire y piernas frescas para el tramo decisivo de la temporada, en el que el Sevilla buscará seguir sumando fases,  eliminatorias y puntos en las diferentes competiciones que disputa.