Tercera victoria consecutiva del Numancia en el momento más importante de la temporada y decimoctavo encuentro consecutivo sin perder, que se dice pronto. Los rojillos sacaron oficio, garra y efectividad, en uno de los duelos más complicados de lo que queda de campaña para superar al Ibiza Islas Pitiusas. Carrillo y Adri Crespo remontaron el tanto inicial de Marquitos y dieron una nueva victoria a los sorianos para seguir con opciones de ascenso directo. El equipo ibicenco disputó la segunda mitad con un jugador menos pero puso en serios aprietos a los de Diego Martínez, que tuvieron en Isma Gil, uno de los mejores jugadores del encuentro.
Tenía que sobreponerse el Numancia a las bajas cruciales de Jaume Pol y Diego Suárez, lo que hacía situar a Adri Crespo en el lateral izquierdo, con Borja San Emeterio por la banda contraria y Borja Vincent y Fer Román como pareja de centrales. En el centro del campo, Jordi Tur y Cotán llevaban la manija del equipo para que Agüero, Carrillo, Juampa Barros y Lupu se encargaran de la faceta ofensiva. En la portería seguía Isma Gil, inamovible durante toda la temporada.
Remontada en la primera parte
El encuentro no comenzaba bien para los intereses sorianos. Marquitos finalizaba una buena transición de los locales con un disparo ajustado al palo largo, ante el que nada podía hacer Isma Gil. El tanto noqueó temporalmente al Numancia, que veía cómo tenía que volver a sobreponerse a un resultado adverso a domicilio, costumbre bastante habitual durante esta temporada. Sin embargo, los hombres de Diego Martínez, respondieron nuevamente. Delgado pudo hacer el 2-0 para los insulares pero sería Jesús Carrillo el que conseguiría anotar para los sorianos en la siguiente jugada. El ex del Castellón recibió un balón de Cotán en tres cuartos de campo, se fue de dos jugadores locales y ajustó el balón al palo de la portería del Ibiza para conseguir la igualada. Vuelta a empezar con setenta minutos por delante.
Hasta el final de la primera parte no sucedió nada destacable sobre el verde, pero ahí acabaría decidiéndose el partido. Cada equipo tuvo una, pero la diferencia fue la efectividad a balón parado. Primero la tuvo el Ibiza, con una falta lateral rematada hasta en dos ocasiones y sacada por Isma Gil de forma milagrosa sobre la línea de gol. Reclamaron los locales que el esférico había cruzado la línea pero no lo considero así el colegiado. Luego llegó la del Numancia, con otro balón parado en un lateral. La puso Carrillo y Adri Crespo cabeceó con contundencia al fondo de la red, para llevar la locura al banquillo soriano y la frustración a los ibicencos, incrédulos ante lo que acababa de ocurrir. La acción supuso, también, la expulsión de Marquitos por protestar al colegiado una posible falta en ataque de los sorianos increpándole en los siguientes términos "eres muy malo". Con el 1-2 se llegaría al descanso, no sin antes desperdiciar otra ocasión el Ibiza tras un remate de Bernal que desbarató Isma Gil.
Tocó sufrir con uno menos
Tras el paso por vestuarios el equipo soriano se dedicó a esperar atrás a los locales, con la intención de cerrar el encuentro en contraataques. Los numantinos tuvieron varias ocasiones claras de hacer el tercero, pero su falta de efectividad les obligó a sufrir hasta el último minuto de los nueve que llegó a añadir el colegiado. Carrillo, Borja San Emeterio y Lupu tuvieron la sentencia, pero los dos primeros se toparon con Marcos Contreras y el tercero envió su disparo demasiado desviado. En estas, el equipo insular tuvo en Gianluca Simeone a su hombre más incisivo, además de a Delgado, que hacía mucho daño por la banda derecha del ataque local. Simeone pudo conseguir el empate en dos ocasiones clarísimas que, primero su falta de puntería, y después Isma Gil, consiguieron desbaratar.
El Ibiza Islas Pitiusas apretó hasta el último suspiro y el Numancia se defendió con solvencia, pero no por ello sin sufrimiento. Diego Martínez tuvo que reubicar a Borja Vincent en el centro del campo, dejando el lateral para Alcaraz y el centro de la zaga para Adri Crespo y Fer Román. Mateo Arellano que había entrado por Juampa Barros, tuvo que abandonar el terreno de juego por problemas físicos. Los minutos finales fueron una constante agonía para los sorianos, que veían cómo el equipo local trataba de encerrarles con más corazón que cabeza, recurriendo a saques de banda laterales para conseguir presencia en el área rival.
Con el pitido final, el Numancia se queda con 53 puntos, a 3 del Espanyol “B”, pero con el partido del Lleida (sí, todavía) pendiente de decidirse. La próxima jornada, el cuadro de Diego Martínez recibirá al Tarazona, mientras que el filial periquito visitará al Peña Deportiva de Santa Eulalia. Cuatro partidos y todo en el aire, pero lo cierto es que el Numancia parece haber llegado al tramo final en un muy buen momento.