Los andaluces eran conscientes de la importancia del choque ante el Real Madrid para lograr la permanencia en Primera División y, querían aprovechar el hecho de que los madridistas no se jugaban nada. A decir verdad, los locales no pudieron hacer más para llevarse el partido, pero ni el balón quiso entrar en la segunda parte, ni tuvieron suerte con el resto de resultados de la jornada. Así pues, el Cádiz queda a expensas de la última jornada liguera para tratar de lograr la tan ansiada salvación.

Así se planteó el choque desde los banquillos

Comenzando por el conjunto local, Sergio García alineó a su once de gala para tratar de sorprender al campeón. Ledesma partió bajo palos; línea de cuatro para Carlos Akapo, en el lateral diestro, Luis Hernández y Fali, como pareja de centrales, y Espino, en el lateral izquierdo; en la medular formaron Rubén Sobrino en banda derecha, Alex Fernández y Rubén Alcaraz en la sala de máquinas, e Idrissi en el ala izquierda; por último, Lucas Pérez y Negredo fueron la dupla ofensiva.

Por su parte, Carlo Ancelotti, pensando en París y teniendo en cuenta el partidazo de hace tan solo unos días contra el Levante, desconvocó a Vini, Benzema, Modric y Courtois, entre otros. Así pues, alineó al mejor once posible tratando de mantener en forma a los futbolistas esenciales para la final de la Champions y con el objetivo de dar minutos y cabida a los menos habituales e incluso a canteranos. Lunin fue titular en la meta; Lucas Vázquez en el lateral derecho, Nacho y Militao en el centro de la zaga, y Vallejo en el lateral derecho formaron la línea defensiva; Casemiro formó como pivote, escoltando a Kroos y Valverde que fueron los interiores; y, en ataque, Rodrygo, Mariano y Asensio formaron el tridente.

Alineación <b><a  data-cke-saved-href='https://www.vavel.com/es/data/real-madrid' href='https://www.vavel.com/es/data/real-madrid'>Real Madrid</a></b> frente al Cádiz I Imagen: Getty Images
Alineación Real Madrid frente al Cádiz I Imagen: Getty Images

Análisis de ambos equipos

El once inicial propuesto por Sergio tenía diversas variantes y la mayoría de ellas estaban pensadas para hostigar la meta madridista. Los gaditanos comenzaron el partido dejando a Alex Fernández y Rubén Alcaraz solos en la medular, mientras que, tanto Sobrino como Idrissi adelantaron sus posiciones para formar con cuatro arriba en la presión. De este modo, el Cádiz trató de asfixiar al conjunto blanco en los primeros minutos y, en gran medida, lo consiguió. Conforme fueron trascurriendo los minutos, las piernas lo fueron notando y el cansancio en los futbolistas del conjunto andaluz hizo que se modificara la variante del 1-4-4-2 inicial. En este caso, los futbolistas de banda, anteriormente mencionados, retrasaron su posición, conformando una línea de cuatro en el centro del campo y, sobre todo, liberando a los puntas de la presión para que pudieran estar más frescos de cara a posibles contragolpes o ataques posicionales. Este planteamiento del Cádiz permitió al Real Madrid una salida de balón más holgada, pero, aun así, al cuadro de Carlo Ancelotti le costó, y mucho, superar la barrera que había implantado el conjunto local en el centro de campo y en ningún momento los madridistas se impusieron en la sala de máquinas.

En el lado opuesto, el 1-4-3-3 que situó Carlo Ancelotti sobre el verde tenía como principal variante el formar un rombo en la medular con la caída de Asensio. Es decir, formar un 1-4-1-2-1-2 de la siguiente manera: la línea defensiva continuaba inamovible, Casemiro seguía como pivote, acompañado por Kroos y Valverde que se situarían por delante y, he aquí la clave de este planteamiento, Asensio retrasaría su posición para partir como enganche o media punta, por delante de Kroos y Valverde; mientras que Rodrygo y Mariano formarían doble punta en ataque. Realmente, este sistema de juego es muy vistoso y bastante efectivo, con rivales que se cierran mucho para poder encontrar huecos entre líneas y generar desconcierto en el oponente. Sin embargo, el buen hacer del Cádiz en la tarde del domingo hizo que los centrocampistas blancos no encontraran la línea de pase a un Asensio que no encontró su sitio en gran parte del partido.

¿Cómo trascurrió el partido?

Haciendo un análisis general de lo acontecido durante los noventa minutos, no cabe ninguna duda de que el conjunto local fue superior. El Cádiz salió desde el minuto 1 a morder arriba, puso contra las cuerdas a un Real Madrid que observaba ensimismado las ganas de los chicos de Sergio García de llevarse los tres puntos. Sin embargo, a pesar de todo lo anterior, una vez más la calidad decantó o, al menos, condicionó el partido.

En el mejor momento del Cádiz y el peor de los madridistas, Rodrygo se sacó una genialidad de la chistera para adelantar al Real Madrid. El brasileño, en auténtico estado de gracia, recibió en tres cuartos de campo pegado a la cal, encaró y desbordó a su primer defensor; hizo lo propio con el segundo; y comenzó una carrera llena de regates y recortes ante la que ningún defensor del Cádiz pudo hacer nada. Hasta cuatro zagueros persiguieron impotentes a la estrella brasileña que resultaba imparable y se disponía a encarar la meta defendida por Ledesma con el balón pegado al pie. Finalmente, cuando Rodrygo ya se había ido hasta del apuntador, levantó la cabeza y asistió a Mariano para que abriera la lata del encuentro.

El alivio de Mariano tras su gol I Imagen: Getty Images
El alivio de Mariano tras su gol I Imagen: Getty Images

La jugada de la joven perla madridista habría sido portada y habría dado la vuelta al mundo si en vez de Rodrygo la hubiera firmado Maradona, Messi o el propio Benzema. Sin embargo, al tratarse del extremo brasileño pasará desapercibida o intentarán acallar el nacimiento de una estrella que, con esta jugada de ensueño, está cada vez más cerca de consolidarse.

Rodrygo dejando rivales por el camino I Imagen: Getty Images
Rodrygo dejando rivales por el camino I Imagen: Getty Images

El tanto de Mariano no cambió nada sobre el verde, el Cádiz continuó su incesable lucha por rascar algo del partido y, acabó por conseguirlo. La cosa iba de golazos y, en el último tramo del primer tiempo, Rubén Sobrino también anotó un golazo que inundó el Carranza de ilusión y esperanza. El ex de la fábrica dejó sentado a Vallejo y la puso en la escuadra, con ayuda de la espalda de Militao, para poner las tablas en el marcador.

La segunda parte, en cuanto a lo futbolístico, fue un calco de la primera. El conjunto local volvió a dominar y ser superior, sin embargo, para desgracia del Cádiz, esta vez el marcador no volvería a moverse. Los gaditanos lo intentaron de todas las maneras posibles, incluso provocaron un penalti, pero un gran Lunin, que resultó un muro infranqueable frente al Cádiz, y la mala fortuna de los chicos de Sergio García, hicieron que los locales tuvieran que conformarse con el empate.

¿Qué supone este resultado?

Un empate que sabe a poco para un equipo que se dejó el alma y sudó la camiseta hasta el último suspiro del partido; un equipo que debe sentirse orgulloso de la imagen que dio y del esfuerzo que proyectaron todos y cada uno de los futbolistas; un equipo al que le ha costado un mundo volver a LaLiga y son conscientes de lo que supondría volver a descender… en conclusión, un equipo que merece la salvación, pero, en estos momentos está al borde del abismo de la Segunda División.