El futbolista con más títulos en la historia del club merengue ha comenzado posando con los 25 títulos que ha cosechado como jugador del Real Madrid, para, posteriormente, atender a los medios de comunicación.
¿Cómo comenzó el acto de despedida?
Marcelo llegó a su despedida con los ojos vidriosos y el corazón en un puño. A pesar de su mensaje en redes pidiendo alegría y felicidad para todos los madridistas, él mismo sabía que no había vuelta atrás, que aquel era su último día como futbolista del Real Madrid. Mientras hablaba el presidente Florentino Pérez, el eterno capitán blanco logró mantener las lágrimas, pero cuando llegó su turno no pudo aguantar más y rompió a llorar en el atril.
Marcelo quiso acordarse de todos en su último día
Incluso antes de tomar la palabra, Marcelo tuvo que taparse la cara para secarse las lágrimas. Una vez más, el brasileño volvió a llegar al corazón de todos los madridistas; una vez más demostró qué es el Real Madrid y, sobre todo, qué es el madridismo que corre por sus venas. Cuando el lateral madridista cesó su llanto intentó pronunciar un discurso de agradecimiento, admiración y despedida para el Real Madrid y todos sus aficionados. Además, Marcelo no quiso olvidarse de su familia, con mención especial a su mujer y su abuelo, y de sus compañeros y entrenadores con los que ha compartido vestuario todos estos años. Sin embargo, el bueno de Marcelo Vieira no es un hombre al uso y no quiso centrar su discurso en los tópicos de la familia, sus compañeros y entrenadores únicamente, Marcelo alzó la voz para agradecer, reconocer y ensalzar la labor de todas aquellas personas que trabajan por detrás, es decir, fisios, utilleros, operarios del club… Como bien dijo el brasileño, todos aquellos que hacen el “trabajo sucio” son los que en realidad permiten que los futbolistas gocen de todas las facilidades de las que disponen.
Las lágrimas de Ancelotti representan al madridismo
Una vez acabados los discursos del presidente y el futbolista, comenzó el turno de las fotos. En primer lugar, la foto familiar de Marcelo, sus dos hijos y su mujer, acompañados del presidente. A continuación, la foto de los integrantes del equipo en la que no podían faltar Asensio, Carvajal y Ancelotti, que no quisieron perderse la despedida de su capitán. Este último, el técnico italiano, intentó disimular su llanto secándose las lágrimas, pero las cámaras evidenciaron la emoción y el lamento en el rostro de un Carlo Ancelotti que era fiel reflejo de lo que sentía en ese momento todo el madridismo.
La sonrisa de Marcelo iluminó su última rueda de prensa
Cuando finalizó el acto institucional organizado por el presidente blanco, Marcelo se dirigió a la sala de prensa para comparecer ante los medios. En esta ocasión, Marcelo mostró su lado más gracioso y divertido. El brasileño dejó patente esa felicidad que tanto le caracteriza para responder a las preguntas de todos los medios de comunicación. El mensaje estaba claro, Marcelo estaba orgulloso de todo lo logrado en el club de su vida, orgulloso de haber dejado un legado como capitán madridista y orgulloso del cariño que le tiene y le tendrá toda su afición de por vida.
Gracias por todo, eterno capitán
Marcelo se va, eso es una realidad, y con él acaba una era, su era en el Real Madrid. Pero que nadie se equivoque, el mejor lateral de la historia del Real Madrid y, muy posiblemente del mundo, ha dejado un legado que resultará imborrable por muchos años que pasen. Gracias, gracias por representar al madridismo en su máximo esplendor; gracias por hacer historia con el club de tus sueños; gracias por llegar siendo un niño y marcharte como una leyenda, gracias por todo lo que has dado al Real Madrid…, pero, sobre todo, gracias por ser como eres Marcelo Vieira.